La sacudida bancaria y su efecto en los depósitos y los productos de ahorro | Mercados Financieros


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La actualidad financiera está a pie de la calle. La rápida subida de los tipos de interés iniciada el año pasado ha disparado el euríbor, gran conocido de los hogares españoles, y ha dejado colas de ahorradores en el Banco de España para comprar letras del Tesoro. La caída del estadounidense Singular Valley Bank y de Credit Suisse, en el plazo de poco más de una semana, ha colocado además a la banca en el primer plano informativo. Otra vez, como sucedió hace más de diez años, se ha vuelto a hablar de fuga de depósitos y de bancos demasiado grandes para caer. Este viernes los inversores ponían en la diana a Deutsche Bank, que llegó a desplomarse casi el 15%. La inestabilidad bancaria se extiende y los ahorradores han vuelto a preguntarse por la seguridad de su dinero y por el efecto que la sacudida puede dejar en sus ahorros y en el crédito que pagan.

La huella de lo sucedido en la banca estas dos últimas semanas apunta a ser infinitamente más leve que el impacto de la crisis financiera de 2008, con la quiebra de Lehman, o de 2012, con el rescate a la banca española. Las autoridades bancarias insisten en marcar las diferencias y en que los colapsos de SVB y Credit Suisse son casos puntuales. Pero, sin certezas aún de la magnitud definitiva de la sacudida bancaria, su efecto en el mercado sí apunta a tener implicaciones inevitables en el coste del crédito –que se prevé más caro ante un mayor temor de los bancos a prestar– y en las rentabilidades del ahorro más conservador. Fondos de renta fija, la gran baza comercial de los bancos este año, las letras del Tesoro y, muy en menor medida, remuneración de los depósitos, que por ahora permanece impasible ante las alzas de tipos y la sacudida financiera, se ven afectadas por el ciclón bancario.

Distintas fuentes financieras coinciden en que no ha habido movimientos significativos de depósitos en los últimos días en la banca española. El statu quo actual en el producto rey del ahorro se mantiene, con los grandes bancos sin elevar aún el tipo de interés y con las mejores ofertas concentradas en un puñado de entidades online en estrecha competencia. Las letras del Tesoro seguirán rondando el 3%, confirmándose por tanto como una de las opciones más atractivas para el ahorro conservador, y los fondos de renta fija, sujetos a una fuerte volatilidad por los bandazos en las expectativas de tipos de interés, van a continuar en el centro del escaparate bancario. Aunque la posibilidad de que el precio del dinero ya no vaya a subir tanto como se esperaba abre la puerta a ajustes en las carteras y a ir dando un mayor peso a los bonos a más plazo. Los próximos meses hasta el verano van a ser decisivos para dibujar el mapa de la rentabilidad del ahorro, pero los particulares pueden contar ya con algunas claves.

Depósitos

La reciente sacudida bancaria no va a activar la guerra del pasivo. Esta es la primera conclusión que extraen analistas y entidades financieras. “Los grandes van a seguir sin mover ficha y los pequeños y fintech van a continuar con su estrategia de marketing de pagar más para captar clientes, más ofensiva que defensiva”, señalan fuentes bancarias.

En los últimos días se han visto algunos movimientos, como el depósito a tres meses al 2% TAE que lanzó ING el 13 de marzo, primer día de turbulencias financieras, y que cerrará este lunes. O los depósitos de EBN Banco, por primera vez estos días con una rentabilidad superior al 3% TAE a un plazo de tres años. También Santander ha movido ficha, no en depósitos pero sí con una decisión no menos significativa: la eliminación de comisiones para clientes con cuentas o depósitos de al menos 25.000 euros. Y Bankinter pagará un 1% en una cuenta sin comisiones para nuevos clientes. Pero no son días de ofertas muy agresivas en depósitos, a riesgo de dar una señal de necesidad de liquidez capaz de activar las alarmas. “Si alguien saliera con depósitos al 4%, sería a pérdida y un síntoma de problemas”, explica un banquero.

Fuentes financieras argumentan que lo sucedido estos días muestra la importancia de mantener un equilibrio, de no romper el statu quo en la captación de depósitos hasta el punto de acelerar la debilidad de un banco en dificultades, algo que sin duda perjudicaría al conjunto del sector. Además, las grandes entidades españolas se mantienen holgadas de liquidez, sin prisa por pagar más por su pasivo, aunque cada vez con más presión para comenzar a hacerlo más pronto que tarde. La disputa por los depósitos está entre los pequeños bancos online. “Si ING o Pibank suben el tipo de sus depósitos, nosotros tenemos que estar ahí”, sostiene Manuel Puente Gascón, director de estrategia de EBN Banco.

