El imán de Ripoll “no fue colaborador ni informador del CNI”, asegura el exjefe del servicio secreto | España


El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, durante su comparecencia ante la comisión de investigación sobre los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils este martes en el Congreso.
El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, durante su comparecencia ante la comisión de investigación sobre los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils este martes en el Congreso.Eduardo Parra – Europa Press (Europa Press)

“Solo pensar o imaginar que pudimos evitar la muerte de 16 ciudadanos y no lo hicimos es una infamia, una maldad y una vileza”, le ha espetado el general Félix Sanz Roldán a la diputada de Junts per Catalunya (JxCat) Pilar Calvo. El que fuera director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entre 2008 y 2019 ha protagonizado este martes un tenso diálogo con la representante del partido de Carles Puigdemont en la primera sesión de la Comisión de Investigación sobre los atentados yihadistas de Las Ramblas y Cambrils de agostos de 2017.

“Míreme y dígame que yo pude evitar un atentado y no lo hice”, ha emplazado el exjefe del CNI a Calvo en el Congreso. Aunque la diputada ha alegado que ella no había insinuado tal cosa, sus preguntas iban dirigidas a abonar la teoría de que los servicios secretos españoles tuvieron conocimiento previo del atentado y no lo evitaron para dar un escarmiento al independentismo, que en esas fechas preparaba el referéndum ilegal el 1 de octubre. De hecho, tras la comparecencia de Sanz Roldán, el entonces presidente de la Generalitat y ahora líder de Junts, Carles Puigdemont, ha vuelto a arrojar sospechas sobre la implicación del CNI en las masacres. “La conexión entre el Estado y los autores de los atentados de Barcelona y Cambrils es una evidencia de la que hay que tirar del hilo, como bien hace Pilar Calvo”, ha escrito en la red social X.

Preguntado por el otro alentador de esta teoría, el excomisario José Manuel Villarejo, quien llegó a asegurar que el CNI quería darle “un susto a Cataluña”, pero “calculó mal” y “se le fue de las manos”, el general ha contestado al portavoz socialista: “¿De verdad quiere poner al mismo nivel a una persona que ha servido con dignidad durante 57 años a España que a una persona que está encausada y todos ustedes saben por qué?”. “Lo que me preocuparía mucho es que el comisario Villarejo hablara bien de mi”, ha apostillado.

A pesar de que el PSOE había pactado con los demás grupos su desclasificiación, el general ha comparecido en el Congreso sin que el Consejo de Ministros haya levantado el secreto sobre los informes que en su día elaboró el CNI en relación a los atentados de Barcelona. Ello ha obligado a Sanz Roldán a hacer malabarismos entre su obligación de guardar reserva y su deseo expreso de colaborar con la comisión de investigación.

Así ha reconocido, amparándose en que ya era de dominio público, que agentes del CNI hicieron “dos o tres visitas” a Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll y supuesto cerebro de la célula yihadista, cuando cumplía condena en Castellón por narcotráfico. Según ha explicado, las cárceles eran un foco de expansión del yihadismo y formaba parte de la tarea de los cuerpos de seguridad del Estado interesarse por presos comunes de los que se sospechaba que se estaban radicalizando o haciendo proselitismo. De hecho, ha añadido, Es Satty también fue visitado por miembros de la Guardia Civil, según un informe de Instituciones Penitenciarias.

Roldán ha reconocido que una sicóloga del CNI realizó un informe sobre el recluso, pero no ha querido revelar su contenido ni tampoco si el centro mantuvo más contactos con él una vez salió de prisión, remitiéndose en todo momento a lo que declaró a puerta cerrada el 5 de marzo de 2018 ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, la única instancia parlamentaria con acceso a información clasificada.

Tampoco ha querido detallar qué errores cometieron los servicios de inteligencia para que alguien que estaba bajo su radar acabara formando una célula yihadista sin que nadie lo advirtiera, y ha señalado que el CNI, como hace en todas las operaciones, elaboró un informe crítico con las lecciones aprendidas de aquel caso que se guarda en sus archivos. “Lo importante no es ganar la batalla sino la guerra”, le ha dicho a Jon Iñarritu, de Bildu.

Colaboración con los Mossos

El choque se ha producido con la portavoz de Junts, quien ha dado por hecho que Es Satty era un confidente del CNI y que el centro español de inteligencia no trasladó a los Mossos d’Esquadra una información según la cual se preparaba un atentado inminente en Barcelona que recibió de sus homólogos extranjeros. “Sin romper en absoluto el secreto, Es Satty no fue colaborador ni informador del CNI. Nunca. Punto”, le ha replicado.

El exjefe de los espías españoles se ha remitido a las declaraciones que en su día hizo el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, elogiando la colaboración de su servicio con la policía autonómica catalana. En respuesta al portavoz de ERC, Jordi Salvador, ha negado cualquier relación entre las entrevistas que los espías mantuvieron con Es Satty en 2014 en prisión y su posterior papel en los atentados de 2017. “¿Hubo negligencia o falta de sabiduría o de oficio? Algo ocurrió, cuando el atentado se produjo”, ha reconocido. Lo que no se produjo en ningún caso, ha subrayado, es una “negligencia interesada”.

El exjefe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el comisario jubilado José Luis Olivera, que ha comparecido a continuación, ha asegurado que jamás llegó a Interior ninguna alerta sobre la explosión que se produjo en la vivienda que ocupaban los terroristas en Alcanar (Tarragona), un día antes de los atentados de La Rambla de Barcelona y Cambrils. “Algún fallo se produciría, seguro, pero negligencia no”, ha asegurado.



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