Una niña de 11 años de Sierra Leona, única superviviente de un naufragio en el Mediterráneo tras pasar 12 horas en alta mar | Internacional



Yasmine, una niña de 11 años originaria de Sierra Leona, es la única superviviente de un naufragio de una barcaza cargada de migrantes en el Mediterráneo Central. La menor fue rescatada la madrugada del miércoles por una ONG alemana después de pasar horas en el agua a la deriva, con un chaleco salvavidas y agarrada a un flotador improvisado hecho con la cámara de aire de un neumático. La niña fue trasladada a la isla italiana de Lampedusa. Pero los rescatistas de la organización humanitaria Compass Collective creen que en la precaria embarcación que se hundió, un antiguo pesquero de hierro, viajaban otras 45 personas, que permanecen desaparecidas.

La tripulación del velero Trotamar III, perteneciente a la ONG alemana, estaba buscando un barco en apuros cuando oyó los alaridos de auxilio de la niña, que, en medio de la oscuridad de la noche cerrada, comenzó a gritar al ver las luces del barco de rescate, a unas diez millas náuticas de la isla italiana de Lampedusa.

Los marineros que la rescataron han explicado que la pequeña se encontraba en estado de conmoción y de hipotermia, apenas se mantenía en pie y no tenía agua ni comida, pero estaba consciente. Llegaron hasta ella en un bote neumático y después la trasladaron al velero de la ONG, donde la cubrieron con una manta térmica y la calentaron con bolsas de agua, según han señalado a través de un comunicado. “Fue un milagro oír su voz en alta mar y con el motor del barco en marcha”, ha apuntado el patrón de la embarcación, Matthias Wiedenlübbert. Y ha agregado: “Sabíamos que había un pequeño barco con problemas cuando de repente uno de nuestros hombres oyó gritos y llantos que venían del mar. Parecía imposible, pero inmediatamente paramos para entender qué estaba pasando. Intentamos buscar a otros náufragos, pero no había ninguno. Después de un día de tormentas, con vientos de 23 nudos y olas de 2,5 metros de altura, era casi imposible”.

Tras subir a bordo a la niña, el velero se dirigió a Lampedusa, a donde llegó el miércoles. La menor fue atendida en el ambulatorio de la isla y allí contó en francés, según apuntan los medios locales, que viajaba con su hermano mayor, desaparecido en el naufragio, y que habían partido de las costas tunecinas de Sfax hacía tres o cuatro días, en una embarcación que no resistió el temporal y volcó. “Dijo que llevaba tres días en el agua cerca de otras personas que luego desaparecieron entre las olas”, relataron los rescatadores a los medios.

La Fiscalía italiana ha abierto una investigación para esclarecer cómo se produjeron los hechos y para contrastar la versión de la niña. El médico Fabrizio D’Arca, que la atendió, ha explicado que “en general su estado parece bueno” y ha señalado que los facultativos creen que permaneció en el agua unas 12 horas. Los investigadores han comentado que en condiciones extremas cualquier persona puede perder con facilidad la noción del tiempo; mucho más, un menor.

El padre de la pequeña había colocado a sus hijos en el barco, presumiblemente para ponerlos a salvo, pero él sigue en Túnez. Los médicos prestaron un teléfono a Yasmine para que pudiera contactar con él.

Una voluntaria de Mediterranea Saving Humans, Francesca Saccomandi, que ha atendido a la pequeña, ha explicado al diario Il Corriere della Sera que Yasmine estaba “tranquila” cuando la vio. “Esperaba encontrarla mucho más asustada, pero solo estaba muy cansada. Le dejé un pequeño kit que damos a los menores que llegan a la isla: una mochila de tela con un libro para colorear y pinturas dentro. Me lo agradeció”, ha dicho.

Travesías muy peligrosas en invierno

Las travesías a las que se enfrentan los migrantes que tratan de llegar a Europa a través del Mediterráneo son peligrosas y más durante el periodo invernal, con condiciones meteorológicas adversas, ya que las embarcaciones en las que viajan a menudo no reúnen las condiciones técnicas necesarias y suelen ir sobrecargadas.

La ONG Mediterranea Saving Humans, que entre otras labores, presta ayuda a los migrantes en Lampedusa, ha explicado que, debido al temporal de los últimos días, teme que se hayan producido tres naufragios más en la ruta entre Túnez y Lampedusa. La organización ha señalado en un comunicado que el 2 de diciembre la ONG Alarm Phone informó de la desaparición de dos embarcaciones con 45 y 75 personas a bordo, y de otra el 4 de diciembre con otras 45 personas. “Necesitamos canales seguros para los refugiados y una Europa abierta que acoja a las personas y les facilite el acceso al sistema de asilo. Ahogarse no es una opción”, ha denunciado Katja Tempel, integrante de Compass Collective.

En lo que va de año, han llegado 64.000 migrantes a Italia a través del Mediterráneo, atendiendo a los datos del Ministerio de Interior, la mitad menos que el año anterior. Entre ellos hay cerca de 8.000 menores no acompañados. Según la Organización Internacional para las Migraciones, este año más de 3.000 personas han perdido la vida en el mar tratando de alcanzar las costas europeas.



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