Fondos de renta fija y letras

“Para el ahorrador muy conservador y que esté inquieto, la mejor opción en este momento está en los fondos monetarios”, defiende Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor. Estos fondos invierten en los activos de deuda a más corto plazo y son la vía para exprimir los incrementos de rentabilidades y minimizar en lo posible la volatilidad del mercado de bonos. Son, asimismo, una fórmula paralela para invertir en letras del Tesoro, españolas y extranjeras, aunque no hay que perder de vista la comisión del producto. La compra directa de letras va a ser más rentable en el momento en que la comisión del fondo supere el 0,15%, lo que cuesta su adquisición en las oficinas del Banco de España o la web del Tesoro.

Los fondos de renta fija, ya sean monetarios, garantizados o de rentabilidad objetivo, están siendo la gran baza de la banca para dar respuesta a la mayor exigencia de ganancia del ahorrador conservador, que observa las continuas subidas de tipos de interés sin que el sector pague más por los depósitos. En Mapfre acaban de lanzar un garantizado a un plazo de tres años y dos meses, y ventanas de liquidez semestrales para rescatar el dinero sin penalización. “Los aumentos de tipos ya permiten garantizados con rentabilidades atractivas”, comenta Álvaro Anguita, consejero delegado de Mapfre AM. En opinión de este experto, no es el momento todavía de virar las carteras de renta fija hacia bonos con plazos largos, a pesar de que la sacudida financiera ha dado un vuelco a la expectativa del mercado para el precio del dinero.

La Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra no han renunciado en los últimos días a seguir elevando los tipos, tal y como tenían previsto en su objetivo de combatir una inflación aún muy alta. Pero el final de esas subidas está ya mucho más cerca después de las recientes quiebras bancarias. De hecho, un crédito más caro y escaso bien puede ser el equivalente al efecto contractivo sobre la economía de una subida de tipos. En consecuencia, las rentabilidades de los bonos han descendido con fuerza estos días, en paralelo al ascenso de sus precios, lo que deja significativas ganancias en los fondos de renta fija en el mes de marzo.

Los monetarios son una fórmula comparable a las letras para exprimir rentabilidades a corto plazo

En los fondos de renta fija de la zona euro a largo plazo, las rentabilidades logradas solo en marzo llegan al 4%, según datos de VDOS, fruto del bandazo en el mercado de bonos. El fondo de Amundi de deuda soberana del euro al plazo de más de 10 años renta el 4,6% en el mes y el CaixaBank Smart Renta Fija, de deuda soberana de 7 a 10 años, el 4%. En los fondos de renta fija euro a corto plazo, la ganancia en marzo es más modesta, de poco más del 1% en el mejor de los casos, como los fondos BBVA Bonos 2024 y Sabadell Interés Euro. Para algunos expertos ya empieza a llegar la hora de ir tomando posiciones en deuda a más largo plazo, la que más partido va a sacar al momento en que las subidas de tipos hayan tocado techo y se hable incluso de descensos. Otros gestores, en cambio, son más cautelosos y prefieren aguardar al menos hasta el verano, cuando ya haya más visibilidad sobre el rumbo definitivo de los tipos de interés.

Antonio Gallardo, responsable de estudios de Asufin, advierte además de la importancia de entrar en un fondo de renta fija de nueva creación, que se va a beneficiar ya de entrada de cupones más elevados, frente a hacerlo en uno ya vivo y en el que aún no se haya renovado toda la cartera a tipos más altos. Aun así, cree factible obtener este año alrededor del 3% en fondos de renta fija.

Víctor Alvargonzález, fundador de la firma de asesoramiento independiente Nex­tep Finance, también avisa del coste de oportunidad para quien contratara un fondo a vencimiento a principios de año, con penalización por salida anticipada, cuando los tipos de los bonos han seguido subiendo después. “El fondo a vencimiento queda obsoleto con estas sacudidas del mercado y con letras que pagan más del 3%. La calidad crediticia también es clave, con riesgo de recesión es mejor evitar el high yield”, señala. A río revuelto, mejor aportar por lo más seguro.

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