Fin de la escapada para el surcoreano Do Kwon, el hombre detrás de uno de los mayores escándalos en la corta historia de las criptomonedas. El ministro del Interior de Montenegro ha anunciado en la tarde de este jueves que han detenido a una persona sospechosa de ser el creador de las divisas digitales Luna y TerraUSD. El mensaje de Filip Adzic, publicado en Twitter, explica que Do Kwon fue arrestado en el aeropuerto de Podgorica, cuando se descubrió que portaba documentos falsos, y ahora está pendiente de que su identidad sea confirmada oficialmente.
Corea del Sur, Singapur y EE UU estaban tras su pista. La SEC, el regulador de los mercados financieros estadounidense, le acusa de orquestar un multimillonario fraude a inversores. “Repitieron declaraciones falsas y engañosas para generar confianza antes de causar pérdidas devastadoras”, decía en un comunicado publicado el mes pasado. La empresa fundada por Do Kwon, Terraform Labs, tenía su sede en Singapur, pero cuando Luna y TerraUSD colapsaron dejando un inmenso pufo que provocó una enorme crisis para el ecosistema cripto y dejó sin sus ahorros a cientos de miles de pequeños ahorradores, Kwon también se esfumó.
En septiembre, un tribunal de Corea del Sur emitió una orden de arresto en la que apuntaba que Kwon residía en Singapur, pero la Policía de dicho país no lo encontró y dijo que ya no residía en la ciudad-estado. Desde diciembre se le situaba en Serbia, muy cerca de donde ha sido arrestado, e incluso Bloomberg informó de que agentes surcoreanos viajaron a ese país para hablar con las fuerzas de seguridad sobre su posible paradero.
Do Kwon se había vuelto un fantasma que perseguir, pero no calló durante buena parte de su tiempo como prófugo. Escribía regularmente en Twitter, donde tenía un millón de seguidores que pasaron de idolatrarlo como un genio de la tecnología a denostarlo como un heredero más de Bernard Madoff, el gran estafador de Wall Street. La SEC desmitificó la idea de que su firma mereciera en algún momento el calificativo de innovadora o revolucionaria. “El ecosistema de Terraform no estaba ni descentralizado ni financiado. Era simplemente un fraude respaldado por una supuesta “moneda estable” algorítmica, cuyo precio estaba controlado por los demandados, no por ningún código”.
Rentabilidades del 20%
Kwon incluso respondió a los que le preguntaban donde estaban. “Te diré lo que estoy haciendo y dónde estoy si: 1) somos amigos 2) tenemos planes de encontrarnos 3) estamos involucrados en un juego web3 basado en GPS. De lo contrario, no tienes por qué saber mis coordenadas GPS”, espetó en septiembre pasado. Cuando explotó otro escándalo, el de la plataforma cripto FTX fundada por Sam Bankman Fried, le culpó de haber contribuido a la caída de TerraUSD a través de su fondo de inversión Alameda. Y se permitió enviar un críptico mensaje amenazante: “Lo que se hace en la oscuridad saldrá a la luz”. Poco después, en diciembre, tal vez preocupado por el cerco que se cernía sobre él, dejó de escribir.
Mientras tanto, las víctimas que le confiaron su dinero y nunca más volvieron a saber de él clamaban justicia. El esquema que les llevó al precipicio de perderlo todo era sobre el papel atractivo: desde abril de 2018 hasta su colapso en mayo de 2022, Do Kwon recabó miles de millones de clientes atraídos tanto por las revalorizaciones de Luna como por un sistema de remuneración que daba rentabilidades cercanas al 20% a quienes lo depositaban en TerraUSD, una moneda algorítica vinculada al dólar que perdió la paridad con el billete verde y terminó sin valor alguno. “Engañaron a los inversores sobre su estabilidad”, acusa la SEC.
En septiembre, la Fiscalía de Corea del Sur solicitó la colaboración de Interpol para atrapar a Do Kwon, y la agencia emitió una orden internacional contra él. Kwon respondió trasladando una imagen de normalidad en su vida cotidiana. “Como ya dije, estoy haciendo cero esfuerzos por esconderme. Voy a pasear y a centros comerciales”, afirmó en Twitter, su única vía de contacto con el gran público. Montenegro deberá estudiar ahora las órdenes de extradición en su contra, y como le sucedió a Bankman-Fried, de FTX, que se enfrenta a 115 años de cárcel, el periplo judicial que empieza ahora no pinta nada bien para Do Kwon.
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