El Sabadell descarta repercusiones para la banca española por las crisis de Credit Suisse y Silicon Valley Bank | Economía



El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha descartado este miércoles que el sistema bancario español vaya a sufrir por la crisis desatada por la caída del Silicon Valley Bank y Credit Suisse. “No tiene ningún sentido pensar en una repercusión posterior. Los bancos españoles no tienen los mismos problemas”, ha destacado Oliu en una rueda de prensa el día previo a la celebración de la junta general de accionistas de la entidad, en Alicante. El nerviosismo en los mercados parece haberse calmado tras el rescate del banco suizo y la rápida intervención del BCE para contener el miedo sobre los bonos convertibles.

Los problemas de los bancos en aprietos, a los que se ha referido también el consejero delegado del grupo, César González-Bueno, eran principalmente una mala gestión del riesgo en el peso de los bonos soberanos sobre sus activos, falta de supervisión y una escasa liquidez. El presidente del banco vallesano ha destacado en su intervención que 2022 ha sido un año muy bueno para la entidad: “Se han conseguido superar las expectativas”. A lo que ha añadido: “No veo motivos por lo que lo esperado para este año vaya a cambiar”. Es decir, Oliu ha despejado los fantasmas sobre un posible deterioro de su actividad por la crisis bancaria de las últimas semanas. “Estamos muy confiados en nuestras expectativas para 2023″, ha remachado González-Bueno.

Sobre el rescate de Credit Suisse también se han referido a la resolución tomada por Suiza en la venta de la entidad a UBS, en la que se ha alterado el orden de prelación de riesgos establecido por el Banco Central Europeo (BCE) —Suiza no está bajo su jurisdicción—. En este caso, los accionistas recuperaron parte de su inversión, mientras que los tenedores de los bonos convertibles, denominados AT1, lo perdieron todo. Una decisión que hizo saltar las alarmas en el mercado, hasta que el Eurobanco paró la sangría con un comunicado en el que dejó claro que en Europa asumirán las pérdidas primero los accionistas y acreedores y, solo después, los tenedores de esos bonos. “La EBA [Autoridad Bancaria Europea], el BCE como supervisor y la JUR [Junta Única de Resolución] han sido específicos en cuanto al orden de prioridad que se aplica en Europa”, enfatizaron estas instituciones en una nota conjunta.

Sobre la incertidumbre generada en las últimas semanas, el consejero delegado ha relatado una serie de métricas en las que el Sabadell destaca y que le da confianza en caso de que se recrudezca la crisis bancaria, por ejemplo, una liquidez con una ratio de más del doble de lo exigido. Además, ha resaltado que el 68% de los depósitos de la entidad están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos, otro factor que resultó determinante en la caída del Silicon Valley Bank.

Sobre la vuelta de la sede a Cataluña, Oliu ha reiterado una vez más que se trata de un asunto que no está sobre la mesa. El presidente ha sido cuestionado también sobre la retribución de los accionistas, más concretamente sobre la oportunidad con la recompra de títulos propios: “Es bueno en este momento porque sería comprar capital a mitad de precio”, ha dicho. Es decir, al cotizar a la mitad del valor en libros, cree que es conveniente realizar un programa de este tipo del que va a pedir permiso a la junta este jueves.

Defensa de la competencia

Por otro lado, González-Bueno ha vuelto a defender productos de la banca que sustituyen a la remuneración del ahorro tradicional a través de los depósitos a plazo fijo. Por ejemplo, los fondos garantizados. De hecho, ha contestado a las formaciones políticas que acusan al sector de ser una especie de oligopolio. “Es un mercado con muchísima competencia”, ha incidido el consejero delegado.

Los principales espadas del Sabadell también se han referido a la morosidad y los posibles problemas de los deudores hipotecarios, para los que el sector pactó con el Gobierno una ampliación del Código de Buenas Prácticas que sirviese de escudo de las familias vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad. “De momento no vemos nada, ni en morosidad ni en los indicadores adelantados”, ha afirmado el primer ejecutivo del banco.

Además, Oliu ha enfatizado que la subida de tipos no supone un beneficio extraordinario, de ahí que el grupo haya ido a los tribunales para recurrir la nueva tasa a la banca. “El impuesto temporal al sector era para identificar tipos de interés positivos como extraordinarios, aunque eso es erróneo”, ha dicho el presidente. A lo que ha añadido: “Las turbulencias de las últimas semanas nos deberían hacer reflexionar a todos, pero no creo que el Gobierno vaya a cambiar nada [sobre el impuesto]”. Oliu, además, ha afirmado que no cree que vuelva a ver tipos de interés negativos. “Si eso ocurre, será porque estamos muy mal”.

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