El Congreso de los Diputados ha aprobado este miércoles una propuesta del PP para que el Gobierno de España reconozca al líder opositor en Venezuela, Edmundo González, como presidente electo de ese país. La moción de los populares ha sido apoyada por Vox, el PNV, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC); no han participado en la votación los diputados de Junts, el partido de Carles Puigdemont, que se han ausentado alegando que tenían que acudir a los actos de celebración de la Diada de Cataluña. La proposición —que no es vinculante— ha salido así adelante con 177 votos a favor, 164 en contra (los del PSOE y Sumar, los partidos del Gobierno, y la mayoría de sus aliados de investidura) y una abstención: la del exministro socialista José Luis Ábalos, que está expedientado por el PSOE pero sigue en el Congreso como miembro del Grupo Mixto.
La propuesta no tiene ningún efecto práctico: el Gobierno, que es el único competente para realizar ese reconocimiento, insiste en que tomará su decisión en conjunto con los demás países de la Unión Europea. No obstante, el resultado de la votación proporciona otra victoria simbólica al PP en su estrategia de evidenciar las debilidades parlamentarias del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El debate sobre la proposición no de ley del PP para el reconocimiento oficial de España a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela ya se había resuelto en la tarde del martes, mientras cientos de venezolanos radicados o exiliados en España se manifestaban contra el régimen de Nicolás Maduro precisamente en la plaza de las Cortes. Pero la votación se ha ratificado a primera hora de la tarde de este miércoles, tras otra tormentosa sesión de control al Gobierno y sin la presencia del presidente Sánchez, que está de viaje oficial en China.
El PP ha logrado sumar a su iniciativa, además de a Vox y su socio en Navarra (UPN), a Coalición Canaria y en este caso muy particular al PNV. Fuentes del máximo nivel del PNV se afanaron en explicar que esa alianza con los populares es puramente coyuntural y que no significa ninguna ruptura de sus apoyos recurrentes al actual Gobierno. Su portavoz parlamentario, Aitor Esteban, lo refrendó con su habitual tono pactista en la tribuna durante su intervención, donde agradeció las gestiones “útiles” del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para traer a España a Edmundo González Urrutia, pero también en privado a dirigentes socialistas en los pasillos. El PNV se quejó de que el PP ni les hubiera llamado. Ningún grupo o miembro del Gobierno tuvo constancia de cuál podría ser al final la postura y voto de Junts, que en todo caso no se produjo porque sus diputados se ausentaron.
El único enigma, pues, que quedaba para este miércoles sobre este debate de Venezuela era conocer el número exacto de votos afirmativos y, sobre todo, esa posición de Junts, cada vez más imprevisible en su comportamiento en la Cámara baja. Finalmente, los siete diputados del partido de Carles Puigdemont anunciaron, tras la sesión de control, que no participarían en las votaciones al final del pleno, el primero del nuevo curso parlamentario, por su coincidencia con la Diada de Cataluña.
Fuentes de la formación independentista afirmaron que “hasta el último momento” habían intentado que las votaciones previstas se celebrasen el martes o el jueves de esta semana para no interferir en la celebración de la Diada, pero no lo lograron. En esta ocasión, la duración de los plenos, que suele ser de martes a jueves, se acortó en un día, por lo que la de hoy era la jornada final. Los siete diputados independentistas catalanes anunciaron su asistencia a la manifestación de esta tarde en Barcelona “para defender las reivindicaciones y los anhelos de nuestra nación”. “No fallaremos a los catalanes, que son a quienes representamos”, afirmaron en una nota.
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