A eso de las once de la noche en Melbourne, los aficionados abandonan la Rod Laver Arena fascinados y con un solo nombre en la boca, porque ya poco importa el susto que ha sufrido previamente Daniil Medvedev —sudando de lo lindo y atacando la red a limpio raquetazo ante Kasidit Samrej, el 418º del mundo— o la meritoria victoria del veterano Gael Monfils contra su compatriota Giovanni Mpetshi Perricard —el gigantón que rompe la pelota con el saque—. Efectivamente, venía, se le esperaba y aquí está, pisando fuerte y confirmando que a corto o medio plazo tal vez haya un giro de guion en el relato de la élite, porque promete. João Fonseca alza el puño y festeja el triunfo contra el ruso Andrey Rublev, y la historia señala que el brasileño (7-6(1), 6-3 y 7-6(5) es el segundo joven que logra batir a un top-10 en su estreno en un grande, después de que lo consiguiera Mario Ancic en 2002 ante un tal Roger Federer —que ganaría la siguiente edición— en Wimbledon.
Allá quedó Ancic, semifinalista en Londres dos años más tarde, séptimo del mundo y torpedeado posteriormente por la mononucleosis, hoy día letrado, y ahora el que embiste y progresa con fuerza es Fonseca. Se la jugaba en la víspera un exnúmero uno, Andy Roddick: “Ganará João”. Y descubre el gran público a un chico al que inmediata e inevitablemente se le compara con el gran Guga Kuerten, triple campeón de Roland Garros y sonriente rey en el cambio de siglo, aunque poco o nada que ver: personalidad y juegos distintos. Ahora bien, tampoco le faltan agallas ni personalidad a este pegador naciente que hace dos años triunfó como júnior en el US Open y que en diciembre se encumbró en la Copa de Maestros de las promesas a la misma edad (18 años) a la que lo hizo en 2021 Carlos Alcaraz.
“Sabía que podía ganarle, pero no tenía ninguna presión”, se sinceró. “A new Fenômeno is born (un nuevo Fenómeno ha nacido)”, proclamaba la organización del torneo. “Todo es nuevo para mí, pero yo no era el favorito. Mi objetivo al llegar aquí era pasar la fase previa, pero ahora las expectativas son mayores y quiero más. Estoy feliz por cómo he jugado, pero ya estoy pensando en el siguiente partido; esa es la verdadera mentalidad de un campeón”, agrega. Y a la espera tirita Lorenzo Sonego, su próximo rival, consciente de que el chico de Río de Janeiro llega como un tiro y de que contará con la atmósfera a su favor, por la excepcionalidad de la irrupción. En el caso de batir al italiano, Fonseca (113º) se aseguraría abandonar Melbourne entre los 100 mejores de la ATP, mientras el tenis latinoamericano, tan necesitado, se frota las manos y el aficionado fantasea con una rivalidad a tres con Sinner y Alcaraz.
“Veo la rivalidad que tienen y es ahí adonde quiero llegar. Quiero ser el número uno, ganar Grand Slams y ser como ellos. Que nos comparen significa una presión positiva para mí”, apunta el brasileño, diestro, de pegada dura y dinámico; al igual que el murciano, de 1,85 de estatura. A comienzos de 2024 era el número 700 y antes de aterrizar en la previa del Open ganó el challenger de Canberra. “No me gusta compararme con nadie, quiero ser yo mismo”, matiza antes de cerrar señalando a sus dos grandes referentes, mientras el público saborea la llegada, más viento fresco, va desempolvándose el circuito: “Roger siempre ha sido mi ídolo. Creo que todo el mundo quiere jugar como él, incluso intenté el revés a una mano de joven durante una semana, pero me hice daño en el codo y me olvidé de ello. Él me inspira y Guga, por supuesto, también”.
Es su turno, parece ser.
CARREÑO VENCE DOS AÑOS DESPUÉS
A. C. | Melbourne
Él carioca fue la luz propia de un día en el que logró avanzar Pablo Carreño, citado con el estadounidense Ben Shelton gracias a su triunfo contra Kamil Majchrzak (6-4, 6-4 y 6-3), el primero después de dos años en un grande; no lo consiguió, sin embargo, Roberto Bautista, rendido por el canadiense Denis Shapovalov en un duelo en el que comenzó mandando (3-6, 6-4, 6-4 y 7-6(8).
Este miércoles, en la cuarta jornada del torneo, intervendrán Paula Badosa (hacia las 11.00, Eurosport y Max, contra Talia Gibson), Pedro Martínez (Alezander Zverev, sobre misma hora) y Alejandro Davidovich (hacia las 7.30, Auger-Aliassime). Antes, en la madrugada española, competirán Alcaraz (hacia las 3.00, Nishioka), Rrobeto Carballés (Duckworth) y Jessica Bouzas (Sabalenka); también Novak Djokovic (Faria).