Más actores para el análisis a fondo de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell que ha arrancado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El sindicato UGT ha pedido personarse en la denominada segunda fase de estudio del organismo supervisor por el “impacto relevante en las condiciones de competencia en el mercado bancario y, en particular, en relación con los trabajadores de este sector”. En conceto, la organización sindical recuerda que la fusión podría implicar una pérdida de empleo para hasta 10.500 trabajadores y subraya contar con casi 150 representantes elegidos por los trabajadores de ambas entidades, “lo que significa que tiene un interés directo en esta operación bancaria”.
En una nota de prensa difundida este lunes, UGT explica que “la fusión propuesta, de llevarse a cabo, podría tener consecuencias significativas para la economía, especialmente en términos de disponibilidad de crédito y empleo, afectando tanto a autónomos y pequeñas y medianas empresas (pymes), como a las familias (tanto de financiación domestica como por acceso a la vivienda), y produce una grave preocupación en el personal empleado en ambas entidades financieras”.
“Teniendo en cuenta el impacto que podría tener la decisión de esta Comisión en relación con la operación en los empleados que esta entidad representa, resulta esencial para UGT poder personarse en este expediente con el objeto de participar de primera mano en el mismo”, concluye el escrito elevado a la CNMC, que repasa cada una de las grandes áreas de posible impacto de una fusión.
La CNMC ha decidido iniciar la fase dos de la opa, lo que supone someter a la transacción a un escrutinio más severo, que incluye la intervención del Gobierno (opuesto frontalmente a la transacción), y dilata además los plazos hasta la primavera. El BBVA contaba con que la transacción se aprobase en primera fase y unos seis meses después de su lanzamiento, fecha que se cumplió el pasado 7 de noviembre.
La novedad llega después de que el BBVA intente cambiar el tono y comience a promover el dialogo con los accionistas del Sabadell. El banco que preside Carlos Torres -que en los últimos meses ha incidido en que, desde su punto de vista, la oferta sobre el banco catalán no es hostil- ha lanzado una nueva campaña de publicidad en la que apela directamente a los accionistas de su competidor y les invita a dialogar bajo la premisa: “¿Cómo podría ser nuestro nuevo banco?”. Durante la semana pasada, las principales asociaciones empresariales catalanas anunciaron su intención de personarse en el proceso, así como los minoritarios del Banco Sabadell.
Impacto por cuadruplicado
En este sentido, y respecto al empleo, UGT detecta “una posible reducción significativa de empleo como resultado de la fusión”. En concreto, calcula una pérdida de entre 7.685 y 10.567 puestos de trabajo, así como el cierre de entre 589 y 883 oficinas a nivel nacional, con un impacto especial en Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia donde el Banco Sabadell tiene una fuerte presencia.
“Esta fusión produciría la destrucción de un gran número de empleos en ambas compañías. Además, la reducción de la capacidad de las empresas y autónomos para acceder al crédito supondría la destrucción de empleo en múltiples sectores, no solo en banca. Es esa preocupación la que motiva que ambos sindicatos queramos trasladar nuestra inquietud porque esta operación destruya un gran número de puestos de trabajo, tanto del sector bancario como el vinculado a la pequeña y mediana empresa, sobre todo catalana pero también del resto del Estado”, expone el sindicato.
En lo que respecta al impacto en la disponibilidad de crédito, UGT proyecta una reducción del 8% en la disponibilidad de crédito, lo cual se traduce en una disminución de más de 54.000 millones de euros en préstamos, según los cálculos realizados por sus servicios de estudio. “Esta reducción afectaría particularmente a las pymes, autónomos y a las familias trabajadoras, comprometiendo la viabilidad y competitividad de muchas empresas, y los empleos asociados a ellas. Las pymes y autónomos, que dependen del crédito como “oxígeno” para sus operaciones, enfrentarían un aumento en los costos empresariales debido a la menor oferta de financiamiento”, señala la organización sindical en su escrito.
En tercer lugar, UGT considera que un aumento de la concentración bancaria supondría un “grave limitación de la competencia en un sector estratégico de la economía española”. “La fusión aumentaría la concentración bancaria en España, situándonos por encima de la media europea”, apuntan a la vez que inciden en que los dos principales bancos, CaixaBank y la nueva entidad resultante BBVA-Banco Sabadell, controlarían el 73,7% de las oficinas bancarias, “reduciendo la competencia en el mercado y afectando negativamente a los consumidores con peores precios y servicios financieros, menor remuneración de depósitos y un aumento de las comisiones”. Esto, además, conllevaría “un empeoramiento del servicio bancario a clientes y un aumento de la exclusión financiera principalmente en personas mayores y en habitantes de la llamada España vaciada”, añade.
Los tres impactos anteriores sumarían, en definitiva, una serie de “implicaciones sociales y económicas”, según UGT, que teme que se debilite el tejido social y económico, especialmente en territorios como Cataluña y Comunidad Valenciana. “La reducción de puestos de trabajo y la mayor concentración bancaria podrían perjudicar la dinámica empresarial y la orientación hacia los intereses de las empresas locales”, augura.
Por todo ello, UGT manifiesta su “intranquilidad por el impacto laboral de esta fusión” que, además de las pérdidas laborales y de competencia “afectaría a empleados de todas las edades, exacerbando la desigualdad en el acceso de servicios bancarios, especialmente en regiones menos desarrolladas”, concluye.
Y para cimentar todavía más su tesis, UGT esgrime una sentencia del Tribunal Supremo que se refería a los trabajadores de un sector afectado por una concentración: “Su esfera personal se ve afectada, cuando al menos de manera indirecta o refleja, a través de actuaciones que entienden limitativas de la libre competencia en el ámbito en que desenvuelven su ejercicio profesional” (sentencia del Tribunal Supremo de 9 de junio de 2000, recurso número 533/1994, FD cuarto).