Decenas de miles de personas, 100.000 según los organizadores, han recorrido este domingo las calles de Santiago para exigir que se pare la macrocelulosa que se proyecta en Palas de Rei (Lugo) y que está pendiente del visto bueno ambiental de la Xunta. Al grito de “Altri non”, los manifestantes han expresado su rechazo a una gigantesca factoría promovida por la pastera portuguesa Altri en alianza con Greenalia, la empresa coruñesa de la que es directiva Beatriz Mato, exconsejera de Medio Ambiente de Alberto Núñez Feijóo. Pretenden generar 400.000 toneladas anuales de celulosa soluble y 200.000 de fibras textiles ecológicas, aunque la primera parte de la producción, la más polémica, no se desveló hasta después de las elecciones autonómicas del pasado mes de febrero en las que el PP coronó otra mayoría absoluta.
Marta Gontá, portavoz de Ulloa Viva, la plataforma ciudadana que aglutina a los opositores al proyecto, ha destacado este domingo que la planta apadrinada por el Gobierno de Alfonso Rueda “va en contra de la mayoría social de Galicia”. “Venimos aquí a mandar un mensaje muy claro a Altri, a Greenalia y a la Xunta: nuestras hijas van a heredar una ría productiva, tierra fértil, aire limpio y agua limpia y no es negociable. Este proyecto no trae nada de esto y lo rechazamos de la manera más contundente que podemos”, añadió Gontá.
Entre los colectivos que rechazan su ejecución hay asociaciones vecinales, ecologistas, culturales o de pescadores, ya que la preocupación por los posibles daños de la planta llegan a la ría de Arousa, en la que desemboca el río Ulla en el que la fábrica obtendrá y devolverá agua. El presidente de Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa, Xaquín Rubido, considera que el éxito de la manifestación “va a marcar un antes y un después” en la tramitación de la macrocelulosa. A la protesta se han unido los dos partidos de la oposición al PP en Galicia (BNG y PSdeG-PSOE), aunque en representación de los socialistas no ha acudido su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, sino su número dos en el grupo parlamentario, Lara Méndez. “Le pedimos a Rueda que escuche a la ciudadanía de Galicia, que deje de ser comercial de Altri y que pare esta agresión, esta bomba ambiental que es una hipoteca para el futuro de nuestro país”, ha señalado la líder del Bloque, Ana Pontón. Méndez ha criticado que el proyecto “nació como una fábrica textil y ahora nos encontramos con una celulosa”.
La inversión anunciada por Altri alcanza los 900 millones, pero la empresa solo garantiza que ejecutará la planta si recibe 250 millones de euros de fondos europeos. La planta, presidida por una chimenea de 75 metros, ocupará una parcela de 366 hectáreas que limitará con la Red Natura. Captará del río Ulla un máximo de 46 millones de litros de agua al día (equivalente al consumo actual de toda la provincia de Lugo) y devolverá al cauce 30 millones de litros de aguas residuales tratadas en una depuradora. Altri ha emitido un comunicado en el que lamenta que “una parte de la sociedad tenga una percepción negativa del proyecto” y defiende que “ha sido diseñado con los más altos criterios de sostenibilidad, circularidad y respeto al medio ambiente”.