En España se cometieron 34 feminicidios —asesinatos de mujeres cometidos por hombres que no son pareja ni expareja— en 2022. La mayoría de ellos, 21, el 62%, fueron perpetrados por algún familiar: 13 eran hijos de la víctima, tres eran nietos, uno era padre y los otros cuatro mantenían otra relación familiar. Otros cuatro feminicidios, casi el 12%, fueron sexuales. Y el 26,5% restante fueron sociales. Es decir, que las víctimas fueron asesinadas por un hombre con el que no mantenían ninguna relación sentimental ni familiar, como amigos, compañeros de trabajo o vecinos. Así lo ha anunciado este jueves la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, que ha presentado los datos sobre la violencia machista entre los que se contabilizan, por primera vez, los feminicidios.
En el caso de los feminicidios sociales es frecuente la cercanía del perpetrador al entorno de la víctima. En cinco de los nueve casos de este tipo de feminicidio, el agresor era un vecino; en dos era un compañero de piso y en los dos restantes eran conocidos. El 42,9 % de todas las víctimas de feminicidio convivía con el agresor. “Esto nos lleva a cuestionarnos el domicilio como ese lugar seguro para las víctimas, o esos ataques que, no solo atentan contra la vida o la integridad física, sino también contra esa sensación de intimidad y seguridad que se tiene en el propio domicilio”, ha expresado Rosell. Las víctimas dejaron tres huérfanos menores de edad.
No había ninguna denuncia previa en el 91% de los casos de todos los feminicidios. En el caso de las tres mujeres asesinadas que sí habían alertado, se trataba de violencia familiar. Este porcentaje de denuncias es mucho mayor en el caso de la violencia de género que se da dentro de la pareja, que ascendió hasta el 40,8% en 2022. “Creemos que esta menor tasa de denuncia en las violencias que todavía tienen menos recorrido en nuestro país también se corresponde con un mayor nivel de tolerancia social, que es muy claro en la violencia familiar”, ha dicho la delegada del Gobierno, que ha insistido en que las leyes y medidas feministas han hecho surgir durante los últimos años una “gran bolsa de violencia negra”, aquella que está oculta porque no se denuncia. “Hay todavía un 59,2% de violencia que se reconoce cuando se pregunta, pero no se denuncia. Tenemos el deber de trabajar por que esta tolerancia social vaya disminuyendo, y con ella el aguante de la propia víctima y que aflore esa cifra negra”, ha añadido.
El año 2022 es el primero en el que Igualdad ha contabilizado este tipo de crímenes machistas, que constituirán una estadística independiente más allá de los asesinatos perpetrados por las parejas o exparejas. Aun así, el Ministerio de Igualdad ha presentado también los datos provisionales de la violencia de género actualizados en lo que llevamos de año, que ascienden a 10 víctimas. Son 1.194 muertes de mujeres por violencia machista desde enero de 2003 hasta el día de hoy. Según los datos que ha ofrecido la delegada del Gobierno, los asesinatos machistas dentro de la pareja han decrecido desde entonces, y así lo siguen haciendo año tras año. Pero las denuncias aumentan. “Durante los últimos años, por el momento, no se ha superado la cincuentena [de víctimas], aunque siguen siendo una gran tragedia, y parte de un problema social y estructural muy silenciado. Pero eso no significa que haya más asesinatos, sino que hay una política valiente y feminista que saca a la luz todos estos datos con el máximo rigor, algo necesario”, ha declarado.
Rosell ha incidido en que todas las violencias, también las familiares, tienen que ver con el género, y ha pedido a las comunidades autónomas que no incluyan estas violencias en un “ámbito difuso que disimule esta perspectiva de género dentro de la violencia familiar”, y que tiendan “a lo contrario”, a la especialización. Ha recalcado también las medidas que se están poniendo en marcha para la protección y atención a las víctimas, como, por ejemplo, el teléfono del 016, que atendió 9.357 llamadas en el mes de enero —un 10% más que en el mismo mes de 2022― y otras 8.124 en febrero —que suponen un incremento del 8,5% con respecto al año anterior—.
“Desde marzo de 2021, el 016, el servicio gratuito y confidencial de atención y asesoramiento, no solo atiende a violencia que sufren por parte de sus parejas o exparejas, sino a todas las violencias y a todas las víctimas”, ha añadido la delegada del Gobierno. A lo largo de 2023 también se ampliará el servicio ATENPRO (Servicio Télefónico de Atención y Protección a las víctimas de la violencia de género) a todas las víctimas de cualquier tipo de violencia y, también, a finales de este año abrirán sus puertas los centros de crisis 24 horas en todas las provincias y comunidades autónomas para las víctimas de violencias sexuales, medidas incluidas en la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual.