Milei llama desde Italia a la unión global de la ultraderecha: “Hay que ser como una legión romana que se impone a ejércitos más grandes” | Internacional


Apenas unas semanas después del viaje oficial a Argentina de la premier italiana, Giorgia Meloni, el presidente de ese país, Javier Milei, ha correspondido con una visita a Roma para reforzar la “sólida” alianza que mantienen y para participar este sábado del festival político que organizan cada año las juventudes del partido ultraderechista de Meloni, Hermanos de Italia.

El presidente argentino era el invitado estrella de este congreso, denominado Atreju, y no defraudó a los asistentes. Subió al escenario de la mano de la propia Meloni, que lo presentó como el responsable de “una revolución cultural en un país amigo y que sabe que el trabajo es el único antídoto contra la pobreza”, entre vítores, aplausos y gritos de “libertad, libertad”. Desde el palco, Milei llamó a la creación de una especie de entente global de la ultraderecha, una “internacional derechista”, según sus palabras. Una idea que fue recibida por el público con ovaciones.

“Tenemos que estar a la altura del momento histórico y la forma más efectiva de hacerlo es estando juntos, estableciendo canales de cooperación a lo largo y a lo ancho del mundo, retomando la idea de que el mal organizado se vence mediante la organización de los buenos. Debemos trazar lazos ante los atropellos del socialismo con una incipiente internacional derechista”, lanzó Milei. Y resumió: “Tenemos que ser como una legión romana que se impone siempre sobre ejércitos más grandes, precisamente porque nadie rompe la formación”. E insistió en la idea de la unión: “Por creer que los liberales no hacemos manada, muchos han caído en la trampa de no organizarse, en Argentina ese error nos costó muy caro: todo un siglo de humillación […] La izquierda prefiere reinar en el infierno que servir en el cielo. Si tienen que transformar el cielo en el infierno, lo van a hacer, por eso tenemos que responder con una fuerza mayor”.

No es la primera vez que Milei lanza esta idea de unir a la ultraderecha de todo el mundo. También lo pidió en el encuentro en Argentina con la jefa del Gobierno italiano, con quien mantiene una gran sintonía y con quien se ha encontrado en varias ocasiones en su primer año como presidente. Meloni ha querido corresponder la afinidad entre ambos otorgando la nacionalidad italiana al argentino y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, porque sus abuelos emigraron a Argentina desde Calabria a principios del siglo XX. “Más que entre amigos, siento que estoy en familia”, señaló el argentino.

La medida, aunque se encuentra dentro de los márgenes de la ley, ha sido criticada por la oposición italiana, que lleva tiempo reclamando que se facilite el trámite para obtener la nacionalidad a los niños nacidos en el país de padres migrantes, algo que tanto Meloni como sus socios políticos rechazan de pleno. Riccardo Magi, diputado del partido Más Europa, calificó la concesión de la nacionalidad a los Milei como “un insulto”, que supone “una discriminación intolerable contra tantos jóvenes que solo la obtendrán al cabo de muchos años de burocracia”.

Giorgia Meloni, Javier Milei
Giorgia Meloni recibe el viernes a Javier Milei en el Palacio Chigi.Guglielmo Mangiapane (REUTERS)

El argentino se reunió el viernes en Roma con Giorgia Meloni con la intención de fortalecer las relaciones bilaterales entre Italia y Argentina, sobre todo en materia de cooperación judicial, comercio y lucha contra la criminalidad organizada. Y ofreció el sábado en Atreju, que se celebró en el Circo Máximo de la capital italiana, su particular receta “para ejercer el poder”. “No hay que dejar espacio al enemigo, nosotros somos mejores en todo y ellos van a perder contra nosotros. La única forma de combatir el mal organizado es con el bien organizado”, clamó.

Gran parte de su intervención se retransmitió en directo por el canal de información continua de la televisión pública italiana. En su lección magistral sobre cómo gobernar, Javier Milei fue desgranando fórmulas como “mejor decir una verdad incómoda que una mentira confortable”, “no usar las ideas para atraer votos”, o “no formar alianzas políticas con otros espacios”, ya que “el agua y el aceite no se mezclan”. También señaló que “el libre mercado produce prosperidad para todos” y que “el gobierno tiene que ser limitado”. Y subrayó ante su aliada Meloni, que lleva una vida dedicada a la política y acaba de cumplir dos años como primera ministra: “Nos importa un rábano la opinión de los políticos, la política tradicional no nos ha traído más que ruina”.

Milei también lanzó un alegato en defensa de “la libertad de occidente”, un asunto que ha enarbolado con Meloni en otras ocasiones y que definió en Roma como “una causa justa y noble, ya que es nuestra gran hazaña civilizatoria”. Como acostumbra, el argentino concluyó su participación con gritos de “¡viva la libertad, carajo!”, que fueron recibidos con aplausos entre los correligionarios de Meloni.

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