¿Funcionan las gafas de luz azul que se venden para evitar el cansancio con las pantallas? | Nosotras respondemos



Según se ha podido comprobar, las gafas que se venden para evitar el cansancio provocado por las pantallas no sirven para lo que se supone que deberían servir: reducir la fatiga visual que sí produce un uso excesivo de las pantallas y hacer que descansemos mejor. Hay mucho desconocimiento y mucho miedo, ya que, entre otras cosas, han tratado de convencernos de que la luz azul que desprenden las pantallas daña nuestra retina y esto es totalmente falso. Pero sí es verdad que esa luz azul contribuye a una anomalía que producen las pantallas, que conocemos desde hace tiempo, a la que llamamos “síndrome del informático” y que es la clásica fatiga visual que todos los que usamos el ordenador muchas horas conocemos muy bien (sequedad de los ojos, escozor, dolor de cabeza, etcétera).

Este síndrome del informático se produce por el mal uso que hacemos de las pantallas. Pasamos muchas horas frente al ordenador, siempre mirando de cerca, no parpadeamos… Pero se ha puesto el foco en la luz azul a la que se culpa de todos estos males. Hemos encontrado el culpable, la luz azul; ponemos una solución, un filtro; y seguimos pegados a la pantalla. Se nos ofrecen filtros que, en teoría, nos protegen de esa luz azul, y que son estas gafas por las que nos preguntas, que no corrigen ningún problema oftalmológico. Lo que ocurre es que hay muchas personas que creen que usando esas gafas o filtros están protegidas de todos estos supuestos peligros, pero la verdad es que no lo están.

Eso es lo que concluyen los estudios que se han hecho. Por ejemplo, un metaanálisis publicado en 2023 muestra que, aunque la luz azul sí contribuye a esa fatiga visual porque es más energética, se dispersa mucho y deslumbra. El uso de un filtro solo elimina la influencia de la luz azul, pero el resto de los factores que provocan el síndrome del informático van a seguir influyéndonos. Poner el foco solo en uno no soluciona el problema.

Además, hay una forma mucho más económica de conseguir el mismo resultado que con la utilización de filtros: reducir el brillo de la pantalla. Con eso es suficiente.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que la luz azul sí influye en nuestro ciclo circadiano, que son los cambios biológicos del cuerpo en los periodos de veinticuatro horas (ciclo vigilia-sueño). La luz azul proveniente del sol la dice a nuestro organismo que es de día, por lo que se reduce la producción de melatonina, que es la hormona del sueño. Cuando por la noche se va la luz del sol, en teoría debería dejar de llegarnos luz azul, por lo que la melatonina comenzaría a producirse y nos provocaría sensación de sueño. Pero si seguimos pegados a una pantalla que tiene un alto componente de luz azul, lo que ocurre es lo contrario, a nuestro cerebro le llega la información de que todavía es de día. Podría pensarse que si te pones un filtro que elimine la luz azul al mirar la pantalla, eliminaríamos este problema, pero también se ha demostrado que no es así. La cuestión en este aspecto es que lo te engancha de la pantalla no es el tipo de iluminación, sino lo que haces con ella. Eso es lo que te mantiene despierta o despierto. Igual que antes, poner el foco solo en uno de los factores, no es la solución.

Otra de las cosas que se dicen con frecuencia para publicitar estas gafas o filtros es que la luz azul hace daño a nuestra retina. También eso es falso, porque no hay ningún estudio riguroso que demuestre el deterioro en la retina humana. Así que la respuesta a tu pregunta es que estas gafas o filtros no reducen la fatiga visual, tampoco hacen que descanses mejor y, tercero, ni la luz azul del sol ni la de las pantallas hace daño a nuestra retina. La radiación solar que sí daña nuestra retina es la ultravioleta (UV) y para protegernos de ella hay que usar gafas de sol homologadas.

Y hay que tener en cuenta otra cosa: estos filtros o gafas, que no están prescritas para un problema oftalmológico y que solo se venden para filtrar la luz azul, pueden tener algunos efectos adversos. Si se usan en la calle durante el día van a filtrar la luz azul del sol, por lo que no recibimos la información correcta, la que necesitamos para mantenernos despiertos durante el día, y esto hará que pueda desregularse nuestro ciclo circadiano. Y además de esto, al filtrar la luz azul va a empobrecerse la visión de los colores.

Conchi Lillo es bióloga, doctora en neurociencias e investigadora sobre las enfermedades de la retina en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León y el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL).

Pregunta enviada vía email por Ada Toro García.

Coordinación y redacción: Victoria Toro.

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