Los embajadores de los países de la UE no asistirán el próximo día 10 a la toma de posesión en Caracas del presidente venezolano, Nicolás Maduro, cuya victoria en las elecciones del pasado 28 de julio no reconocen. Así se acordó en una reunión celebrada a finales de diciembre en Bruselas por el Grupo de Trabajo para América Latina y el Caribe del Consejo Europeo (Colac), según fuentes comunitarias. Aunque las decisiones de este órgano no son vinculantes y cada país puede decidir unilateralmente qué actitud tomar, las fuentes consultadas señalan que hubo un consenso generalizado en esta posición de la que ninguno de los Veintisiete se ha desmarcado.
La UE no reconoce la victoria de Maduro al haberse negado el régimen a difundir las actas de las mesas electorales, como estaba legalmente obligado a hacer, y en coherencia con esta postura no estará representada en su toma de posesión para un nuevo mandato de seis años. Sin embargo, aún está por ver qué consecuencias prácticas se derivarán de esta posición, ya que, con la excepción de Italia, los países europeos tampoco han reconocido la victoria del candidato opositor, Edmundo González Urrutia, al que las actas difundidas por la oposición y validadas por la Fundación Carter atribuyeron una amplia victoria. El bloque occidental, encabezado por EE UU, reconoció en 2019 al presidente de la Asamblea, Juan Guaidó, como “presidente encargado” y muchos países congelaron los fondos del Estado venezolano en sus bancos, pero ahora los socios europeos no se muestran dispuestos a repetir esa operación, según las fuentes consultadas.
En el comunicado final de la cumbre europea del pasado 19 de diciembre, los jefes de Estado y de gobierno de la UE expresaron su “preocupación por la situación en Venezuela”, exigieron la liberación de los presos políticos y se comprometieron a movilizar “todos los instrumentos a su disposición para apoyar la democracia y una transición pacífica e inclusiva” en el país. Una docena de países europeos cuentan con embajador en Caracas, incluido el español Álvaro Albacete que acaba de incorporarse al puesto, mientras que la UE mantiene al frente de su delegación a una encargada de Negocios, la española Antonia Calvo Puerta, después de que el régimen chavista expulsara en 2021 a la embajadora comunitaria.
La presencia internacional en la polémica toma de posesión de Maduro se anticipa muy escasa. Rusia ha anunciado que enviará al presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, mientras que se espera que acudan representantes de China y Turquía, con los que Caracas mantiene una buena relación. Colombia, Brasil y México, países que intentaron mediar entre el régimen chavista y la oposición, también estarán representados, pero en principio solo por sus embajadores.
La oposición está aprovechando el aislamiento internacional de Maduro para realzar el respaldo a González Urrutia, quien está siendo recibido como presidente electo durante su gira por Argentina, Uruguay, República Dominicana, Panamá y Estados Unidos, donde tiene previsto reunirse con el presidente, Joe Biden, y visitar la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Panamá, González será arropado por exmandantarios latinoamericanos del grupo IDEA (Iniciativa Democrática de España y las Américas), del que forman parte los exjefes del Gobierno español Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy, quienes se reunieron con el político venezolano tras exiliarse en España en septiembre pasado. El expresidente socialista español se mostró incluso “dispuesto a acompañar” este 10 de enero a González Urrutia, quien ha reiterado su intención de estar el viernes en Venezuela para tomar posesión del cargo, a pesar de que el régimen de Maduro ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares a quien facilite su captura.