La primera aparición en público del opositor venezolano Edmundo González tras su llegada como asilado a España ha durado unos 10 segundos y no se le ha escuchado palabra alguna. Este sábado, ante unos 5.000 venezolanos concentrados en la madrileña Puerta del Sol, según el cálculo de este periódico, el candidato antichavista en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio se ha subido al escenario, ha saludado con los dos brazos levantados a los asistentes, ha desplegado una bandera de su país y, sin pronunciar palabra, ha abandonado la tarima. La protesta de Madrid es una de las convocadas al cumplirse dos mese de los comicios por la oposición a Nicolás Maduro en ciudades de todo el mundo contra el actual Gobierno del país sudamericano, que se ha proclamado vencedor en las urnas en contra del criterio de los opositores y ante las dudas de gran parte de la comunidad internacional, que exige al chavismo, sin éxito, la publicación de las actas de los comicios.
Horas antes de la aparición de González a las 19.30, el corazón de la Puerta del Sol se fue llenando de ciudadanos venezolanos que se congregaban para respaldar a quien consideran legítimo ganador de los comicios y, por tanto, legítimo presidente de su país. Entre los asistentes se hallaban algunos denunciantes haber sufrido la represión política en carne propia. Es el caso de Fabiana Mejías, de 26 años, que llegó en 2017 a Madrid después de asegurar ser retenida —“secuestrada”, en sus palabras— ilegalmente durante 24 horas por las autoridades del Gobierno venezolano. En su país estudiaba ingeniería en la Universidad de Carabobo, un centro educativo favorable a la oposición, cuando los guardias entraron a reprimir una protesta y se la llevaron. Después del episodio migró sola a España y a su llegada empezó a trabajar cuidando personas mayores. Años después, cuando regularizó su situación en territorio español, entró a trabajar en el sector de la telefonía móvil. Este sábado acude a la movilización, además de en apoyo a Edmundo González, “para pedir la liberación de Biagio Pilieri” —dirigente político cercano a la líder de la oposición, María Corina Machado— y su hijo Jesús Pilieri, amigo de Fabiana, que cumplen ya un mes retenidos.
Entre quienes han acudido este sábado a la manifestación ha predominado una generación de venezolanos de más de 40 años que lleva la última década radicados en España. Ángelo Paduano, de 61, que portaba una pancarta por la libertad de los presos políticos, llegó a Madrid en enero de 2007, en los primeros años de la migración venezolana a territorio español. “Cuando yo llegué aquí éramos muy pocos, para conseguir un venezolano costaba bastante”, cuenta. En Venezuela trabajaba en la industria petrolera y salió cuando el Gobierno de Hugo Chávez ejecutó un despido masivo de trabajadores que apoyaron una huelga contra su administración. Vino con sus hijos que en ese momento tenían 12 y 9 años. Hoy ellos están cerca de los 30 años, estudiaron aquí y actualmente están trabajando. “Si hay transición en Venezuela regresaría, pero el futuro de mis hijos ya está en España”, apunta.
El líder del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han acudido a apoyar la protesta. Ayuso ha señalado ante lo medios que desde que es presidenta regional ha estado “totalmente comprometida con la libertad de Venezuela”. La política madrileña ha cargado además contra el Gobierno de Pedro Sánchez por no reconocer a González como presidente electo de Venezuela, según ella, porque el Ejecutivo “tiene un compromiso con el expresidente Zapatero”, de quien ha asegurado “que tiene secuestrada tanto la voluntad del Partido Socialista como la del Gobierno que representa a todos los españoles”.
Venezolanos residentes en Euskadi se han concentrado este sábado en las tres capitales vascas para exigir “que se esclarezca la verdad” en Venezuela, pedir respeto a “la voluntad popular” de quienes votaron en las últimas elecciones del país y reivindicar a Edmundo González como “presidente legítimo”. Además, han reiterado su solidaridad con los dos turistas bilbaínos detenidos en el país latinoamericano, a los que el chavismo culpa de ser espías del CNI, y han confiado en que “la diplomacia rinda frutos” y estén “pronto aquí”. En Bilbao, cientos de personas se han congregado a las 18.30 ante el Ayuntamiento para sumarse a la “gran protesta mundial por la libertad de Venezuela”, dentro de la jornada de manifestaciones convocada en 440 ciudades de todo el mundo, 70 de ellas en España.
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