Lo que dicen las encuestas (I): Máxima igualdad nacional
A poco más de una semana vista de la cita presencial con las urnas, y con millones de estadounidenses habiendo ejercido ya el derecho al sufragio, Kamala Harris y Donald Trump están en una situación de empate técnico. Aunque el agregador de encuestas de FiveThirtyEight sitúa a la demócrata 1,4 puntos por delante de su rival republicano, algunos sondeos publicados en los últimos días, como el de TIPP Insights del sábado, apuntan a una igualdad total, con un 48% del voto para cada candidato.
No son buenas noticias para Harris: aunque posible, hay pocas opciones de que, perdiendo en voto popular a escala federal, pueda imponerse en votos electorales. La tendencia de los últimos comicios es exactamente la contraria: los demócratas suelen sacar mejor resultado en voto popular que en el colegio electoral, que es el que en última instancia decanta la balanza a favor de uno u otro candidato.
En 2016, Hillary Clinton sacó casi tres millones de votos más que Donald Trump —en gran medida, gracias a sus holgadas victorias en California, Nueva York o Illinois— pero acabó sucumbiendo de forma clara frente al republicano en el colegio electoral: 232 frente a 306, con derrotas por la mínima en Estados que habitualmente se decantaban por los demócratas, como Pensilvania, Míchigan o Wisconsin. La razón de esta brecha está en el sistema electoral, que otorga al vencedor en cada Estado todos los votos electorales —salvo en Maine y Nebraska—, independientemente de la ventaja obtenida.