El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha llevado a Bruselas su oposición a la reforma de pensiones en España. Y para defender su postura contrapone la pactada en España entre el Gobierno, los sindicatos y sus socios parlamentarios con la que ha impuesto el presidente francés, Emmanuel Macron, que ha provocado protestas masivas en Francia y ha puesto contra las cuerdas al Ejecutivo galo. “Contrasta el interés por la sostenibilidad y la tensión que está viviendo el Gobierno francés que está viviendo el francés, de lo que está haciendo el español”, ha señalado el líder de la oposición, sin mencionar en ningún momento que el Elíseo ha retrasado por decreto la edad legal de jubilación de 62 a 64 años, mientras que en España ese mismo parámetro está ahora en 66 años y cuatro meses y llegará a 67 en 2027.
La reforma de pensiones que se vota el próximo jueves en el Congreso, y que cuenta con el respaldo de la Comisión Europea, ha apostado por incrementar los ingresos de la Seguridad Social en lugar de recortar las prestaciones futuras. En cambio, la francesa opta por disminuir las prestaciones futuras (un retraso en la edad de jubilación lo es). Siguiendo las estimaciones de la OCDE, España gastó en 2021 el equivalente a un 12,3% del PIB en pensiones; Francia un 15%.
“Seguro que uno de los dos [Gobiernos] se equivoca”, ha añadido Feijóo, “y me da la sensación de que nos estamos equivocando en un debate que es imprescindible”. Se refería también el líder del PP a la disposición transitoria del decreto aprobado en España por el que en 2025 de forma automática tendrá que evaluarse si se prevé que en el futuro cuadren las cuentas. Si no fuera el caso, tendrían que volver a adoptarse medidas. También ha hecho referencia Feijóo a que “se ha roto el consenso”, pese al acuerdo con los sindicatos (no con los empresarios) y buena parte del arco parlamentario, y a que “ningún informe” de expertos avala los números presentados por el Ejecutivo, en clara referencia a la Fedea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.
De visita en Bruselas para el encuentro del Partido Popular Europeo, Feijóo cenó el miércoles por la noche con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y tiene previsto verse con el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. El Ejecutivo europeo, después de muchas negociaciones, como han reconocido ambas partes, sí que ha avalado los datos del Ejecutivo español. No obstante, el líder del PP español ha ignorado responder a si había dado su parecer sobre esto a Von der Leyen o si pretendía convencer al comisario italiano de que la reforma española no es la idónea.
La capital europea ha sido el lugar que ha elegido Feijóo para reaparecer después de dos días de silencio, estrategia por la que ha optado para marcar su distancia de la fallida moción de censura de Vox. En la que ha sido su primera comparecencia tras la moción, el jefe de la oposición ha cargado contra la iniciativa de la extrema derecha y ha argumentado su incomparecencia en el debate parlamentario. “No comparto esta forma de hacer política. Me he abstraído de este esperpento y me he dedicado a reforzar la alternativa y a reconstruir la imagen internacional de España”, ha expresado en referencia a su viaje a Bruselas, donde asegura que todos los líderes europeos con los que ha conversado le han preguntado por la moción. “Yo estoy con la mayoría de los españoles, que consideraron esta moción como una pérdida de tiempo”, ha censurado.
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El líder popular ha defendido también al exalcalde de Badalona y candidato en las próximas elecciones, Xavier García Albiol, a pesar de que el juez lo ha enviado a juicio por prevaricación. Para eso ha tratado de quitar hierro al caso, señalando que prevaricación no es igual a corrupción y que se trata de un caso provocado por la instalación provisional de unas antenas en suelo municipal, algo que no sabía el exalcalde.
En una comparecencia en la que ha empleado un tono que recuerda a Mariano Rajoy y su querencia por grandes palabras de significado poco concreto (”normal”, “política para adultos”, “serios”), ha señalado que la dimisión de una vocal del Consejo General del Poder Judicial, Concepción Sáez, este miércoles no cambia su posición respecto a la renovación del órgano de gobierno de los jueces. “La propuesta del PP es sobradamente conocida y está registrada en las Cortes”, ha apuntado, añadiendo que está en línea con lo que plantea Bruselas. A esta última parte cabe el matiz de que el Ejecutivo europeo ha reiterado una vez tras otra que España debe primero renovar el CGPJ y después proceder a la reforma del procedimiento de elección, en este orden.