Seis turistas extranjeros han fallecido y al menos dos se encuentran hospitalizados tras consumir bebidas alcohólicas supuestamente adulteradas con metanol en Laos. Dos adolescentes australianas, una joven británica, dos danesas y un estadounidense han muerto recientemente tras lo que parece ser una intoxicación masiva en Vang Vieng, un pintoresco pueblo ubicado a dos horas en coche de la capital, Vientián, y que ha sido durante lustros un destino popular entre viajeros jóvenes que recorren el Sudeste Asiático. La Policía está investigando el suceso, del que de momento se desconoce el número total de afectados.
La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, ha confirmado este viernes por la tarde el deceso de Holly Bowles, la segunda adolescente australiana intoxicada tras ingerir los presuntos cócteles contaminados. Su muerte se produce un día después de la de la amiga con la que viajó a Laos, Bianca Jones. Ambas tenían 19 años.
Las dos australianas enfermaron el 12 de noviembre después de una noche de fiesta en Vang Vieng. Los empleados del albergue donde se alojaban las encontraron convalecientes en su habitación 24 horas más tarde, después de que no hubiesen realizado a tiempo el registro de salida. Ambas fueron trasladadas de inmediato a un hospital de Laos, pero cuando su situación empeoró se organizó una evacuación de emergencia a la vecina Tailandia, detalla la agencia Associated Press (AP), donde ingresaron en hospitales diferentes. La cadena de televisión australiana ABC informa, citando a las autoridades tailandesas, de que la causa de las muertes ha sido el alto nivel de concentración de metanol en sangre.
La policía laosiana ha detenido este viernes al gerente y al propietario de Nana Hostel, donde se hospedaron Jones y Bowles. En la víspera, el administrador del hostal comentó a la agencia AP que, la noche de la presunta intoxicación, el albergue había invitado a un centenar de huéspedes a chupitos de vodka local y que las dos amigas se encontraban en ese grupo. De acuerdo con su versión de los hechos, más tarde ambas se dirigieron a otro bar. Ningún otro visitante padeció problemas de salud, agregó el gerente de Nana Hostel.
En declaraciones recogidas durante esta semana por ABC, el dueño de Nana Hostel aseguró que las autoridades ya habían revisado todas las bebidas que se venden en su local. “Todo nuestro alcohol es seguro. En ocho años, nunca había ocurrido algo así”, aseveró. Un agente de la policía turística de Vang Vieng ha adelantado a AP que hay “varios detenidos” relacionados con este caso, pero que, de momento, no se han presentado cargos.
El jueves por la noche, el Ministerio de Exteriores de Reino Unido confirmó la muerte en Laos de una turista británica de 28 años, también por intoxicación de metanol. Horas antes, el Departamento de Estado de Estados Unidos comunicaba que un ciudadano estadounidense había fallecido en Vang Vieng y que correspondía a las autoridades locales determinar las causas del deceso. Por su parte, las autoridades de Dinamarca han hecho público que dos chicas danesas, de 19 y 20 años, fallecieron en la nación asiática la semana pasada. Londres, Washington y Copenhague no han revelado tanta información como Camberra.
La Cancillería de Nueva Zelanda notificó este jueves a los medios locales que uno de sus ciudadanos también había enfermado en Laos y que podría tratarse de una intoxicación de metanol. El Ministerio de Exteriores de Países Bajos ha avisado asimismo de que un turista holandés ha sido trasladado al hospital, pero que se encuentra estable. Se desconoce el número total de pacientes intoxicados.
Extremar las precauciones
Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá han emitido advertencias de viaje para sus ciudadanos, en las que se pide que se extremen las precauciones a la hora de consumir bebidas alcohólicas en Laos, “particularmente cócteles y bebidas hechas con destilados que podrían haber sido adulterados con sustancias nocivas”. Se recomienda, en cualquier caso, que se compren en “bares, hoteles y tiendas de licores que cuenten con licencia”, “se eviten las bebidas caseras” y “se compruebe si la botella presenta signos de falsificación o manipulación, como etiquetas con mala calidad de impresión o con faltas de ortografía”.
A diferencia del etanol (uno de los principales componentes de las bebidas espirituosas), el metanol no es apto para el consumo humano. Aun así, algunos fabricantes de licor de contrabando lo añaden como solución barata para aumentar los niveles alcohólicos del producto. Los síntomas iniciales de una intoxicación por metanol son somnolencia y mareos, que pueden escalar a cefalea y dolor abdominal, y, en casos graves, provocar convulsiones, ceguera permanente, parada cardiorrespiratoria e, incluso, la muerte.
Miles de personas sufren intoxicaciones por metanol cada año en todo el mundo. La mayoría de los casos registrados en Asia se producen tras consumir licores de contrabando o de fabricación casera. En junio, fallecieron en la India 57 personas por una intoxicación de este tipo y, en agosto, murieron seis en Tailandia y casi una treintena tuvo que ser hospitalizada.