La plantilla de Holaluz ha iniciado este martes una huelga indefinida en defensa de sus condiciones laborales, una protesta convocada por su comité de empresa, que denuncia que el grupo quiere eliminar completamente el teletrabajo para fomentar que una parte del personal deje la compañía. Fuentes del comité han asegurado a EFE que la huelga es de carácter parcial, los martes y los jueves de cada semana, a razón de cuatro horas por día, dos horas por la mañana y otras dos por la tarde. En el primer turno de los paros ha habido un seguimiento de entre un 20 y un 25 %, aproximadamente, según estas fuentes, que añaden que el segundo paro del día se hará entre las 16 y las 18 horas.
El comité de Holaluz opta así por protestar por la congelación salarial que afronta la plantilla -formada por unas 250 personas- desde hace tres años, por los despidos en el último año, por la pérdida de derechos laborales y por la eliminación del teletrabajo. Este martes al mediodía, unas 50 personas se han concentrado a las puertas de la sede de Holaluz para protestar por el planteamiento de la empresa, han señalado las mismas fuentes. El comité está especialmente molesto por la imposición, a partir del 28 de enero, de la vuelta al trabajo presencial toda la semana, a pesar de que la política empresarial había sido de amplia flexibilidad en los últimos años.
El comité considera que la empresa, que atraviesa una situación difícil desde el último año, busca imponer esta medida para favorecer la salida voluntaria de trabajadores de la compañía. “En una situación de sueldos congelados desde hace años para la mayoría de la plantilla, pérdida de derechos, despidos y cambios constantes en los equipos, los discursos de la dirección aumentan las tensiones, llegando a invitar directamente a la gente a marcharse”, aseguró la semana pasada el comité en un comunicado.
En diciembre la compañía presentó una modificación sustancial de las condiciones de trabajo y planteó, además de la supresión del trabajo en remoto, la eliminación de los últimos derechos adquiridos, como los cursos de idiomas o el seguro médico, añade el comité. “El comité de empresa y los sindicatos consideran que la plantilla se enfrenta a un ERE encubierto. La dirección no ha mostrado ninguna intención de llegar a un acuerdo favorable para los trabajadores y, antes incluso de agotar el periodo de negociación de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, ha invitado de forma directa a marcharse a quien no quiera o pueda seguir en la empresa con estas nuevas condiciones”, aseguraba el comunicado del comité hecho público la semana pasada.