Informe preliminar de la Aemet sobre la dana de Valencia: un “episodio extraordinario” que dejó “acumulados históricos” | España



Cuando se cumple un mes exacto de la catástrofe de Valencia, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha publicado este viernes un primer estudio sobre lo ocurrido el martes negro 29 de octubre, cuando una dana de inusitada potencia y persistencia se abatió sobre el centro de esta provincia con una jauría de precipitaciones torrenciales que dejaron más de 200 muertos y daños que van desde 1.500 kilómetros de carreteras destrozados a más de 83.000 coches inutilizados y más de 4.000 edificios afectados. La Aemet destaca que se trata de “un estudio preliminar” que se centra, además, en lo ocurrido el día 29 en Valencia, aunque la dana duró ocho días y afectó a otros muchos puntos como Cuenca, Albacete, Murcia, Almería, Málaga y Huelva. “En las próximas semanas habrá un estudio más completo que abarcará la totalidad del episodio”, añade la agencia en sus redes sociales.

No se trata tampoco de un estudio de atribución, es decir, que no cuantifica cuán de probable sería que se produjera con y sin cambio climático. No es necesario, en realidad, ya que dos estudios internacionales han certificado ya la indudable huella del calentamiento global en este episodio. Así, un primer análisis rápido del World Weather Attribution (WWA) publicado el 31 de octubre ya endosó esta dana al cambio climático, que hizo un 12% más intensas y el doble de probables sus lluvias, un extremo que reafirmó un segundo estudio elaborado por ClimaMeter, proyecto financiado por la Unión Europea y el Centro Nacional de Investigación Científica francés. Este segundo informe recoge que estuvo causada “por unas condiciones meteorológicas muy excepcionales” al no haber en los registros históricos “ningún acontecimiento que reúna las características de este evento” y que las danas son un 15% más húmedas en la costa mediterránea de España en el clima actual. Además, el Mediterráneo está casi 4° más cálido, lo que favorece la formación de fuertes tormentas.

Lo que contiene el informe de Aemet, plano, aséptico, frío, muy técnico y detallado, es “una descripción técnica del fenómeno meteorológico, una cronología diaria de las predicciones y de los avisos emitidos y los datos observados más significativos”. Llama la atención lo prolija que ha sido la agencia al detallar una a una las veces en las que alertó de la que se avecinaba, en clara respuesta a los intentos del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, de responsabilizar a la Aemet de su inoperancia. Ya lo hizo también en su informe sobre la borrasca Filomena, en la que también se la acuso de fallar en sus predicciones o de no alertar.

La agencia califica la dana de “episodio extraordinario de precipitaciones” que dejó “acumulados históricos en la Comunitat Valenciana”. Como era ya sabido, “se desencadenó debido a la presencia de una dana localizada en el entorno del Estrecho, que forzó al desarrollo de bajas presiones en superficie hacia el sur peninsular y que contribuyó a la canalización de un intenso flujo del este desde el Mediterráneo hacia la fachada oriental peninsular”. En este intenso flujo está la clave de su potencia destructora, ya que es combustible para la generación de tormentas.

La agencia publica los mapas del agua acumulada del 29 de octubre con datos de todas las redes, oficiales y de aficionados, previamente validados y depurados, así como los valores definitivos alcanzados, que hasta ahora se desconocían. Meteorología destaca la gran intensidad y persistencia de la lluvia en Turís (Valencia), donde la estación automática de la Aemet registró en tan solo una hora un castigo de 185 litros por metro cuadrado; en seis, 621; y en 12, 720. En 24 horas, la salvajada de 772 litros. Estos datos a una hora, a seis y a 12 “suponen nuevos récords nacionales”. “El dato máximo horario, de 185 litros, triplica al valor de 60 litros utilizado para la definición de torrencialidad y es 26 litros superior al valor máximo observado con anterioridad en Vinaròs (Castellón)”.

