El encuentro entre el Europa y el Sant Andreu de este domingo tuvo que terminar antes de tiempo. El derbi catalán se suspendió en el minuto 47 por la caída de la valla del gol norte del Nou Sardenya —el campo del Europa con capacidad para 4.000 espectadores— tras la celebración del quinto gol del Sant Andreu. En ella se encontraba los Desperdicis, grupo radical de aficionados del equipo visitante, y un centenar de espectadores y algunos periodistas cayeron al terreno de juego. Las asistencias médicas y la seguridad del campo acudió rápidamente para asistir a los afectados, con algunas contusiones y heridas leves, según el Sant Andreu en una publicación. No es la primera vez que sucede: ya en enero de 2020, en un encuentro entre ambos equipos, la valla cedió. Por ello, el Sant Andreu ha emitido un comunicado en sus redes sociales. “Todo el mundo debe ser consciente de que podría haber sucedido una tragedia. Debe hacer reflexionar a los responsables del mantenimiento de estas instalaciones”, se lamentó el club catalán.
En el escrito, el club detalla que hace tiempo que reclaman al Ayuntamiento una mejora de las instalaciones de su campo, el Narcís Sala, y que les consta que “el Europa también lo ha solicitado para el Nou Sardenya”. “Son dos estadios que necesitan mejoras urgentes para acoger partidos de esta envergadura”, prosigue el club. “Lamentamos la caída de la valla, que hace tiempo que estaba envejecida como otros aspectos del estadio”, empieza el comunicado del Europa, en el que explican que el Ayuntamiento se puso en contacto con el club después del incidente para “ponerse a su disposición y encontrar la solución para cambiar la valla”. “Nosotros hemos hecho las adecuaciones y reparaciones que estaban en nuestra manos, […] pero ha llegado la hora de que el Ayuntamiento haga las adecuaciones importantes que hace tiempo que el estadio necesitan”, añaden en el texto.
El Nou Sardenya, de titularidad municipal, se gestiona mediante una concesión en la que la explotación del campo y los beneficios reportan directamente al club. Desde el Ayuntamiento aseguran que el club es el responsable de la gestión, conservación en términos de seguridad y buen estado de la instalación, así como del mantenimiento ordinario. Añaden, además, de que el distrito tiene relación con el club en diferentes niveles, y que en estos últimos años han invertido 375.000€ para renovar el césped en 2022 y 330.000€ en el iluminado en 2021, entre otras mejoras. Pero que el mantenimiento de la valla que cedió y el resto de elementos del estadio forman parte del cuidado básico a cargo del club. Este lunes por la mañana, los responsables técnicos municipales han visitado las instalaciones y, según el Ayuntamiento, han constatado que el mantenimiento de la valla era insuficiente. Para garantizar el buen estado del campo se realizará una auditoría sobre su conservación y mantenimiento.
Desde el Sant Andreu aseguran que ya existía una coordinación previa con el Ayuntamiento, pero esperan que después de lo sucedido se acelere el trabajo y siga la colaboración estrecha. El Ayuntamiento añade que el club quatribarrat ya tiene prevista la inversión para hacer mejoras en el Narcís Sala. Los encargados ya están redactando el proyecto —que incluye mejora en todas las barandillas y algún punto de la grada— y las obras empezarán el primer cuatrimestre del 2025.
El domingo, en el Nou Sardenya, ya antes de la media parte, el partido tuvo que pararse temporalmente por lanzamientos de objetos desde la grada visitante al terreno de juego. Según el acta arbitral, se arrojó un mechero y una lata vacía de cerveza al césped en el minuto 26 tras el gol de Álex Cano, con una celebración que le costó una amonestación. Y a pesar de ser avisados por megafonía, en el añadido de la segunda parte se volvió a lanzar un mechero, por lo que el árbitro suspendió diez minutos el encuentro.
Cuando se retomó el partido, el Sant Andreu anotó su quinto gol. Los jugadores fueron a celebrarlo con su afición, y entonces se derrumbó la valla metálica que delimita el terreno de juego con la grada, “cayendo un centenar de aficionados”, según el acta arbitral. “No hubo intención de tirar la valla, simplemente la gente se apelotonó y pasó”, asegura uno de los espectadores que cayó al césped. Fuentes policiales aseguran que fueron los miembros del grupo quienes tiraron la valla. Viendo que la valla caída “no tenía solución y ocupaba parte del terreno de juego”, decidieron suspender el partido. “Los Mossos d’Esquadra no nos pudieron garantizar la seguridad de los aficionados ni de los participantes”, asegura el acta arbitral. El encuentro se reprenderá en la fecha que determine el Comité de Competición de la Federación Española, probablemente después del puente de diciembre por el calendario de ambos equipos.