Un relieve románico del siglo XII, La adoración de los Reyes, grabado para la ermita de San Pedro de Tejada (Burgos), se iba a subastar unos 800 años después por 25.000 euros de salida en una sala especializada en antigüedades de Barcelona. Una operación de la Guardia Civil ha permitido recuperar esta reliquia de gran valor histórico, cultural y patrimonial desaparecida de su templo al poco tiempo de que este fuese declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, en 1935. La publicación de la sala de subastas de las características de esa pieza, en la que se destacaba que en su momento perteneció a la ermita burgalesa, permitió activar a los investigadores, que lo decomisaron cautelarmente y comprobaron que se trataba de ese preciado relieve. Una vez confirmado, se ha trasladado al Museo de Burgos. En la denominada Operación Zaratustra han trabajado la Guardia Civil, el Ministerio de Cultura y la Junta de Castilla y León.
El bloque artístico representa una escena de La adoración de los Reyes y se encontraba incrustado en la parte superior, del lado del Evangelio, en el presbiterio de esta pequeña iglesia, ubicada en el pequeño núcleo de Puente-Arenas, correspondiente al municipio de Merindad de Valdivielso (Burgos). La imagen representa a “figuras dispuestas según la fórmula tradicional que luego veremos repetirse con frecuencia en el románico burgalés, es decir, la Virgen sentada con el Niño, a la derecha el primer rey arrodillado ofreciendo su don y detrás de él, otro que se vuelve para hablar con el tercero, ambos de pie”, según el comunicado difundido por la Guardia Civil, conforme a la publicación de la casa de subastas, copiada a su vez de la descripción que hizo en 1959 el especialista José Pérez Carmona. Este característico rasgo del románico sirvió para corroborar las sospechas de que se trataba de ese conjunto arrebatado de la ermita de San Pedro de Tejada, cuya protección en 1935 como Monumento Histórico Artístico Nacional no sirvió para que no fuera retirada ilegalmente de allí.
El relieve iba a ser subastado, con un precio de partida de 25.000 euros, por una sala de subastas barcelonesa especializada en el sector de las antigüedades. Esa misma entidad difundió que el conjunto se correspondía con el relieve en cuestión y aludió a los estudios del experto José Pérez Carmona, que en 1959 aludió a la existencia de esa pieza en su obra Arquitectura y escultura románicas en la provincia de Burgos.
La publicación destacaba la meticulosidad de la escena y la establecía como la más reseñable de esa iglesia. Esa tesis doctoral permitió que los investigadores contextualizaran el valor y rigor de ese relieve románico y que las labores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pudiera intervenir cautelarmente y comprobar, “sin ningún género de duda”, que fue extraído de la ermita después de 1935.
El juzgado que ha instruido el caso ordenó, ante estas evidencias, que se interviniera y trasladara el relieve del siglo XII por parte de la sección de Patrimonio Histórico de la UCO junto a personal especializado del Museo de Burgos. Así, el relieve se derivó a Burgos, donde un “estudio pormenorizado” sirvió para corroborar que “este relieve es el mismo que se encontraba en el muro norte del presbiterio de la ermita de San Pedro de Tejada”.