El PSOE se aferra a Zapatero y sus 145 años de historia para resistir la ofensiva judicial | España



“Antes nos llevaban a las cunetas. Ahora nos llevan a los tribunales”. Con esa aspereza resumía un veterano socialista que formó parte de la Junta de Andalucía que vivió el periplo judicial y el daño reputacional del caso de los ERE la impresión extendida en el PSOE, sin distinción entre los fieles y críticos de Pedro Sánchez, de encontrarse bajo un asedio de la derecha judicial. Una sensación de cerco, pero en absoluto de fin de ciclo, con la declaración de Juan Lobato en el Tribunal Supremo como el último capítulo de un largo serial que empezó con el caso Koldo, que en abril puso a prueba el manual de resistencia de Pedro Sánchez con la investigación sobre su esposa, Begoña Gómez, y de la que tampoco se ha librado el hermano del presidente. En medio de la tormenta, José Luis Rodríguez Zapatero volvió a acudir a la llamada de auxilio del PSOE con un alegato reivindicativo y de cierre de filas: “¡Queremos una España progresista y eso solo depende del PSOE! ¡De nuestra convicción!”. A las 20.11, la hora en que hace un mes la Generalitat de Carlos Mazón mandó la alerta por la dana cuando ya era tarde, el millar de delegados asistentes al Congreso guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas y afectados por la tragedia. “Las víctimas siempre por delante, tenemos que volcarnos en el afecto y la cercanía. El Gobierno tiene como prioridad para esta legislatura Valencia y los valencianos”, aseveró Zapatero. Durante unos pocos segundos, parte de los asistentes pidieron la dimisión del presidente valenciano.

El expresidente del Gobierno siempre responde. Zapatero levantó el ánimo del PSOE y arrastró detrás de él a los socialistas cuando nadie más, salvo Pedro Sánchez, creía en salvar el Gobierno en el verano de 2023. Un año y medio después, Zapatero contribuyó de nuevo a agitar al PSOE en otro momento crítico. “145 años, Sevilla y un acto feminista. Esto algunos no lo entienden. Siento felicidad y orgullo de este partido que cambió España y el destino de las mujeres”, resaltó tras recibir un galardón por su contribución a las políticas de igualdad. Para entonces el millar de delegados del Congreso Federal ya se habían conjurado frente a lo que consideraban una ofensiva orquestada desde sectores conservadores de la justicia.

La cita empezó con una ofensiva durísima contra el PP. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, demostró que no hay mejor defensa que un buen ataque y tildó de “golpista” el estilo de oposición del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que esta semana ha pedido que los militantes socialistas forzasen la caída de Sánchez como secretario general del PSOE. “Feijóo dice que el PSOE tiene que echar a Pedro Sánchez, que fue elegido en las primarias del PSOE. Eso es el discurso golpista y del autoritarismo, que no permite que sea la democracia la que conforme los liderazgos en las organizaciones políticas”, arremetió. La número dos del Ejecutivo y del PSOE enfatizó que el presidente cuenta con “el cariño, el respeto y la legitimación de toda la militancia” frente “al discurso para derribar, derrocar y tumbar” a Sánchez por parte de Feijóo justo a las puertas de su proclamación como líder del PSOE para un nuevo mandato, el cuarto, desde 2014. “Ya le gustaría a algunos que intentan embarrar este Congreso con falsedades y mentiras, llegar a un Congreso limpio, como nosotros, con las propuestas e ideas que vamos a proyectar como partido político y como Gobierno de España de aquí a la siguiente década”, llamó a rebato Santos Cerdán, secretario de Organización.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, advirtió de la tentación de reducir el Congreso a un acto de resistencia colectiva frente a la sucesión de decisiones judiciales y las acusaciones sin pruebas de corrupción vertidas por Víctor de Aldama. “Hay quien está enfocando el congreso como un congreso de resistencia o poco más o menos de entronización. Yo me cuidaría de argumentaciones así. Creo que un congreso, si no ofrece futuro a la sociedad, puede ofrecer la imagen de búnker y eso no creo que sea ni útil para el PSOE ni útil para la sociedad española”, observó. “El ambiente es irrespirable, pero es humo provocado de forma premeditada por la derecha y por la extrema derecha. Estoy convencido de que el Congreso va a servir para que demos respuesta a los problemas de la gente, es a lo que nos tenemos que dedicar este fin de semana. A salir más fuertes por el bien de la mayoría social de este país”, compartió Luis Tudanca, secretario general de Castilla y León y otro de los contados barones críticos. El expresidente Felipe González y Javier Lambán, secretario general de Aragón, son las ausencias más destacadas del Congreso.

Lejos del poderío institucional y territorial de hace tres años en el Congreso de Valencia, la reunión de Sevilla tiene sentido sobre todo porque permitirá el rearme del PSOE con la renovación de los liderazgos autonómicos. “Queremos que el partido esté en forma y eso pasa por revitalizar el proyecto político y algunos liderazgos”, fue clara Montero. Una cuenta atrás que podría afectar a siete federaciones, con Andalucía a la cabeza.

El día clave del Congreso será este sábado, con el debate de las enmiendas a la ponencia, con la financiación singular como asunto estelar aunque las garantías dadas por Ferraz y La Moncloa han apagado el incendio que provocó el acuerdo del PSC con ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa como president de Cataluña. El interés estará sobre todo en la próxima ejecutiva de Sánchez, aunque no se esperan cambios en su núcleo. El hermetismo es absoluto y la última palabra la tendrá el presidente, aunque se da por descontado la continuidad de Montero y Cerdán. “Este partido tiene a un extraordinario secretario de Organización, un hombre absolutamente comprometido con el avance de España, con la izquierda y la fortaleza del PSOE, que trabaja de forma anónima en la mayoría de las ocasiones poniendo los granitos de arena imprescindibles” alabó la número dos al número tres. “Ha sido, es y será uno de los mejores secretarios de Organización que ha tenido la historia de este partido y espero que continúe durante muchos años”, proclamó Montero.



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