Un juzgado de Granada se ha declarado incompetente para decidir que Daniel Arcuri Rivas, el hijo de 10 años de Juana Rivas y Francesco Arcuri, se quede en España con su madre al terminar las vacaciones navideñas, tal y como solicitó ella ante el Tribunal de Apelación de Cagliari (Italia) el jueves pasado. Eso significa que el niño deberá volver a Italia este miércoles, tal y como decidió un tribunal italiano este lunes. Rivas trata de agotar las vías judiciales para evitarlo a contrarreloj, por eso ha recurrido a la Fiscalía de Granada para paralizar el regreso de su hijo.
Rivas ya había solicitado al juzgado italiano que Daniel no tuviera que volver a Italia con su padre para retomar allí su convivencia con el progenitor por considerar que esa vuelta y esa convivencia ponían en situación de “grave riesgo” al menor. En la actualidad, el tribunal italiano investiga a Arcuri por un presunto delito por malos tratos ―delito de maltrato habitual, físico y psicológico en familia, denominación del código penal italiano y tomado en consideración a partir de una investigación de la fiscalía italiana― tanto a Daniel como al otro hijo, Gabriel, desde hace unos meses mayor de edad.
La solicitud a la justicia italiana del pasado jueves ha sido rápida y negativa: el Tribunal de Apelación de Cagliari ha comunicado este martes, siete de enero, que Daniel debe estar en Italia el miércoles 8 como muy tarde. El equipo legal de Rivas, liderado por Carlos Aránguez, ha optado por esperar a una decisión que diera respuesta a su petición de 26 de diciembre en un juzgado de instrucción granadino en la que tanto Juana Rivas como su hijo Gabriel solicitaban medidas cautelares de protección de ambos y del menor sobre su padre.
Ha sido, por tanto, la jueza Juana Carreño, del Juzgado de primera instancia número 10 de Granada, quien ha tenido la última palabra. Según ha informado Aránguez en un comunicado, la jueza ha indicado “que no se considera competente para dictar medidas de protección del menor Daniel Arcuri Rivas y que se inhibe al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada”. A partir de ahí, los letrados de Rivas han acudido a dicho Juzgado donde se les ha informado de lo siguiente: “Que la Magistrada Titular disfruta aún de sus días de vacaciones, y que la causa ha sido archivada. Puestos en contacto con la Magistrada suplente, nos indica que no puede adoptar ninguna medida hasta que el expediente no sea remitido por el anterior Juzgado, y debidamente examinado”.
El abogado ha añadido que, ante “la extrema urgencia de la situación”, que obliga a que el menor vuelta mañana miércoles con su padre, han dirigido un escrito a la Fiscal Jefa de la Fiscalía Provincial de Granada, “para denunciar esta situación, rogándole que adopte a la mayor brevedad posible medidas de protección para el menor, que se encuentra en clara situación de riesgo, pidiendo protección internacional por amenazas contra su vida, insistiendo especialmente en la necesidad de que sea escuchado”. Al mediodía de este martes se desconocía qué medidas tomará, si lo hace, la Fiscalía.
La situación de Juana Rivas y sus hijos ha cambiado radicalmente en los últimos meses. Indultada parcialmente y, con ello, recuperada su vida habitual, Juana Rivas convivía con su hijo mayor desde junio de 2022 en Maracena (Granada). Los pleitos se habían trasladado al ámbito de sus abogados con el juez que dictó la sentencia original del caso, Manuel Piñar, con resultados favorables en su mayoría para los letrados de Rivas. El 14 de noviembre la fiscalía emitió un informe en el que veía indicios de malos tratos de Francesco Arcuri.
Así, el conocido como caso Juana Rivas volvía a su origen. Ese informe de la fiscalía permitía a un juzgado investigar a Arcuri: una de las primeras decisiones fue llamar al hijo menor ante el juez, que compareció el 6 de diciembre para dar su versión. Días antes de ello, el hijo mayor hizo público un escrito suyo a la fiscalía en el que denunciaba esto: “Continuos ataques físicos y verbales de mi padre durante los cinco años que he convivido con él. A pesar de la multitud de amenazas (también de muerte) de mi padre con el fin de que no hablase de lo que “no debía” cuando en los juzgados o en consultas me preguntaban por la situación que estábamos viviendo”.
Según denunció al inicio de las vacaciones navideñas Juana Rivas, con el hijo menor ya en España para la Navidad, esas intimidaciones y presiones a los niños continuaron presuntamente con Daniel antes de su declaración judicial. Esa denuncia incluía, además de una acusación de un delito de maltrato, otra por un delito de coacción de testigo y amenaza, ya que, según ha contado Daniel a su madre y hermano, el padre le amenazó para que declarara a su favor y dijera que la situación familiar de padre e hijo era normal. Según explicó Juana Rivas ante el tribunal italiano, el menor tiene un miedo terrible a su padre y teme por su propia vida si vuelve a Italia con él. Por todo ello, explica Aránguez, “el menor pide ayuda para poder quedarse a vivir en España con su madre y hermano”.