Para George Peter Kaluma, no hay un único motivo por el que la homosexualidad está mal. Son muchas las razones: morales, espirituales, estéticas, religiosas, legales. Es un pecado, una perversión. Pero también un crimen. Un siniestro influjo occidental, un acto contra Dios, contra la familia y contra África.
Así ve el mundo Kaluma, un parlamentario keniano cuyas posiciones difícilmente tendrían trascendencia en España si no fuera porque figura como ponente ya confirmado en la polémica cumbre antiabortista que el Senado acoge el próximo lunes. Con una trayectoria que incluye la defensa de la cadena perpetua para gais y lesbianas, convencido de la inclinación de los “pervertidos LGTBI” a venerar al mismísimo diablo, Kaluma mantiene posturas tan extremas que, cuando EL PAÍS preguntó ayer martes por las mismas a Red Política de Valores —la entidad internacional de extrema derecha y defensora de la “familia natural” que organiza la cumbre—, su respuesta fue marcar distancias. Eso sí, sin apartar a Kaluma del evento, en el que sigue figurando como ponente.
“Nuestra Red, obviamente, no conoce ni suscribe todas las opiniones de los invitados a la cumbre. Todo posicionamiento que esté en sintonía con los valores que afirman la infinita dignidad de todo ser humano en todas las etapas de su desarrollo, manifestado de forma pacífica y respetuosa, tiene nuestra acogida; a la vez, toda opinión que se aleja de esos valores no puede tener ningún tipo de apoyo nuestro”, señala Diego Hernández, director de Comunicación y Desarrollo para Iberoamérica de Red Política de Valores. Pero ¿mantienen a Kaluma como ponente? Sí, con el argumento de que no viene a Madrid a hablar de homosexualidad. “Nosotros no silenciamos a nadie en función de sus convicciones personales. La VI Cumbre Transatlántica tiene como foco la libertad y la cultura de la vida, cualquier otro asunto que se aparte de esa temática o de nuestra agenda de valores no tendría que ser abordado en ella”, expone Hernández.
La cumbre de la discordia
Red Política de Valores es una organización contraria al “feminismo radical”, a la “ideología de género” y sobre todo al aborto, que considera un “asesinato de inocentes”, por lo que defiende las “leyes de latido fetal”. Estas normas, que en Estados Unidos impulsan los Estados republicanos más permeables al rigorismo religioso, prohíben la interrupción voluntaria del embarazo a partir del momento en el que puede detectarse actividad cardíaca en el embrión, en torno a la sexta semana, cuando muchas mujeres no saben aún ni siquiera que están embarazadas.
La Mesa del Senado aprobó el pasado julio la cesión de una sala a esta entidad para que celebrase allí su “cumbre” anual en diciembre. Compuesto por cuatro miembros del PP —mayoría absoluta— y tres del PSOE, el órgano de gobierno de la Cámara alta adoptó la decisión sin objeciones. Cuando EL PAÍS informó en octubre sobre aquel acuerdo, los socialistas explicaron que no se habían opuesto por “desconocimiento”, y acusaron al PP de haberlos “engañado”. Tanto el PSOE como diversos grupos de izquierda, más PNV y Junts, reclamaron entonces al PP que suspendiera la cumbre. No lo lograron. El PP impuso su mayoría absoluta para mantenerla, ya que —alegó la Presidencia del Senado— la entidad cumplía las directrices establecidas para beneficiarse de la cesión de una sala.
Red Política de Valores, que en su web presenta al Senado como “entidad colaboradora” de la cumbre junto a un grupo de organizaciones antiabortistas, tiene como presidente al líder ultraderechista chileno José Antonio Kast, que tilda el aborto de “derecho a matar”, “crimen brutal” y “asesinato de niños”. El presidente de honor es Jaime Mayor Oreja, que también ve el aborto como un “crimen”. Otro puntal de la extrema derecha cristiana que forma parte de la dirección de la entidad es el estadounidense Brian Brown, presidente de la Organización Internacional para la Familia, entidad promotora del Congreso Mundial de Familias, una cita global contra el aborto y a favor de la superioridad de derechos de la “familia natural”, es decir, la formada en matrimonio por un hombre y una mujer. Se suma a todos ellos en la cúpula de Red Política de Valores Sharon Slater, presidenta del también estadounidense Observatorio Internacional de la Familia, grupo dedicado a presionar contra una supuesta promoción de la homosexualidad en la infancia, a oponerse al derecho al aborto y a defender la abstinencia sexual antes del matrimonio.
Kast, Mayor Oreja, Brown y Slater son tanto directivos de Red Política de Valores como integrantes de la lista de ponentes confirmados de la cumbre prevista en el Senado, que al cierre de este texto cuenta con 50 miembros. El rechazo al aborto, al feminismo y a la educación basada en el reconocimiento de la igualdad de las diferentes opciones sexuales y de familia son rasgos extendidos entre los nombres ya cerrados por la organización, que concentrarán sus ponencias el lunes 2 de diciembre, si bien la cumbre empieza el domingo con una recepción en el Teatro Real de Madrid. Aunque la dureza de los planteamientos es la nota dominante, hay un perfil que se sale de la tabla. Es el ya citado George Peter Kaluma, miembro del Parlamento de Kenia por el partido Movimiento Democrático Naranja (ODM, por sus siglas en inglés), cuyas posiciones desbordan los límites de lo que en España podría llamarse homofobia. Su fijación, que él declara inspirada por su fe católica, va mucho más allá.
