El Tesoro no tiene prisa por ejecutar su programa de financiación y limita sus incursiones en el mercado de capitales a las emisiones previstas en calendario. El organismo que dirige Paula Conthe ha captado 2.540,06 millones en letras a tres y nueve meses con un resultado mixto. Mientras las rentabilidades de la deuda a tres meses siguen la estela de las últimas colocaciones y bajan a mínimos de dos años, los rendimientos de la referencia a nueve meses experimentan un ligero repunte. El interés por la deuda española se mantiene intacto, pero la moderación de las rentabilidades al calor de las expectativas de tasas más bajas se están dejando sentir en las peticiones de los pequeños ahorradores. La demanda conjunta para ambas referencias ha superado los 5.375,3 millones, pero las órdenes que corresponden a los inversores minoristas se sitúa por debajo de los 354 millones.
El grueso de la emisión, 1.725,70 millones, han correspondido a las letras a tres meses. En sintonía con el comportamiento del mercado de deuda, que en este arranque de año se caracteriza por el repunte de los rendimientos a más largo plazo, en la colocación de este martes el interés exigido para las letras a nueve meses ha experimentado un ligero repunte. El Tesoro ha pagado un 2,495% por esta referencia, por encima del 2,384% de la puja anterior.
La demanda de los grandes inversores se ha mantenido fuerte y ha alcanzado los 3.560,73 millones, pero la que corresponde a los pequeños ahorradores se ha reducido a los 87,74 millones, por debajo de los 393,73 millones del pasado diciembre y gran distancia de los 1.013,6 millones registrados en febrero de 2024. Hace 11 meses la resistencia que mostraban los precios llevó a los inversores a reajustar sus expectativas de tipos altos durante más tiempo y aunque las letras ya habían emprendido la senda descendente los rendimientos rozaban el 3,5%. Es decir, respecto a los niveles actuales pagaban 100 puntos básicos más.
Los 814,36 millones restantes han correspondido a las letras a tres meses. Las rentabilidades han prolongado las caídas y se sitúan ya en el 2,516%, por debajo del 2,58% de diciembre y el tipo más bajo en dos años. Esta referencia es junto a las letras a seis meses (2,557%) las que más pagan y esto se refleja en las peticiones de los pequeños ahorradores. La demanda de los minoristas aunque ha bajado, lo ha hecho en menor proporción y ronda los 266,25 millones.
La reducción del precio del dinero y las expectativas de que el BCE se tenga que distanciar de la Reserva Federal y acelerar el recorte de los tipos para apoyar el crecimiento han sido un golpe para las rentabilidades de las letras. A medida que los rendimientos se han moderado las demanda de los particulares por la deuda a muy corto plazo se ha estabilizado. A cierre de octubre, último mes del que se disponen datos, las familias tenían en su poder letras por valor de 26.574 millones, por debajo de los 27 446 millones registrados en agosto, el máximo.
La próxima cita del Tesoro con el mercado será el jueves cuando espera colocar entre 5.000 y 6.000 millones de euros en bonos y obligaciones. A las colocaciones previstas en calendario se suma la tradicional operación sindicada a 10 años que se celebra en el arranque de año. El Tesoro analiza con lupa las condiciones para lograr la mejor aceptación y conseguir el precio más atractivo. Los emisores públicos y privados han acelerado la venta de deuda y en la primera semana hábil de 2025 han colocado 105.000 millones de euros. Los inversores han digerido sin problema la avalancha de papel y la demanda de las emisiones públicas han alcanzado los 584.000 millones. “Debería salir pronto porque el mercado está muy positivo”, señalan fuentes conocedoras. El mercado aplaza a la próxima semana la emisión sindicada, un periodo en el que el Tesoro ya habría completado las cuatro operaciones previstas en el calendario.