Cataluña empieza a prepararse para un verano de negociaciones políticas y una eventual investidura al límite del plazo legal, en agosto. Un día después de que Salvador Illa (PSC) pidiera “más tiempo” para hacer viable una “mayoría progresista” en el Parlament de Catalunya, el presidente de la Cámara, Josep Rull, ha admitido que no puede “forzar” a los candidatos que no han conseguido los apoyos suficientes a afrontar una sesión de investidura antes del 25 de junio, el último día establecido para hacerlo en una primera ronda. Las diferencias políticas y la complejidad de unas negociaciones que pueden afectar directamente la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez llevan a los diferentes actores a contar con ampliar los horizontes hasta el 25 de agosto, el límite reglamentario antes de caer en una repetición electoral.
Esquerra Republicana (ERC) ha tachado de “irresponsabilidad” que tanto el PSC como Junts quieran esquivar este debate de investidura por no disponer de apoyos suficientes. La previsión es que Rull anuncie este miércoles por la tarde, cuando concluya la ronda de consultas, si anuncia la celebración de un pleno para escenificar ese fracaso o bien firma la resolución de un “acto equivalente” para que empiece a correr el reloj. Esa fue la forma excepcional que utilizó el Parlament para iniciar la carrera para sustituir al expresident Quim Torra, condenado por desobediencia.
“Es inconcebible e irresponsable que ningún representante quiera presentarse. Es irrespetuoso con el Parlament y con la propia ciudadanía”, ha afirmado la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que ha recordado que, en su día, el expresident Pere Aragonès se sometió al debate de investidura aunque solo tuvo los votos de la CUP y no de Junts. “Fue una cuestión de responsabilidad, de presentar las políticas que queríamos hacer”, ha dicho instando tanto al PSC como a Junts a asumir ese liderazgo.
El PSC y ERC han difundido sendos escuetos comunicados en los que anuncian que han empezado formalmente las negociaciones. Illa precisa los votos de ERC y los comunes para “armar”, dice, esa mayoría de izquierdas mientras que Carles Puigdemont (Junts) necesitaría una abstención del PSC, que estos ya han negado para alcanzar la Generalitat. Ante el previsible bloqueo, Rull admite que el día 25 “empezará a correr el reloj” electoral. El reglamento del Parlament establece que tras una primera investidura fallida, si el pleno no consigue una votación favorable en un periodo de dos meses, se deben repetir las elecciones. En este caso, el plazo acaba el 25 de agosto. “Un presidente del Parlament es como una matrona: ayuda a nacer, pero no puede forzar nada”, ha remarcado Rull en una entrevista en La 2.
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El presidente del Parlament ha empezado este martes la ronda de contactos para evaluar posibles apoyos de cara a la investidura. Ha convocado a Jéssica Albiach, líder de los comunes, y se reunirá después con Vox, CUP, Aliança Catalana y PP; y el miércoles, con PSC, Junts y ERC. “A lo largo de estas reuniones pueden aparecer algunos conceptos que ahora nos pasan inadvertidos”, ha planteado para abrir la puerta a todas las posibilidades. “Fíjese como se constituyó la Mesa del Parlament”, ha comparado en relación a los acuerdos de última hora que los partidos independentistas realizaron en las horas previas a la sesión constitutiva para garantizarse una mayoría en la Mesa. “Esta es la única mayoría que se ha acreditado como operativa y no es menor”, ha dicho. En todo caso, Rull también ha recordado que “hay margen” para alcanzar acuerdos y ha señalado el precedente que llevó a Puigdemont a la Generalitat en 2016. “Fue investido en el último momento, la última tarde, un domingo, al último momento”.
Jordi Turull, el secretario general de Junts, ha profundizado en la línea que abrió este lunes Carles Puigdemont, para criticar los acercamientos entre el PSC y ERC. Turull ha manifestado que las conversaciones para investir a un presidente de la Generalitat deberían correr al margen de “la negociación de la financiación propia para Cataluña”. Turull señala que el modelo de financiación catalán es una carpeta que tiene que abordar directamente Pedro Sánchez, que es quien quiere “tener Presupuestos y ser presidente del Gobierno”. De esta manera, Junts insiste en la idea de que el juego de alianzas que se establezca en el Parlament tiene capacidad para alterar el equilibrio de mayorías en el Congreso, donde Junts apoya al Gobierno del PSOE.
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