Los mensajes de Kaluma
La cuenta de Kaluma en la red social X, antes Twitter, da testimonio de esta fijación. Esta es una selección de diez mensajes —hay muchos más— en los últimos dos años:
1) “Es un delito ser gay, lesbiana o acostarse con animales en Kenia. […] Propondré al Parlamento aumentar la pena a cadena perpetua para mantener a los hijos e hijas de Sodoma y Gomorra alejados de la gente libre” (enero de 2023).
2) Los actos homosexuales son “malvados, inhumanos”, impropios de “seres humanos”, escribe el diputado, que se pregunta “por qué un ser humano en su sano juicio se involucraría en sodomía, bestialismo” o una persona “sería gay o lesbiana” (enero de 2023). La equiparación entre acostarse con personas del mismo sexo y tener sexo con animales es frecuente en Kaluma.
3) “¡No hay derecho a ser gay!”, proclama sobre la homosexualidad, una “perversión moral” que puede llevar a la “extinción de la especie humana” (marzo de 2023).
4) “No hay espacio para la homosexualidad en Kenia”, escribe Kaluma, acompañando su afirmación de la fotografía de una joven sonriente vestida con atavíos coloristas y los senos al aire (mayo de 2023). Kaluma exalta en su cuenta de X la belleza femenina como símbolo de aquello que naturalmente debe atraer al hombre, en contraste con la desviación de los no heterosexuales, siempre tratados como seres grotescos.
5) La homosexualidad es “pura maldad” (octubre de 2023).
6) El Estado keniano está “obligado” a “criminalizar la homosexualidad en todas sus formas” (diciembre de 2023).
7) “¡Los pervertidos LGTB adoran a satanás! ¡Muéstranos el lugar para que podamos arrestar y procesar a los criminales!”, escribe, enlazando su tuit a un reportaje de la BBC sobre una “discreta iglesia” que recibe a fieles miembros del colectivo LGTB en Kenia (diciembre de 2023).
8) La homosexualidad es una “amenaza existencial para la humanidad” (febrero de 2024).
9) “¡DEBEMOS impedir que la perversión homosexual/LGTBQ con sus vicios del travestismo nos sea impuesta por los perdidos Estados Unidos y Europa! ¡NUNCA, NUNCA cambiaremos nuestra cultura […]!” (junio de 2024).
10) La reciente victoria de Trump ha tenido efectos euforizantes sobre Kaluma. Este mensaje es un ejemplo: “Es el colapso del imperio de la Homosexualidad/LGTBQ de Obama […]. Todos los homosexuales/pervertidos LGTBQ deberían abandonar Kenia o enfrentarse a procesamientos y encarcelamientos: NO MÁS ASILO EN EEUU POR RECLAMACIONES DE PERSECUCIÓN SEXUAL. DIOS BENDIGA A TRUMP” (noviembre de 2024).
El diputado, que declara “aborrecer” la homosexualidad, no se queda en palabras. Kaluma es promotor de una ley para endurecer el trato de Kenia a los homosexuales, en línea con la aprobada en 2023 en Uganda.
La federación internacional de organizaciones por los derechos LGTBI Ilga Mundo mantiene publicado en su web un “borrador” de la norma presentado por Kaluma en febrero. El texto, que tuvo repercusión en medios como EL PAÍS, BBC y Reuters, establece penas que van desde un mínimo de diez años de cárcel para el sexo homosexual consentido hasta la pena de muerte para la “homosexualidad agravada”, por ejemplo cuando tiene lugar “contra” un discapacitado, un enfermo mental, un familiar, una persona mayor, alguien con la conciencia alterada por el alcohol o las drogas o alguien que contrae una enfermedad terminal como consecuencia del sexo. La “cadena perpetua”, según esa propuesta legal, no se aplicaría simplemente por el hecho de ser gay o lesbiana, como ha defendido Kaluma, pero sí por cualquier conducta que “involucre” a un menor de 18 años “en la homosexualidad”, definición que no se limita a la práctica del sexo.
Juniper Muitha, activista para África Oriental de Amnistía Internacional, explica por correo electrónico que “Kaluma es la fuerza impulsora detrás del proyecto de la ley de protección familiar [así se llama la norma] y fue jefe de la delegación [keniana] en la Conferencia Interparlamentaria Africana sobre Valores Familiares y Soberanía en Uganda el año pasado”. “Allí la delegación decidió que presentaría un proyecto de ley similar en Kenia”, señala.
Este periódico ha tratado de recabar la versión de Kaluma a través de diversos medios, entre ellos el Parlamento de Kenia, el Movimiento Democrático Naranja y Red Política de Valores, sin éxito.