Nuevo capítulo en el interés de Sidenor por Talgo. El presidente de la siderúrgica, José Antonio Jainaga, trasladó la semana pasada a Trilantic, el principal accionista del fabricante ferroviario con el 29,9% del capital, una propuesta que suponía un pago de más de 140 millones, por encima del valor de mercado de esa participación. En la jornada de este lunes, Talgo acumula una subida en Bolsa de casi el 3%, hasta 3,46 euros por título, lo que valora el paquete accionarial de Trilantic en más de 128 millones. La oferta de Jainaga ronda los 4 euros por acción, por debajo de la petición de 5 euros por título que quiere Trilantic. El desembolso al que estuvo dispuesto en su día el grupo húngaro Magyar Vagon. Posteriormente, el Gobierno bloqueó la operación al considerar que Talgo era una empresa estratégica para el país.
Jainaga y un equipo de directivos de Sidenor, agrupados en su brazo inversor Mirai, no quiere comprar más del 30% de capital para evitar lanzar una opa sobre Talgo. En el camino, el empresario vasco está buscando aliados para compartir el esfuerzo financiero. Entre ellos, las fundaciones BBK, Kutxa y Vital, accionistas de Kutxabank. El banco participa en otra empresa del sector ferroviario, CAF, que ya ha dejado claro que no le interesa formar una corporación industrial con Talgo, puesto que sus planes de futuro van en otras direcciones (establecimiento industrial en Estados Unidos y en los países nórdicos).
Los gobiernos de Madrid y Vitoria ven con buenos ojos la operación de Mirai, porque conformaría un grupo industrial de accionariado nacional. El Ejecutivo de Pedro Sánchez podría apoyar esta opción con la entrada de Sepi en el accionariado de Talgo. Y desde el Gobierno vasco ya han manifestado que también participarían, en su caso a través del fondo Finkatuz, que ya está presente en el capital de otras empresas vascas, como la propia CAF, la aeronáutica ITP Aero y la láctea Kaiku.
En apenas un mes concluye el pacto de los principales accionistas de Talgo, que en su día acordaron la venta en bloque de sus acciones, lo que impedía desinversiones por separado. Trilantic, la familia Oriol y la sociedad Torreal de Juan Abelló suman un 40% de Talgo. Pero el acuerdo concluye en 2024 y cada uno es libre de tomar sus propias decisiones a partir del 1 de enero. Mientras, Talgo sigue con problemas para hacer frente a una cartera de pedidos de 4.000 millones, cuyo cumplimiento en plazos y volumen exigiría la puesta en marcha de un plan de inversiones para reforzar su capacidad industrial, pero la prioridad de los citados accionistas es la de vender sus títulos.