La actividad económica de la eurozona ha pasado del estancamiento a la contracción en noviembre. El sector servicios ha tropezado por primera vez desde enero, mientras la manufactura ha ampliado su racha de bajas y se asoma a la recesión, según el dato adelantado del PMI Compuesto elaborado por S&P Global y el Hamburg Commercial Bank (HCOB). En concreto, la estocada en el comercio ha arrastrado el índice hasta los 48.1 puntos, tras ubicarse en el umbral de ausencia cambios en octubre (50.0). La actividad de ambos sectores ha decrecido, pero no al mismo ritmo. El índice que toma el pulso a los servicios se situó en 49,2 puntos, 2,4 menos que en la última lectura. En tanto, el dato de la industria aceleró su hundimiento de 46.0 puntos a 45.2. El economista jefe del HCOB, Cyrus de la Rubia, ha comentado en el informe que los resultados eran esperables “dado el caos político que impera en las economías más grandes de la zona euro —Alemania y Francia—, últimamente”.
Esta semana los agricultores volvieron a ser un dolor de cabeza para el Gobierno francés, tras convocar a movilizaciones al rededor del país para protestar contra el acuerdo de libre comercio con Mercosur y denunciar las promesas incumplidas de Emmanuel Macron. En tanto, la crisis en la locomotora ya no se limita a sus fábricas, pues Alemania dirige a unas elecciones anticipadas en 2025. Para el Director de Inversiones de J.P. Morgan Banca Privada en España, Luis Artero, el débil dato del PMI publicado este viernes acentúa los desafíos existentes en Europa, y “aunque es probable que en parte se pueda atribuir a la inestabilidad política y geopolítica, los datos reflejan que Europa está experimentando un declive cíclico”.
La fragilidad económica se refleja en la divisa europea, que ha caído este viernes y se sitúa ya por debajo de los 1,05 dólares —la menor tasa desde noviembre de 2022—, lo que alimenta la expectativa de recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo hasta de 50 puntos básicos en diciembre. Artero explica que, desde JP Morgan, esperan que el Banco Central Europeo lleve a cabo un recorte de tipos en cada una de sus reuniones hasta dejarlos en torno al 1,75% en verano. Sin embargo, “la debilidad reciente plantea preguntas sobre si esta tasa terminal podría llegar a ser menor; por ese motivo, el euro sigue siendo nuestra opción preferida para posiciones cortas en el mercado de divisas”, explica.
Si bien este informe no detalla los resultados por país, los expertos han señalado que los datos no son homogéneos. Han adelantado que la actividad de los pesos pesados disminuyó en mayor grado que en octubre y que, puntualmente, Francia registró la caída más rápida de la actividad total desde enero pasado. Mientras, la Oficina Federal de Estadística alemana (Destatis) ha revisado este viernes una décima a la baja su primera estimación del dato de expansión entre julio y septiembre, hasta el 0,1%. De este modo, “tras un primer semestre de 2024 en general moderado, la economía alemana comienza el segundo semestre con un crecimiento moderado”, ha matizado el organismo. En contraste, en el resto de la zona euro, la actividad total siguió en aumento, aunque a un ritmo más modesto, según S&P Global.
El declive en el sector privado del Viejo Continente – que se ha reducido en dos de los tres últimos meses – reflejó un entorno de demanda decreciente. Los nuevos pedidos mermaron por sexto mes consecutivo en noviembre y en la mayor medida observada en 2024. Las nuevas órdenes de exportación también se han reducido abruptamente. La agudización de la caída en la demanda se hizo sentir tanto en el sector servicios, como en el manufacturero, cuya producción se ha acortado por vigésimo mes consecutivo (se situó en 45.1 puntos, siete décimas menos). “Pensábamos que la reducción de la inflación y el aumento de los salarios fomentarían el consumo y la demanda de servicios, pero esas esperanzas no se han materializado”, ha lamentado De la Rubia.
El informe destaca que la tasa inflacionaria de los costes de los insumos se aceleró hasta su máxima de tres meses en noviembre y los importes cobrados también aumentaron a un ritmo más veloz que el del mes pasado. De la Rubia ha asegurado que el entorno a mediados del tercer trimestre es el de la estanflación. “Por un lado, la actividad está mermando mientras que, por el otro, los precios de compra y de venta están aumentando más rápidamente”, ha explicado.
Asimismo, las firmas recortaron una vez más su actividad de compras este mes. Los stocks de adquisiciones y de productos terminados también disminuyeron. El experto del HCOB ha comentado que, si la economía de la zona euro sigue debilitándose, los precios de compra podrían repuntar en los próximos meses, más aún si la Comisión Europea impone aranceles más proteccionistas en respuesta a las posibles alzas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. La amenaza del republicano caldea la pugna comercial en la que Europa ya está inmersa, luego de aprobar en octubre aranceles a los coches eléctricos chinos.
Empleo y confianza empresarial
En cuanto al empleo, las empresas de la zona euro redujeron sus plantillas por cuarto mes consecutivo en noviembre, pero al analizar los resultados por sector las tendencias son opuestas. Mientras las cifras en la industria se redujeron de forma abrupta y en la mayor medida desde agosto de 2020, la ocupación en el sector servicios siguió al alza y el último aumento fue el más rápido de los últimos cuatro meses. Pasa igual entre los países de la eurozona, pues los niveles de personal se redujeron en Alemania, pero aumentaron en Francia, así como en el resto de la zona euro.
A este panorama se añade una decreciente confianza empresarial de cara a los próximos doce meses. El sentimiento cayó pronunciadamente y fue el más bajo desde septiembre de 2023, con especial énfasis entre en las firmas del sector servicios, donde el optimismo cayó hasta su mínima en dos años. Francia se sumió en el pesimismo por primera vez en cuatro años y medio, mientras que la confianza entre las empresas alemanas fue ligeramente mayor que en octubre. Por su parte, el resto de la zona euro mantuvo sus expectativas positivas para la actividad del 2025. No obstante, para el Director de Inversiones de J.P. Morgan Banca Privada, “resulta difícil ofrecer un argumento positivo para el optimismo sobre el crecimiento de Europa en este momento”.