Jim Abrahams, guionista, director, productor de cine y mente detrás de algunos de los títulos de humor caústico más famoso de los ochenta y noventa, como Aterriza como puedas, ha muerto este martes. Su hijo Joseph ha informado a la prensa del fallecimiento de Abrahams y ha explicado que ha ocurrido por causas naturales en su casa de Santa Mónica, junto a Los Ángeles, en California. Tenía 80 años.
Junto a sus eternos colaboradores y amigos desde que eran niños en Wisconsin, los hermanos Jerry y David Zucker, Abrahams creo una serie de películas donde la risa era el motor principal. Tras montar una compañía de teatro en 1971 llamada Kentucky Fried Theater, poco después se trasladaron a Los Ángeles, donde tuvieron bastante éxito y decidieron llevar su espectáculo a la pantalla. En 1977, la tríada cinematográfica, que se hacía llamar ZAZ, por sus iniciales, dio vida a su primer experimento, un filme llamado The Kentucky Fried Movie, que en español tuvo a bien traducirse como Made in USA o Locura yanqui. Escrita por los tres, estaba dirigida por John Landis, pero el guion era de lo más disruptivo en aquel momento y fue lo que la lanzó a la fama en un cierto circuito independiente hasta convertirla, hoy, en un clásico del humor. La estructura de la película era una sucesión de 26 sketches de humor de distinta duración (de cinco segundos a media hora), independientes por sí mismos, como si fueran pequeñas películas, que a su vez eran homenajes y burlas a otras, pero también a cortometrajes, programas de televisión, informativos, noticias o anuncios. Con apenas 650.000 dólares de presupuesto, se convirtió en todo un éxito, recaudando más de siete millones.
Eso les dio alas a Abrahams y a los Zucker a seguir explorando ese territorio del humor llevado hasta el límite. Lo hicieron a lo grande en 1980 con Aterriza como puedas (¿Y dónde está el piloto?, en América Latina), que se convirtió en un inmenso éxito ya no solo en EE UU sino en todo el mundo. Dirigida y escrita por los tres, y protagonizada por Leslie Nielsen, llegó a estar nominada al Bafta y a los Globos de Oro. Con un presupuesto de 3,5 millones de dólares, logró recaudar nada menos que 83,5 millones en todo el mundo.
La loca historia de un avión al borde del desastre, llena de cameos de estrellas de la televisión de los años cincuenta y sesenta, se convirtió en un clásico instantáneo entre el público pero también entre la crítica, además de —entonces— en la tercera comedia de mayor recaudación del cine. Incluso el diario The New York Times llegó a incluirla en 2003 en su lista de mejores películas de la historia. En una entrevista en 2019 con una radio de Wisconsin, Abrahams reconocía que al principio Paramount se resistió a la idea: “No entendían el motivo por el que queríamos hacer algo como eso. Había algo muy entrañable en esos actores que se ridiculizaban a sí mismos en la película. Básicamente, habían tenido buenas carreras y se reían a su costa”.
La gallina de los huevos de oro del absurdo llevado hasta el extremo dio lugar a un par de secuelas: Agárralo como puedas (1988), Agárralo como puedas 2 1/2 (1991) y Agárralo como puedas 33 1/3 (1994), todas escritas y dirigidas por el trío cómico. También juntos, y también con Nielsen como protagonista, llevaron en 1982 a la televisión la serie Escuadrón de policía (Police Squad!), que apenas tuvo una temporada con seis capítulos. En 1984, con Omar Shriff y Val Kilmer, lanzaron una parodia de las películas de espía de la Segunda Guerra Mundial llamada Top Secret!
Ya él solo, a principios de los noventa, escribió y dirigió Hot Shots, una parodia de Top Gun, con Charlie Sheen como protagonista, que también fue un éxito: costó 26 millones y recaudó más de 180. Tuvo una secuela igualmente exitosa también escrita y dirigida por él. También escribió y dirigió en 1998 Mafia, ¡Estafa como puedas!, una parodia de El padrino, con Jay Mohr, Billy Burke, Christina Applegate y Olympia Dukakis. Desde entonces, solo trabajó como coguionista en la cuarta entrega de Scary Movie, en 2006.
Abrahams, nacido en un pequeño pueblo de Wisconsin llamado Shorewood e hijo de un abogado y una educadora, se hizo amigo de los Zucker desde niño: sus padres eran compañeros de trabajo y las familias acudían a la misma sinagoga. Los tres fueron juntos al instituto e incluso a la universidad, en Madison, Wisconsin. Estaba asentado en Hollywood desde hace décadas, y el año pasado escribió un libro de memorias titulado Surely You Can’t Be Serious: The True Story of Airplane! (Seguro que no vas en serio: la verdadera historia de ‘Aterriza como puedas’). Por supuesto, lo hizo de la mano de sus buenos amigos David (de 77 años) y Jerry (de 74) Zucker. Recopilaron ideas y testimonios durante 10 años para darle forma, y en él contaban las dificultades para que Hollywood aceptara la película y les dejara vía libre para dirigirla.
El director y guionista recordaba en una entrevista recogida por The Hollywood Reporter que, cuando hizo su primera película, pensaba: “Un día me casaré, tendré hijos. Un día tendré que explicarles todo esto”. Y así fue. Desde hace casi medio siglo, Abrahams estaba casado con Nancy Cocuzzo, con quien tenía dos hijos, Joseph y Charlie, y una hija, Jamie, además de tres nietos. Cuando Charlie tenía apenas un año desarrolló una forma compleja de epilepsia, y sufría ataques a diario. Entre otros remedios, desesperados, decidieron apostar por eliminar la medicación y alimentarle con una dieta cetogénica, baja en hidratos de carbono y alta en grasa. Después de cinco años, el niño no volvió a tener ataques. De ahí que Abrahams creara en 1994 una fundación sin ánimo de lucro llamada Charlie Foundation for Ketogenic Therapies. Su interés en ese campo le hizo dirigir incluso un telefilme sobre una mujer que tiene un hijo con epilepsia, llamado Juramento hipocrático (1997). Lo protagonizó Meryl Streep.
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