‘The New Yorker’ elige ‘Cerrar los ojos’ de Erice, mejor película del año | Cultura



“Después de una ausencia de varios años en el mundo del cine, una leyenda octogenaria resurge con una obra de arte que parece un resumen de su carrera”, reza el texto con el que el crítico de cine Justin Chang describe a la película que ocupa el primer lugar en la lista de las mejores películas de 2024 de la prestigiosa revista estadounidense The New Yorker. “¿Megalópolis, de Francis Ford Coppola?”, pregunta el crítico ante la descripción. Luego, se auto responde: “Bueno, sí. Pero la descripción se aplica con más fuerza a Cerrar los ojos, el primer largometraje nuevo en más de tres décadas del autor español Víctor Erice”. La revista elige a la película española, el esperado regreso de un autor indispensable en la historia del cine —con solo cuatro largometrajes—, y que pasó sin pena ni gloria por los premios Goya de febrero de 2024, para liderar una lista que se aleja de la popularidad del público, completada por filmes en su mayoría independientes como No esperes demasiado del fin del mundo, El mal no existe, o Nickel Boys (una de las películas que suena para los Oscar).

“Comienza como una historia de detectives cinéfilos, en la que un cineasta retirado (Manolo Solo) se propone resolver una desaparición de hace mucho tiempo, y luego se transforma en un irónico drama hawksiano de amistad y descubrimiento. En sus pasajes finales trascendentes, la película adquiere el silencio inquietantemente consolador de una sesión espiritista, como si nos estuviera confrontando con el espíritu mismo del cine”, termina Chang, ganador del Pulitzer en el apartado de crítica. El largometraje del autor de El espíritu de la colmena —su ópera prima, estrenada en 1973— representó su regreso en solitario a la pantalla grande tras El sol de membrillo, que se estrenó en 1992. Llegó a las salas estadounidenses en agosto de 2024, casi un año después de su estreno en España, en septiembre de 2023.

La opinión de Chang sobre la película de Erice, se alinea con la de la mayoría de críticos nacionales e internacionales. De hecho, la lista de Babelia de las mejores películas de 2023, la incluyó. “Ahora nadie narra ni filma ni cuenta así. Película de otro tiempo, y esto es un elogio, ajena a cualquier tendencia o academia, Cerrar los ojos respira de una forma distinta y esa sublime particularidad hay que celebrarla”, dice el texto del suplemento de EL PAÍS. Pero la buena crítica nunca se vio reflejada con premios, ni en la difusión y recaudación del filme. De las 12 nominaciones que recibió para los premios Goya del año pasado, solo consiguió uno, el de mejor actor de reparto, por la interpretación de José Coronado. De la ausencia de reconocimientos entonces, Javier Ocaña escribió en este diario después de la ceremonia: “Un cuestionable extravío, en una gala que por segundo año consecutivo —casualidad o no, desde que Fernando Méndez-Leite dirige la Academia—, resultó modélica en todos los sentidos. Pero los votantes han apostado por el espectáculo, en lugar de por la mirada”. También se fue en blanco en los premios Forqué y en los Feroz.

La sociedad de la nieve, la de más recaudación del año y la más premiada de aquellos Goya —con 12, incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección—, también le ganó la carrera para representar a España en los Oscar. La película de Juan Antonio Bayona, de mucho mayor difusión, logró 80 millones de euros de recaudación, ante el menos de medio millón de Cerrar los ojos. Una diferencia igualmente abismal en el presupuesto de cada título —60 millones para La sociedad de la nieve, y solo tres para la obra de Erice—.

En la lista de The New Yorker la mayoría de las seleccionadas se estrenaron en festivales de cine antes de llegar a las salas de Estados Unidos por unas pocas semanas —las que más—. Ahí están títulos como La luz que imaginamos, la película india de Payal Kapadia, de menos de un millón de recaudación; Music, de Sia, que apenas supera el medio millón; o No other land, que no alcanzó los 100.000 euros. En realidad, de las primeras diez que Chang presenta, solo una, La quimera —posición número seis—, de Alice Rohrwacher, recaudó más de dos millones de euros en taquilla, una de las pocas historias de éxito del cine independiente del año.

“Es fácil hundirse en la melancolía existencial sobre las películas, sucumbir a la ansiedad por la disminución de los ingresos de taquilla, la disminución de las ventanas de estreno en las salas y la creciente inconstancia del público pospandémico. Claro, de vez en cuando se animan y se dirigen al multicine para ver una secuela de moda como Del revés 2, Dune: Parte 2 o Gladiator 2, cuenta Chang. Su lista, liderada por la última película del octogenario director español, se desprende del éxito de público, cada vez más ligado a los premios, y apuesta, esta vez, por la mirada más que por el espectáculo.



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