Tanto el día de la tragedia como en los siguientes, se ha preguntado de forma insistente a la Aemet si es la peor dana sufrida en España desde que hay registros, una cuestión que ahora tampoco aclara. “Aún es pronto para analizar en el contexto climático la posición en el ránking que ocuparía esta situación, pero todo apunta a que es la mayor riada provocada por una dana en el siglo XXI en nuestro país, comparable con otras históricas sucedidas en la Comunitat Valenciana durante las décadas de los años cincuenta y ochenta del siglo pasado”, anota.

No fueron tormentas normales, sino un auténtico ejército. ”Durante este día se generaron varios sistemas convectivos de mesoescala (SCM) ―complejos de tormentas organizadas que descargan importantes cantidades de lluvia durante muchas horas― que afectaron aal este peninsular. La presencia de varias estructuras precipitantes, de tipo tren convectivo (tormentas que se desplazan en línea, una tras otra sobre una misma área durante un intervalo temporal largo) inmersas en los SCM, afectaron a la Comunitat Valenciana, en concreto a gran parte de Valencia, y a la zona de las sierras de Alcaraz y Segura al sur de la provincia de Albacete”.

A continuación, la Aemet traza, una vez más, una detalladísima cronología de sus predicciones y avisos. La primera vez que alertó fue nueve días antes, el domingo 20, cuando “ya se hablaba, con elevada incertidumbre, de la formación de una dana para los días 27, 28 y 29”. Al día siguiente, se apuntó a “precipitaciones intensas y abundantes en la fachada oriental”. En los boletines del 22 y 23, de nuevo precipitaciones localmente fuertes en puntos del litoral mediterráneo. Y, en la predicción del 24, se especificaba, de forma más concreta, las zonas que serían las más afectadas.

El 25, la Aemet emitió una nota informativa del episodio de lluvias, el primer nivel de alerta de Aemet cuando prevé que un episodio sea adverso, suponga un cambio de tiempo brusco o se produzca en momentos de especial relevancia como operaciones salida de tráfico. En la nota, se señalaba el martes 29 como el peor día. El sábado 26 se emitió una segunda nota, en la que ya se hablaba de “una gran cantidad de humedad al este peninsular” y de lluvias torrenciales y se volvía a subrayar la misma fecha, martes 29.

El domingo 27, Aemet emitió un aviso especial, es decir, elevó la situación a Defcon2. La agencia lanza avisos en contadas ocasiones y ante fenómenos muy adversos. “Es probable que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 litros cuadrados en 24 horas”, cuantificaba la agencia por primera vez. El lunes 28 renovó el aviso, en el que se mencionaban en el área del Estrecho, Andalucía oriental, Murcia, este de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana como las zonas más castigadas. En la actualización del martes 29 ya se elevó la cantidad estimada a más de 180 litros, precisamente el umbral de aviso rojo en la zona afectada. En su informe, la Aemet reitera que a las 7.36 del fatídico día, emitió un aviso rojo. Desde ese momento, el peligro para la vida de las personas era ya extremo.

Un aviso rojo es del todo excepcional y la Aemet se lo piensa muy mucho antes de emitirlo, ya que es muy consciente de las repercusiones económicas que tiene y de la movilizacion de efectivos que supone, o que debería suponer. De hecho, suele esperar a que el nivel de probabilidad de que se cumpla el pronóstico sea altísimo, superior al 70%. Desde 2007 ―año en el que nace este sistema semafófico, que se llama Meteoalerta― hasta ahora solo ha habido 49 rojos por lluvia en toda la Comunidad Valenciana y el 40% de ellos concentrados en dos danas ―septiembre de 2019 y octubre de 2024―. A lo largo de este año, solo ha habido en la región seis avisos rojos por lluvia y todos ellos son del día 29 en Valencia ―hubo avisos en varias comarcas de la provincia y por dos tipos de peligro, lluvia torrencial y acumulados de agua―.





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