Tumbado en el suelo y conectado a su punto de carga, el perro-robot recibe al visitante como sumido en un profundo letargo. No obstante, varias luces intermitentes atestiguan que Spot ⎯que así se llama el cuadrúpedo robótico⎯ está alerta. De repente, siguiendo las órdenes de Sofía, una asistente virtual basada en inteligencia artificial, el autómata se incorpora sobre sus potentes patas hidráulicas. Con paso firme y decidido Spot guía al visitante a través de LaCabina hasta el destino indicado: el área de innovación educativa.
LaCabina ⎯ubicada en Distrito Telefónica, la sede madrileña de la teleco⎯ es un espacio que sirve como escaparate de los últimos avances tecnológicos. Impulsados o creados desde la misma Telefónica, forma parte del hub de innovación y talento de la compañía, que saca a la luz novedosos adelantos fruto de la digitalización. Junto a áreas como la industria, la digitalización del puesto de trabajo, las infraestructuras y la salud, la educación ocupa un lugar preponderante en este showroom vanguardista, reflejo de un futuro que ya está aquí.
Gracias al uso de ‘Mathew’, un asistente educativo para centros, docentes y estudiantes podemos liberar al profesor cada mes de unas 16 horas de trabajo, un trabajo repetitivo que no aporta nada. Y un tiempo que ahora puede dedicar a ser mejor profesor
Guillermo Bataller, responsable de LaCabina en Telefónica
Las comunicaciones, ingrediente principal
“Casi todos los sectores se ven influidos por el uso de las nuevas tecnologías, y la educación no es una excepción”, explica Guillermo Bataller, responsable de LaCabina. “La enseñanza requiere de muchas cosas, entre ellas, la creación de espacios que no tengan límites físicos o a los que se pueda acceder en remoto. Para ello, las comunicaciones son fundamentales. Hacer accesible la enseñanza a todo el mundo es para nosotros primordial, y la conectividad es el hilo conductor que lo facilita”.
Para Bataller, otro elemento esencial en pos de la excelencia educativa es dotar al enseñante de los instrumentos que permitan ofrecer la mejor formación posible. Y en este campo, el tiempo es oro, también el del docente: “Hay muchas tecnologías que han venido a liberar tiempo, de tal manera que el profesor disponga de más horas para poder hacer lo que realmente sabe hacer: enseñar”. Un ejemplo de ello es Mathew, un asistente educativo para centros, docentes y estudiantes. Desarrollado por uno de los partners de Telefónica y apoyado en la inteligencia artificial (IA), Mathew representa un soporte de gran valor en toda la cadena educativa. Desde la creación de contenido hasta el acompañamiento personalizado del alumno, pasando por la evaluación del aprendizaje.
Liberar del trabajo repetitivo
En la etapa de la creación, Mathew permite desarrollar contenido adaptado a los diferentes niveles educativos. Para la evaluación, diseña de manera instantánea distintos tipos de ejercicios ajustados al nivel de complejidad requerido y según el criterio del docente, como, por ejemplo, un test de verdadero/ falso o de respuesta abierta. Pero, todo ello, sin exigirle una dedicación extra al profesor. “Gracias al uso de esta tecnología podemos liberarlo cada mes aproximadamente de 16 horas de trabajo, un trabajo repetitivo que no aporta nada. Y un tiempo que ahora puede dedicar a ser mejor profesor”, recalca Bataller. Mathew puede servir de apoyo en todas las etapas educativas, tanto regladas como no, desde infantil hasta bachillerato y formación profesional, y en varios idiomas.
Promover la formación de las personas con discapacidades es otra de las misiones de la tecnología. La solución Bemyvega, también impulsada desde Telefónica, es un ejemplo de ello. “Toma su nombre de Vega, una niña que nació con problemas de visión, que hacían que sus posibilidades de acceder a la educación reglada, como el resto de los niños, estuvieran limitadas”, explica Almudena de la Fuente, desarrolladora de Negocio de Educación en Telefónica. Detrás de la idea del proyecto están los padres de Vega, que hoy tiene nueve años y, a pesar de contar con un 5 por ciento de agudeza visual, dispone de un desarrollo tecnológico que contribuye a reducir barreras que, para ella, antes eran insalvables.
Una experiencia integradora y accesible
Bemyvega está indicado para estudiantes con problemas visuales, auditivos, dislexia, daltonismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Permite convertir cualquier clase, exposición o evento en una experiencia integradora y accesible para todos: mediante cámaras en el aula, el sistema captura la acción y la traslada al monitor del PC, la tableta o el móvil, en tiempo real o diferido.
Para ello utiliza sistemas de vídeo, basado en IA, que mejoran la experiencia de aprendizaje. “Nos permite elegir qué ver en cada momento: ya sea el profesor, la presentación que tenemos cargada o la pizarra existente en el centro”, resume De la Fuente. “También podemos ampliar esta imagen y recibir la transcripción de todo aquello que está ocurriendo en el aula”. Bemyvega se está utilizando ya en varias universidades españolas.
El proyecto ‘Bemyvega’ utiliza sistemas de vídeo, basados en IA, que mejoran la experiencia de aprendizaje. Está indicado para estudiantes con problemas visuales, auditivos, dislexia, daltonismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad. “Nos permite elegir qué ver en cada momento: ya sea el profesor, la presentación que tenemos cargada o la pizarra existente en el centro”
Almudena de la Fuente, desarrolladora de Negocio de Educación en Telefónica
Holografía: avatares hiperrealistas
La transmisión de información ⎯datos, textos, imágenes fijas y en movimiento⎯ es un aspecto crítico para la educación en la sociedad digital. A este respecto, la telepresencia holográfica es una solución de vanguardia que permite trasladar la imagen tridimensional de un lugar a otro, ya sea un aula, una sala de reuniones o un evento en directo. Mediante 21 cámaras, dispuestas en círculo, la telepresencia holográfica se apoya en tres de las capacidades de Telefónica ⎯las comunicaciones de fibra, el 5G y el Edge Computing⎯ para crear esos avatares hiperrealistas.
Hablar de videollamada era, hasta hace no tanto tiempo, una quimera, reflexiona Bataller. El avión y el tren de alta velocidad constituían la forma más rápida (y única) de cerrar reuniones a distancia. Hoy, forma parte del día a día en casi todos los escenarios laborales y docentes. “La videollamada holográfica va a estar a nuestro alrededor en los próximos años. Es una forma totalmente disruptiva de llegar a un escenario cualquiera, en cualquier parte del mundo, y poder estar en ‘muchos’ sitios a la vez”, asegura. La sensación realista de presencia, interactuar en tiempo real ⎯lo que permite que los alumnos puedan realizar preguntas y resolverlas en el acto⎯ hace que esta tecnología resulte especialmente apta para el entorno educativo.
Contar con los mejores ‘partners’ y ‘startups’
Como se aprecia en LaCabina, Telefónica sigue apostando por nuevas soluciones que impulsen la enseñanza, tanto propias como de terceros: “En once años hemos conocido mil y pico startups”, rememora Bataller. “Siempre explicamos que nosotros no podemos avanzar en la innovación solos: necesitamos tener los mejores partners y las mejores startups; conocerlas, investigarlas y apoyarlas para que nos ayuden a generar las últimas soluciones para nuestros clientes y usuarios”. La formación del futuro será (es) tan confortable como adictiva.