España se prepara para adaptarse al nuevo marco migratorio europeo y, como era de esperar, tendrá que cambiar leyes, ser más eficiente y también más restrictiva. La mayor transformación se verá en el asilo, un derecho que cotiza a la baja en la UE de los populismos. El Gobierno trabaja ya en una nueva ley de asilo —bienvenida sea, porque la vigente es de 2009 y no se adapta a la realidad actual—, pero lo que ha trascendido sobre el nuevo texto despierta algunas alertas.
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