El Consejo Superior de Deportes (CSD) no impedirá que el barón gallego Rafael Louzán, con una condena de siete años de inhabilitación para ocupar cargo público, se presente a las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol, que se celebrarán el próximo lunes 16 de diciembre. Sin embargo, fuentes del organismo que preside José Manuel Rodríguez Uribes aseguran que este se mantiene firme en su intención inicial de elevar una denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) cuando Louzán acceda a la poltrona del fútbol español por incumplimiento de los estatutos federativos. Estos, en su artículo 19.4, referente a los requisitos para ocupar cargos en la federación, imponen como condición: “No estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos”.
La normativa estatuaria de la RFEF no especifica si la condena debe ser firme. Louzán defiende que está pendiente del recurso de casación que interpuso ante el Tribunal Supremo y que, por lo tanto, la sentencia no es definitiva. A esto último se ha aferrado el barón gallego para presentar su candidatura y abrirse paso hasta su probable presidencia de la federación. Los magistrados del citado tribunal abordarán la causa el próximo 5 de febrero. Si ratifican la condena, la federación y el fútbol español por ende, se verán abocados, después de los escándalos que protagonizaron Luis Rubiales y Pedro Rocha, los últimos presidentes, a otro bochorno internacional. Mientras tanto, Louzán no podrá formar parte del comité Ejecutivo de la UEFA ni del consejo de la FIFA. Además, no podrá sentarse en ningún mesa de negociación en la que se trate cualquier asunto referente a la organización del Mundial 2030. Pese a ello, el gallego logró reunir 74 avales, aunque solo utilizó 51 por estrategia. El mínimo para presentarse son 21.
Louzán es el favorito a ser el elegido por los 141 asambleístas como nuevo mandamás del fútbol español por delante del valenciano Salvador Gomar y del extremeño Sergio Merchán. A este último, delfín del inhabilitado Pedro Rocha, Louzán le cedió 23 avales como recambio por si el CSD tiraba abajo su candidatura. El que fuera presidente de la diputación de Pontevedra, cargo en el que prevaricó por una subvención para reformar el campo de fútbol de Moraña, cuenta con el apoyo de una decena larga de territoriales y, en su mayoría, con el de LaLiga presidida por Javier Tebas y LaLiga F (un total de 20 votos). Y salvo sorpresa mayúscula, será elegido presidente de la federación de fútbol para el periodo olímpico 2024-2028.
Los servicios jurídicos del CSD calibraron la posibilidad de actuar para evitar que Louzán pudiera presentar candidatura. Fuentes del organismo gubernamental admiten ahora creer que no están legitimados en este momento del proceso para intervenir. Por otro lado, también esperaban que Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, impugnara la candidatura de Louzán tal y como había anunciado. Galán decidió no impugnar tras pactar con Louzán, que se comprometía a que los títulos otorgados en las escuelas de este fueran convalidados con la licencia UEFA Pro que permite entrenar en el extranjero.
Ante las dudas creadas, aseguran las mismas fuentes, en el CSD prefieren esperar a que Louzán ocupe el cargo para ejecutar la línea marcada por Rodríguez Uribes: “Hay que cumplir algunos requisitos. Por supuesto, lo que establece la propia federación, que dice que no puede presentarse nadie que esté inhabilitado judicialmente”, sentenció el presidente del CSD hace unos días.
Las declaraciones de Rodríguez Uribes son todo un órdago contra la más que posible presidencia de Louzán. Si no da el paso, quedará en evidencia ante la rotundidad de sus palabras. El presidente del CSD ya tuvo que soportar un aluvión de críticas cuando anunció que Pedro Rocha, investigado en el marco de la Operación Brodie por supuestas irregularidades en contratos de la federación entre 2018 y 2023, no podía ni presidir la RFEF, ni representar a España durante la Eurocopa. Por entonces, la intención del Ministerio de Cultura y Deporte, del que depende el CSD, era que en los palcos de los estadios alemanes se sentara Vicente del Bosque. El exseleccionador fue anunciado a bombo y platillo como presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación creada por el CSD para tratar de estabilizar la federación y vigilar el proceso electoral. “El señor Vicente del Bosque va a ser la cara y la representación del fútbol español”, aventuró la ministra Pilar Alegría en una nota emitida por el CSD, en la que también se aseguraba que Del Bosque desempeñaría su labor en el europeo de Alemania. Finalmente, Rocha fue el máximo representante del fútbol español en los asientos nobles.
Del Bosque responde al perfil que el CSD considera idóneo para presidir la RFEF. Sin embargo, Rodríguez Uribes ha tropezado con la voluntad de 74 asambleístas del fútbol español de apoyar a un condenado por prevaricación. Y también con las críticas por no haber elaborado una Orden Ministerial que no aboliera la duplicidad de avales. Esto ha impedido que los candidatos externos como el empresario Juanma Morales o el exsecretario general de la RFEF, Gerardo González, reunieran los apoyos mínimos para ser candidatos. De esto último se jactan Louzán y los barones que le apoyan,