Vox ha reconocido este lunes que financió su campaña electoral de las elecciones municipales y generales del año pasado con dos préstamos por un importe total de 9,2 millones de euros de un banco húngaro próximo al primer ministro Viktor Orbán, tal como adelantó EL PAÍS el pasado día 16 de septiembre. La portavoz del grupo ultra en el Congreso, Pepa Millán, ha justificado este lunes en l Congreso la petición de un préstamos al banco húngaro apelando a la imposibilidad de conseguir financiación en España y al retraso “deliberado o no” de la Administración a la hora de abonarles las subvenciones electorales que le correspondían.
La publicación VSquare, señaló este lunes, citando la información de EL PAÍS, que todos los indicios apuntaban a que el banco que concedió el crédito a Vox es Magyar Bankholding (MBH), un banco creado a partir de la fusión de otras tres entidades financieras. Su mayor accionista es el magnate Lörinc Mészáros, viejo amigo del primer ministro húngaro Viktor Orbán, que en el pasado ha financiado la campaña de la líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, en Francia. Fuentes de la dirección de Vox han reconocido hoy que fue el MBH el que les concedió dos créditos, uno de 6,7 millones y otro de 2,6 (en total, 9.229.444,35 euros) para financiar las campañas a las elecciones municipales y generales de 2023 y han asegurado que ya se ha devuelto la totalidad del préstamo.
Sin embargo, Vox ocultó la identidad y la nacionalidad de la entidad financiera que les había hecho el préstamo tanto en las cuentas que fueron aprobadas por sus afiliados en junio pasado como en las que se colgaron en su página web, inclumpliendo así el artículo 14.8 de la ley de financiación de los partidos políticos es taxativo: “Los partidos políticos deberán publicar en su web, en el plazo máximo de un mes desde la fecha de envío al Tribunal de Cuentas [30 de junio de cada año], el balance, la cuenta de resultados y en particular: la cuantía de los créditos pendientes de amortización, con especificación de la entidad concedente, el importe otorgado, el tipo de interés y el plazo de amortización”. Se trata así de evitar que los bancos, mediante la condonación de deuda o la concesión de créditos por debajo del interés de mercado, subvencionen a los partidos políticos; lo que está legalmente prohibido.
Cuando EL PAÍS preguntó por qué se ocultaba esta información, un portavoz de la formación contestó que no quería “contribuir a la demonización de bancos concretos por haber prestado dinero a Vox”, Nada dijo de la imposibilidad de conseguir créditos en España, como se alega ahora.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO