Solo una semana después del acuerdo del PP con Junts para tumbar el impuesto a las eléctricas, Alberto Núñez Feijóo ha llamado a detener a su líder, Carles Puigdemont. A toda velocidad, el líder del PP ha retomado el discurso duro contra los independentistas catalanes, que el PP había ido decolorando en los últimos meses, en paralelo a su aproximación a este partido. Este viernes, en su comparecencia para hacer balance del año, Feijóo reprochó a Pedro Sánchez que “acepte fotografiarse con una persona a la que debería detener”, en referencia al expresident catalán. Y después de que el acercamiento del PP a Junts haya despertado recelos internos en distintos sectores del partido, rebajó este viernes también la trascendencia de esos acuerdos a meras “coincidencias en votaciones”. El líder del PP dejó sin responder la pregunta de si estaría dispuesto a presentar una moción de censura con el apoyo de los independentistas, pero varios barones populares se lanzaron rápido a descartarlo como posibilidad, en una forma de marcar distancias con la formación de Puigdemont tras el escarceo político de la semana pasada.
El PP ha rectificado el tono entusiasta que el portavoz parlamentario popular, Miguel Tellado, utilizó a principios de semana para referirse al acuerdo con Junts que unos días antes posibilitó que decayera el gravamen a las energéticas. Tellado dijo el lunes estar “tremendamente orgulloso y satisfecho” de ese pacto con los independentistas catalanes, y auguró más acuerdos en 2025 con los de Puigdemont. “En todo lo que coincidamos, Junts encontrará nuestros votos”, anticipó el portavoz de los populares el mismo día que Pedro Sánchez confirmaba en su comparecencia de balance del año que está dispuesto a reunirse con el expresidente catalán. Ese discurso del PP condescendiente con Junts le impedía criticar al presidente del Gobierno por esa posible foto con Puigdemont, así que los populares han girado de nuevo y han vuelto al discurso duro contra el expresidente catalán, con Feijóo como punta de lanza, pero no solo. La vicesecretaria Ester Muñoz había calificado el día anterior a Puidegmont como “prófugo de la justicia”, empezando ya a cambiar la melodía del argumentario del partido.
El acercamiento del PP a Junts no solo dificulta a Feijóo hacer oposición a Sánchez, como alertan sectores populares, que le advierten de que el riesgo de esta estrategia es legitimar los acuerdos del PSOE con los independentistas. También había puesto en alerta a algunas importantes baronías populares, preocupadas por la repercusión en el electorado del PP y las posibles fugas a Vox por este motivo.
La primera en hacerlo fue Isabel Díaz Ayuso, que se adelantó a Feijóo en la comparecencia para hacer balance del año y un día antes dejó caer sus reticencias a los acuerdos con Junts. “Ya saben lo que pienso de los independentistas”, subrayó la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando los periodistas le preguntaron si ella apoyaría una moción de censura contra Sánchez apoyada por los de Puigdemont. Ayuso avaló los acuerdos puntuales en materia económica, que dijo que no significan “pinzas o estrategias”, pero ella misma avanzó que en el caso de que el PP acordara otras cuestiones, se inhibiría de comentarlo, porque “gracias a Dios”, no le corresponde tener que afrontar ese melón. La líder madrileña no da puntada sin hilo y su silencio forzado también sirve para revelar sus discrepancias.
No solo Ayuso, sino que varios barones del PP se han apresurado a descartar la posibilidad de una moción de censura con los votos de Junts, aunque este viernes, Feijóo no respondió a la pregunta de si estaría dispuesto a presentarla y a recibir el apoyo de ese partido. Dos importantes presidentes autonómicos del partido, el de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el de Galicia, Alfonso Rueda ―sucesor de Feijóo en la Xunta―, reflexionaron el mismo día que no ven a Junts respaldando al líder del PP en una moción contra Sánchez, marcando distancias. “Lo veo lejano, no veo a Junts haciendo esas cosas”, dijo el barón andaluz, que ya había advertido a Génova hace unos días de que el PP y Junts están en dos orillas contrarias en su concepción del modelo de Estado. “Puigdemont es conocedor de la enorme debilidad y fragilidad que tiene este Gobierno [el de España] y va a utilizarlo en su beneficio”, razonó Moreno Bonilla, informa Eva Sáiz.
El barón gallego fue más lejos y dejó caer que Feijóo tendría líneas rojas que no podría traspasar. “Aquellos que decidan colaborar, hacen una buena labor. El PP está en su lugar. Desde la oposición, busca conseguir acuerdos o frenar aquellos que no sean beneficiosos. Si Junts decide apoyarlos, es la actitud correcta”, meditó este viernes Rueda en una comparecencia tras la reunión del consejo de gobierno. Al ser preguntado por si esa sintonía con Junts podría extenderse a una futurible investidura de Núñez Feijóo como presidente del Ejecutivo, Rueda recordó que los populares “siempre” han tenido presentes determinadas líneas rojas. “El actual las ha traspasado todas”, afeó a Pedro Sánchez, al que acusó de “asumir cualquier compromiso” aunque luego “no lo pueda cumplir, como se está viendo ahora”. Y remató: “Creo que Feijóo estaría en todo su derecho a recabar apoyos para la investidura, pero estoy seguro de que no sería a toda costa. Porque esa ocasión ya la tuvo y no la ejerció”.
El líder del PP esgrimió ese mismo argumento, el de que la prueba de que no renunció a sus principios es que está en la oposición, para diferenciar sus pactos con Junts de los del PSOE, pero a la vez avanzó que el año que viene el PP seguirá buscando acuerdos también con los independentistas. En sus planes no está, de momento, presentar una moción de censura contra Sánchez, porque cree que no tiene los votos, como confesó en una conversación informal con periodistas la semana pasada, pero también porque la normalización de Junts estira las costuras internas del PP.