Políticos de TikTok al servicio de Putin | Opinión



La primera vuelta de la elección del presidente de Rumania ha proporcionado una nueva e inquietante sorpresa que viene a complicar el paisaje de una Europa central cada vez más perturbada por la escalada de la guerra de Rusia contra Ucrania. Calin Georgescu, un candidato ultranacionalista y antisemita, ahora sin partido, ha quedado primero con el 22,9% de votos, contra todas las previsiones y gracias a una campaña antisistema dirigida a los jóvenes y desarrollada fundamentalmente en la red social china TikTok, con la presumible ayuda que Moscú está prestando a cuantas fuerzas políticas y sociales contribuyan a la desestabilización en el continente europeo.

La clase política rumana se encuentra en estado de shock. El resultado es un bofetón a los partidos tradicionales y para el primer ministro socialdemócrata, Marcel Ciolacu. Ha quedado eliminado en la primera vuelta, al obtener un par de centésimas menos que Elena Lasconi, la candidata de centroderecha que disputará la presidencia el 8 de diciembre a Georgescu. George Simion, candidato de otro partido de extrema derecha, ha sido cuarto, con más de un millón de votos que permiten albergar esperanzas de victoria al candidato ultraderechista, porque Simion ya ha pedido a sus partidarios que voten por Georgescu.

Rumania tiene un sistema semipresidencialista. El presidente rumano no es un jefe de Estado meramente protocolario, sino que tiene competencias en el nombramiento de jueces, seguridad nacional y política exterior; de ahí la alarma que suscita el resultado en las capitales atlánticas y el correspondiente regocijo del Kremlin.

Rumania es estratégica en la guerra entre Rusia y Ucrania. Cuenta con bases militares de la OTAN e instalaciones de defensa antimisiles y es la ruta para el comercio del trigo ucranio. La tasa de inflación rumana es la mayor de la UE, como lo son su déficit presupuestario y los índices de población en riesgo de pobreza, unos elementos que han contado en el castigo de los electores al Gobierno a través de un voto de protesta. Las elecciones generales se celebran intercaladas entre las dos vueltas de las presidenciales, y ahí están puestas las esperanzas para que una alianza de partidos pueda elegir un Gobierno que plante cara al presidente.

Georgescu es un político antiamericano y hostil a la democracia liberal, afín a Viktor Orbán, que compara la UE con la URSS. Son conocidas sus manifestaciones públicas en favor de los dirigentes fascistas de la Guardia de Hierro —el violento y antisemita partido hitleriano del dictador Ion Antonescu, fusilado por su responsabilidad en el exterminio de los judíos—, a los que considera “héroes de la patria”. Si se hace con la presidencia de Rumania, Putin contará con una nueva división en el interior del campo enemigo y un nuevo aliado, dispuesto a cortar toda ayuda a Ucrania y a alejarse e incluso a abandonar la OTAN y la UE.



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