Invertir, ahorrar o gastarlo en un Ferrari: ¿qué hacer si te toca la Lotería de Navidad? | Mercados Financieros


“Un pellizquito nada más, para tapar algunos agujeros”. Esta suele ser una de las frases más recurrentes entre quienes el 22 de diciembre descorchan la botella de cava o champán tras escuchar los números del Sorteo de la Lotería de Navidad. Pero un estudio viene a desvelar que los premios tienden a emplearse para algo más que para algún que otro caprichito en forma de viaje o coche. Los economistas de Fedea desvelan que tras resultar agraciado con un galardón de este tipo se suelen cancelar deudas, como hipotecas o créditos, pero también se tiende a contratar fondos de inversión, seguros de vida o adquirir inmuebles, tanto para primera residencia como en suelos rústicos.

¿De qué depende una decisión u otra y qué debemos tener en cuenta si estamos entre los afortunados? Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Global Investors, lo tiene claro: “Alguien al que le toque la lotería probablemente necesite una especie de coaching financiero que le ayude a hacer un plan que le permita evitar errores y implementar una estrategia de inversión a largo plazo”. En su opinión, hay que tener muy en cuenta el denominado umbral del sueño. “Por encima de todas las cosas necesitas poder dormir” reconoce y añade que dado que no es un ejercicio sencillo, “es conveniente ponerse en manos de profesionales y encontrar a alguien que te inspire confianza”.

Paula Satrústegui, socia de asesoramiento patrimonial de Abante, añade que “es fundamental evitar actuar de manera impulsiva. La euforia inicial puede llevar a tomar decisiones que no estén alineadas con las necesidades reales ni con los objetivos financieros a largo plazo. Por ello, se recomienda reflexionar con calma, analizar la situación y planificar adecuadamente. De hecho, si se trata de cantidades muy elevadas, nuestro primero consejo es dejar un par de meses o tres el dinero quieto, no tomar decisiones de gran envergadura: ese tiempo nos permitirá hacer esa reflexión sobre nuestros objetivos, sobre qué queremos para nuestro futuro y cómo el dinero que hemos recibido nos puede ayudar”.

Los académicos de Fedea vendrían a confirmar que sí se tiende a la cautela inicial. “El dinero del premio, que en un principio se ingresa en un depósito bancario normalmente ya existente, se emplea en los años posteriores para invertir en activos inmobiliarios y financieros (en especial, en vivienda habitual y fondos de inversión) y, en algunos casos, para cancelar deudas”, apunta el texto. Pero los asesores patrimoniales advierten de los peros y excesos. ”Empezamos a gastar o donamos ese dinero y nos acabamos acostumbrando a un gasto más elevado, o hacemos inversiones sin analizarlo bien y terminan siendo malas inversiones”, reconoce Satrústegui.

Para el director general de inversiones de A&G Global Investors, “ahora es mucho más fácil que hace cuatro años tomarse un tiempo para pensar, porque mientras que tomas este tiempo tu dinero va a estar trabajando al 3%-3,5% [aún hay depósitos bancarios que pueden llegar a esas rentabilidades y el rendimiento del bono español a una cinco se sitúa en el 2,5%], no al cero si te hubiera tocado la lotería entonces”. De ahí que insista en tomar el tiempo preciso para evitar adoptar decisiones irreversibles.

A partir de ahí toca elaborar una estrategia de inversión a largo plazo. “En Abante creemos que una de las opciones más eficientes para gestionar el dinero (tanto si son 20.000 euros como si tenemos tres millones) es invertirlo a través de fondos de inversión, y más en concreto, los fondos de fondos”, detalla la experta, que incide en que así se puede tener una cartera diversificada, contar con ventajas fiscales e ir ajustando la cartera e irla optimizando en función de las necesidades o el entorno de mercado. Cierto es que llegar a esa decisión no es sencillo para muchos. “Si no eres capaz de entender el primer día que las rentas que te puede generar una cartera de renta fija son igual de estables que las que te puede generar un inmueble, tu perfil de riesgo te va a llevar a tener una vivienda habitual y otra alquilada para que te genere unas rentas”, reconoce Diego Fernández, que incide en que “la renta variable es el activo que tiene más sentido a largo plazo”.

Más allá, la estrategia de inversión debe estar adaptada al horizonte temporal de cada uno, es decir, no es lo mismo ganar 20.000 euros con 25 años que lograrlo con 70. “Si eres joven, tienes más margen para asumir riesgos, lo que te permite invertir en productos con mayor potencial de rentabilidad, como fondos de renta variable o mixtos, por ejemplo. En cambio, si estás más cerca de la jubilación, lo ideal es optar por inversiones más conservadoras, como productos que ofrezcan ingresos estables y preserven el capital”, recuerdan desde EFPA, la asociación de asesores y planificadores financieros.

En EFPA inciden en las ventajas que puede tener además la creación de un colchón para imprevistos. “Su cuantía dependerá de tu situación personal, tu nivel de gastos y tu estabilidad laboral. Por ejemplo, alguien con ingresos irregulares, o sin grandes ahorros previos, necesitará un fondo más amplio que otra persona con una situación económica más estable. Como regla general, este fondo debería cubrir entre 6 y 12 meses de tus gastos mensuales, ajustándose a las necesidades y perfil de cada persona”, comentan.

Cómo tapar parches

Si el premio obtenido da para poco y la opción elegida pasa por zanjar o mitigar algunas deudas, Joaquín Robles, analista de XTB, aconseja empezar por aquellas más onerosas. “Lo recomendable es empezar por aquellas que tienen un interés más alto, como las tarjetas de crédito, los préstamos personales o la financiación de un vehículo. Posteriormente, los préstamos a largo plazo, como las hipotecas, que, aunque tienen tipos de interés más bajos, pueden suponer un mayor coste al ser mucho más alto el capital pendiente”, comenta.

Si la opción elegida es reducir o eliminar la hipoteca, los expertos sugieren comprobar primero si la entidad financiera te va a cobrar una comisión de amortización y si sale más a cuenta seguirse desgravando —aquellos que compraran casa antes de 2008— o invertir ese dinero. Desde el comparador HelpMyCash sugieren que antes de dar ese paso se compare la TAE de la hipoteca con la rentabilidad de los productos de inversión. Esto es, si eres de los afortunados que tienen una hipoteca fija al 1% y puedes crear una cartera de inversión que rente entre un 5% y un 10% al año, lo mismo no conviene amortizar, mientras que si la hipoteca es al 3,5% y el depósito bancario que has elegido te ofrece un 2%, replantéate cuál es la mejor opción. “Si se encuentra un producto con mayor rentabilidad que el interés de la hipoteca y cuyo nivel de riesgo se adapte al perfil del inversor, la ganancia a largo plazo podría superar ampliamente el ahorro obtenido al cancelar la hipoteca anticipadamente”, comentan desde el comparador de productos financieros.



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