Tal y como estaba previsto y anunciado, este jueves 16 de enero Sonia de Noruega, de 87 años, se ha sometido a una operación en la que le han implantado un marcapasos. Según ha informado la casa real, la esposa de Harald V ha sido intervenida a primera hora de la mañana en el Rikshospitalet de Oslo —centro al que acudió ayer por la noche—, la operación ha sido un “éxito” y la monarca se encuentra “bien”. Según añaden, está previsto que la reina permanezca en el hospital entre uno y dos días.
Esta intervención médica se produce después de que la reina noruega fuera ingresada el pasado fin de semana debido a un episodio de fibrilación auricular mientras disfrutaba en un viaje lúdico y privado en la nieve en Lillehammer, una pequeña ciudad en el interior del país y que es conocida mundialmente por sus centros deportivos, y también por haber albergado los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Pese a la alarma inicial, fuentes de la familia real confirmaron entonces que se encontraba fuera de peligro y en observación, y pocas horas después era dada de alta tras haberse restablecido su latido normal. A pesar de eso, el equipo médico decidió que lo mejor era que pasara por quirófano para solucionar de manera definitiva el problema diagnosticado.
La fibrilación auricular es una de las arritmias cardiacas más frecuentes, llegando a causar irregularidad en el ritmo o en la frecuencia en la que late el corazón en condiciones normales. Se trata de una patología que afecta, sobre todo, a personas mayores de 60 años y que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular. Y aunque Sonia de Noruega siempre ha gozado de buena salud, a diferencia de su marido, ahora ya tiene 87 años. La última vez que estuvo de baja por causa médica fue en octubre de 2019, cuando tuvo que cancelar su agenda tras sufrir una infección respiratoria. Desde entonces, se ha mostrado siempre activa en sus compromisos oficiales con la agenda real.
Por el momento, la madre del heredero al trono no tiene ningún compromiso en las próximas semanas, a la espera de cómo evoluciona de esta intervención quirúrgica. Su último acto oficial se celebró el 9 de enero, cuando se reunió con las portavoces de una asociación para mujeres de minorías inmigrantes con la que lleva años colaborando. Mientras se recupera, será el príncipe Haakon quien se convierta en regente después de que la casa real noruega comunicase que el soberano estará fuera del país desde el próximo sábado en un viaje privado del que no se conocen detalles y que, por ahora, continúa en pie pese a la operación de la reina Sonia.
Este es un nuevo golpe para la familia real del país escandinavo, que vive un momento delicado desde hace meses y se enfrenta a las críticas por la gestión del mediático caso protagonizado por Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit, tras ser detenido y acusado de dos presuntas violaciones que se siguen investigando. Una situación que les ha puesto en el foco mediático desde el pasado verano. Todos ellos han preferido mantenerse en un discreto plano y evitar así la exposición pública ante uno de los sucesos más difíciles de gestionar del largo reinado de Harald V.
Un rey que enfrenta una etapa complicada teniendo en cuenta su edad y sus constantes problemas de salud, que le han obligado a dar un paso atrás y ceder todo el protagonismo a su hijo, el príncipe Haakon de Noruega. Pese a ello, el monarca se niega a abdicar, ya que entiende que el juramento se hace “para toda la vida”, como ha dicho en más de una ocasión. De hecho, también tuvo que ser intervenido para implantarle un marcapasos el pasado mes de febrero de 2024. Todo ello después de sufrir un problema de salud mientras se encontraba disfrutando de unas vacaciones privadas en Malasia con motivo de su cumpleaños. Un viaje de celebración que va a repetir de nuevo este 2025.