Casi dos meses después de la caída política de Íñigo Errejón, Movimiento Sumar —el partido de Yolanda Díaz, integrado a su vez en la coalición de partidos Sumar— ya tiene sustituta para la redacción de la ponencia política de su próxima asamblea. La secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez, releva al exportavoz parlamentario en la elaboración de ese documento, que será la base de discusión en la cita que se celebrará los días 29 y 30 de marzo. La asamblea del partido, que estaba fijada para el pasado diciembre y que debe decidir al sustituto de Yolanda Díaz y el modelo organizativo de la formación, se pospuso a petición de los militantes de los territorios coincidiendo con la crisis desatada por la dimisión de Errejón, acusado de acoso sexual.
Martínez (León, 49 años), número dos de Pablo Bustinduy en el ministerio, es una de las cuatro coordinadoras interinas de Movimiento Sumar desde que el pasado junio la vicepresidenta segunda dio un paso al lado, menos de tres meses después de haber sido nombrada. La politóloga, activista social e historiadora ejerce también como responsable de Transformación Ecosocial en la ejecutiva del partido.
Exmiembro de Equo, entre 2016 y 2019 Rosa Martínez fue diputada por Vizcaya en las listas de Podemos y Unidos Podemos. En 2019 dejó Equo y continuó como independiente dentro de la coalición. En 2020 perdió las primarias de la formación para ser candidata a lendakari y dejó la política, a la que volvió en 2023.
La nueva encargada de la ponencia tiene el reto de desarrollar la tesis ideológica de la organización en un momento de declive electoral, cuando Sumar no remonta en las encuestas y sin ser ya el director de orquesta del conjunto de la coalición, cuyos partidos, desde los malos resultados de las europeas, exigen una relación de igual a igual con la formación de Díaz. El resto de partidos, de hecho, no estarán ya en esta segunda asamblea, ni formarán parte de la ejecutiva, tal y como estaba previsto inicialmente, cuando los de Díaz pretendían ser el paraguas de todas las demás fuerzas políticas y evolucionar a algo más que una mera confluencia electoral.
Los trabajos de preparación para la cita de marzo se desarrollarán, además, en un contexto complejo, con las negociaciones de los Presupuestos en marcha, sin certezas para su aprobación y con Podemos y Junts ejerciendo una presión creciente al Gobierno.