El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha confirmado este lunes que el Consejo de Ministros aprobará mañana una nueva actualización de las previsiones macroeconómicas del país, que trae consigo noticias alentadoras: el crecimiento del PIB para 2024 será revisado al alza en tres décimas, pasando del 2,4% al 2,7%. Este ajuste confirma la robustez de la recuperación económica, pese a los embates de la pandemia y las incertidumbres internacionales que se han vivido en los últimos años. La mejora está directamente relacionada con el ajuste sobre las cuentas nacionales que presentó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (INE). El organismo sorprendió al mercado al publicar una revisión que mostró que la economía española creció más de lo esperado en los últimos años.
El PIB de 2023 fue ajustado dos décimas al alza, alcanzando un crecimiento del 2,7% en lugar del 2,5% anunciado previamente. Esta corrección también afectó a los años anteriores: el crecimiento de 2022 subió a un 6,2%, cuatro décimas más de lo estimado, y el de 2021 pasó del 6,4% al 6,7%. Estos cambios revelan que la recuperación económica pospandemia fue más vigorosa de lo que se había calculado inicialmente.
El Banco de España también mejoró este mes sus proyecciones para 2024 hasta el 2,8%, cinco décimas más que el 2,3% que había estimado hace apenas tres meses. Su ajuste, al igual que el de La Moncloa, se debe a los cambios hechos por el INE. El crecimiento trimestral del primer trimestre se ha revisado al alza del 0,7% al 0,8%, mientras que el segundo trimestre registró un avance del 0,8%, tres décimas más de lo que había previsto el propio banco, y superando al 0,2% de la zona euro. El comportamiento excepcional del sector exterior, con un fuerte impulso del turismo y una reducción de las importaciones gracias a la eficiencia energética, ha sido uno de los motores clave de esta mejora en las previsiones.
Aprovechando el respaldo de ambas instituciones, Cuerpo ha destacado este lunes que el Gobierno “irá en línea de lo que están haciendo los expertos y vamos efectivamente a actualizar al alza nuestras previsiones para los próximos tres años”, según ha dicho durante una entrevista en televisión. Esta fortaleza será clave para aliviar la presión fiscal que enfrenta España bajo las nuevas reglas de la Unión Europea.
El Gobierno se ha comprometido a reducir el déficit público al 3% del PIB en 2024, con un objetivo a largo plazo de alcanzar un 1,8% en 2027. Según Cuerpo, estas metas son “ambiciosas, pero alcanzables”, especialmente tras la revisión al alza del crecimiento económico. Por eso, el ministro ha subrayado que la senda fiscal planteada en julio sigue siendo la adecuada, aunque ahora se presenta un horizonte más optimista, gracias a la mejora de las perspectivas de crecimiento. La lógica es que, con un crecimiento mayor, las bases imponibles se expanden, lo que incrementa la recaudación y, por tanto, reduce el déficit. “Cuanto más crezcamos, más podremos seguir adelante y menor será el ajuste que tengamos que hacer nosotros o cualquier otro país de la Unión”, ha explicado el ministro.
El optimismo gubernamental se ve respaldado por los 36.400 millones de euros extra que de golpe ha sumado el INE al crecimiento económico de los últimos tres años y que se sitúa ahora cerca de los 1,5 billones de euros, reduciendo de paso la ratio de deuda pública al 105%.
Con la economía en una senda positiva, el Gobierno confía en que estos datos no solo se traduzcan en mejoras fiscales, sino también en un impacto directo en el bienestar de los ciudadanos. “Estamos trabajando para que esta buena evolución de la economía se refleje también en su día a día”, subrayó Cuerpo. El reto, ahora, es asegurar que el crecimiento económico se distribuya de manera equitativa y se mantenga a largo plazo.
A pesar de la robustez que exhibe la economía nacional, Cuerpo ha reconocido que aún persisten desafíos importantes, especialmente para las familias. El aumento de los precios, los alquileres elevados y las hipotecas afectadas por la subida de los tipos de interés siguen generando dificultades para muchos hogares. En un contexto de infrainversión en construcción y un creciente número de hogares, la presión sobre la demanda de pisos ha aumentado. “Estamos trabajando para incrementar la oferta de vivienda, y vendrán más medidas en los próximos meses”, ha asegurado el ministro, sin especificar detalles, pero adelantando que el Ejecutivo no dejará este tema fuera de su agenda de prioridades.