Todo sucedió muy rápido mientras veían desde el cristal de la fachada de la academia Whitby cómo el nivel del agua subía sin parar. Y entonces, colapsó. Daniel Burguet y el resto de profesores tuvieron la sangre fría de resguardar a sus alumnos en una de las salas laterales, subirles a las mesas, romper una puerta del edificio de al lado y sacarles en cadena para evitar que muriesen ahogados. En el vídeo, Daniel narra este agónico rescate en la localidad con más muertos en la dana. “No me considero un héroe. Hoy cuando estaba limpiando la academia ha venido un padre llorando diciendo que me debe la vida, pero no, no me la debe”, relata todavía en shock.