Marcial Bravo, jefe de servicio del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), se encuentra en Sevilla, donde acaba de inaugurarse la I Conferencia Internacional de Personas Desaparecidas. “Venimos aquí a escuchar las quejas de las familias, que nadie les llama, que no les informan de la investigación…”, explica en un encuentro con EL PAÍS. Precisamente, para mejorar la “atención a los familiares” de desaparecidos, el Gobierno impulsó el I Plan Estratégico en Materia de Personas Desaparecidas (2022-2024) y que culmina este año. El CNDES trabaja en el siguiente texto y en actualizar los protocolos de actuación policial en materia de búsqueda. Su función en la dana, donde todavía hay cinco personas sin localizar, empezará realmente cuando ya no se encuentren más cadáveres y siga habiendo desaparecidos. “Esos casos no se olvidan nunca, siempre están en el sistema. Hasta que no se encuentren los restos, la búsqueda no cesa”, subraya.
Pregunta. ¿En qué cambia el proceso de búsqueda en un caso de desaparición normal y en el de víctimas múltiples, como el de la dana en la Comunidad Valenciana?
Respuesta. Son cosas distintas. La desaparición de víctimas múltiples está regulada en un real decreto que especifica qué organismos participan. En este caso, la oficina de forenses, una oficina específica de policía científica y, de acuerdo con esa normativa, la única entidad con capacidad para difundir cifras oficiales es el Ministerio de Justicia, que lo hace a través del Centro de Integración de Datos, que está adscrito al Tribunal Superior de Justicia de Valencia.
P. Ha habido polémica en relación con esas cifras oficiales
R. Nadie ha escondido ningún dato, los datos se están dando en tiempo real. Lo que ocurre es que durante los primeros días la prioridad de la Guardia Civil y la Policía Nacional era la de salvar vidas, hubo 33.000 peticiones de socorro. Tienes que ponderar entre salvar vidas o dar datos administrativos; y durante los primeros días, permanentemente, se salvaron vidas. Ahora, desgraciadamente, se están rescatando cadáveres.
P. ¿Qué le corresponde hacer al CNDES?
R. Nosotros tenemos una base de datos, que se llama PDyRH, donde, por un lado, se recogen las denuncias de todas las bases policiales y nos permite compartir en tiempo real la misma información; y por otro lado, tenemos otro módulo en el que se graba la información de cadáveres y restos humanos y eso nos permite hacer un cotejo entre ambas. Aquí es donde nosotros somos útiles, cuando aparecen los cadáveres y se realiza su identificación se coteja con las denuncias activas. En el caso de las que se han denunciado y no han aparecido los restos mortales, cada unidad de investigación, de la Policía y la Guardia Civil, seguirá la búsqueda hasta que aparezca, porque estos casos no se olvidan nunca. Siempre están en el sistema. Hasta que no se encuentre el cadáver, no cesa.
Hasta que no se encuentre el cadáver, no cesa la búsqueda”
P. Se cumple este año los tres de vigencia del Plan Estratégico en Materia de Personas Desaparecidas. ¿Qué destacaría de su aplicación?
R. Tiene varias líneas de actuación, una de ellas la de prevención y sensibilización, y en este punto hemos desarrollado planes en los centros de formación para que los policías y guardias civiles tengan esa especial empatía y entiendan el dolor y la angustia que tiene un familiar. Hay otra línea de ámbito tecnológico, donde se han hecho muchos desarrollos, en especial una herramienta predictiva de inteligencia artificial que consigue predecir los escenarios que pueden derivar de una desaparición. Pero la más importante es la atención a las familias.
P. ¿Cómo se ha mejorado en ese aspecto?
R. Se ha activado un apoyo y atención psicológica a las familias, y estamos trabajando en la creación de un grupo especial que se mantendrá en el tiempo para atender los casos de larga duración, los que no se resuelven y se prolongan en el tiempo.
P. También están trabajando en la actualización del protocolo de actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad ante casos de personas desaparecidas, ¿también con el foco puesto en las familias?
R. El protocolo es de 2019 y en algunas cuestiones está desfasado Una de las cosas que más preocupa a las familias es la atención por parte de los investigadores, y se está trabajando en tener esa relación de unidad entre la investigación y la familia, pero también nos interesa proteger al investigador, para que no se distraiga con otros asuntos, como atender a los medios de comunicación. Por eso se les va a asignar a las familias un agente que será quién esté en permanente contacto con ellas mientras dure el caso y forjar esa relación de especial confianza. Aunque no siempre se le puede dar toda la información a la familia, porque la investigación puede derivar a casos de violencia machista o agresiones sexuales.
P. ¿Los medios de comunicación ayudan o entorpecen en las investigaciones?
R. Bien utilizados, los medios son un canal muy positivo si dejamos fuera la parte más oscura y escabrosa del morbo. Muchas veces son necesarios, como para la resolución del caso de las niñas de Tenerife [Anna y Olivia]. Teníamos ojos en toda España.
Bien utilizados, los medios son un canal muy positivo”
P. ¿Las redes sociales también sirven de altavoz o se corre el riesgo de que los bulos puedan contagiar las investigaciones?
R. Nuestra experiencia es que son muy útiles, sobre todo si se utilizan bien en la difusión de los carteles con las fotos y la información. Recuerdo un caso de una mujer con amnesia, que no sabía quién era. La investigación llevaba meses abierta, la tratamos con un caso de desaparición, difundimos en redes sociales y a las cuatro horas se consiguió localizar.
P. La media de desapariciones que se denuncian en España es de 25.000, ¿es un dato elevado?
R. Si nos comparamos con países vecinos que manejan datos, porque no todos manejan datos de sus desaparecidos, estamos en números algo más bajos que algunos, y de esos casos, el 95% se resuelven. Pero hay que tener en cuenta que en muchos casos hay tasa de reincidencia, de personas cuya desaparición se denuncia varias veces al año. Y de esos casos, el 95% se resuelven.