La actual presidenta de Foro Asturias, Carmen Moriyón, ha explicado este jueves en el juicio contra el primer líder del partido, Francisco Álvarez-Cascos, acusado de un delito continuado de apropiación indebida, el momento en que descubrió qué tipo de gastos había pasado a la formación. “Después del descalabro de las elecciones al Principado de Asturias de 2019, teníamos una deuda por gastos de campaña de 350.000 euros y pedí ver cómo estaban las cuentas del partido. Se nos cayó el mundo. En las hojas de gastos se podía seguir la vida que hacía Cascos de la mañana a la noche. Eran unos 5.000 euros al mes fijos [independientes de su nómina, que hasta junio de 2019 ascendía a 5.087 euros al mes, y del chófer que tenía a su disposición]”. El perjuicio a Foro que la Fiscalía atribuye a Cascos asciende a 181.648 euros, por lo que pide para él tres años y medio de prisión.
“Tirando hacia atrás” en esas hojas de gastos, explicó Moriyón, descubrió un contrato de Foro con la sociedad Cinqualium en Madrid. No sabía lo que era, lo buscó en internet y descubrió que estaba vinculada a María Porto, entonces esposa de Cascos. Ese contrato correspondía al alquiler de una supuesta sede del partido ubicada en el Paseo de la Castellana en Madrid, por el que se abonaron, entre 2012 y 2014, un total de 173.855,70 euros. Durante el interrogatorio del fiscal y del abogado de la acusación, Cascos explicó que ese local, propiedad de su familia, lo utilizaba el partido que presidía, Foro Asturias, como despacho y para preparar la campaña de las elecciones europeas, guardando allí el material de propaganda. Moriyón lo desmintió totalmente: “Mis compañeros guardaban los carros de propaganda en el hotel y quedaban en cafeterías. Le pregunté al candidato de aquellas elecciones y me dijo que no hubo ninguna sede. Yo misma fui muchas veces a Madrid, con iniciativas del partido o a reunirme con el diputado y el senador que teníamos, y jamás fuimos a ninguna sede. ¿Por qué no hay ninguna foto de esa sede? Porque no existió. No he encontrado a un solo compañero del partido que me dijera que había estado allí”.
Fue al ver esos gastos, incluidos el autocontrato de alquiler de ese local en Madrid, como reveló este diario en 2019, cuando el partido decidió encargar una auditoría y poner los resultados en conocimiento de la justicia. Moriyón calificó igualmente de “delirio” la idea de que la formación necesitara un local de ese tipo en Madrid”. Cuando se firmó el contrato de arrendamiento, tenían poco más de un centenar de afiliados en la capital, había más en la pequeña localidad asturiana de Llanes.
Enrique Lanza, compañero de Cascos desde 1982 en tiempos de Alianza Popular, y uno de los fundadores de Foro Asturias, explicó que el contrato de alquiler de esa sede nunca pasó por la comisión directiva del partido y que únicamente se abordó “de puntillas” su suspensión, en 2014. Lanza, al igual que el resto de testigos interrogados, destacó que el exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar era quien “controlaba todo” en el partido. La formación carecía de tesorero ―Cascos alegó durante la primera sesión del juicio que no hacía falta― y Moriyón explicó que establecieron ese cargo una vez que ella ya había asumido la presidencia de la fuerza política y tras recibir una carta en 2019 del Ministerio del Interior donde les advertían, tras varios requerimientos previos, que disolverían el partido si no lo nombraban.
Otras facturas
Previamente, Cascos fue interrogado por otra retahíla de gastos que había pasado al partido en sobres y que, según dijo, cobraba “normalmente, en efectivo”. Preguntado por facturas de taller de dos coches propiedad de su familia, por más de 5.000 euros, pese a que disponía de un chófer y vehículo propiedad de Foro para sus desplazamientos, el expresidente asturiano aseguró que obedecían a que él “no tenía vacaciones ni descanso y trabajaba en el coche”, también en los de su propiedad. Cuando le preguntaron a qué obedecían esos “viajes incesantes” que realizaba, respondió: “Dos días a la semana y los fines de semana que me correspondían iba a ver a mis hijos y eso formaba parte de mis gastos de representación”.
Moriyón cuestionó durante el juicio que siendo presidente del Principado de Asturias pudiera abandonar constantemente la comunidad. Preguntado por una factura por el alquiler de un Audi por valor de 3.000 euros, Cascos dijo que la desconocía. Tampoco supo aclarar otra factura por el alquiler de una furgoneta en Madrid.
También presumió Cascos de haber realizado gastos que pasó a Foro en la floristería de su hija: “Un dirigente político tiene que cuidar las formas para transmitir un prestigio porque esa es la base para que luego haya votos e ingresos”. Sobre una factura por “unas bermudas y un polo”, afirmó, al igual que hizo con un videojuego de playstation cuyo importe también abonó Foro, que debía de ser “algún error”. Tampoco supo explicar por qué el partido pagó noches de hotel de su entonces suegro: “Las facturas no pasaban por mis manos”.
El juicio continúa el próximo 16 de enero, donde comparecerá, entre otros, la exesposa de Cascos, María Porto.