El aeropuerto de Barcelona-El Prat superó en 2024 los 55 millones de pasajeros, una cifra récord en su historia, tal como ha publicado el gestor aeroportuario Aena en su balance anual de actividad. La cifra, de 55.034.955 usuarios, es un 10% más que en 2023, y confirma la tendencia al alza desde el batacazo sufrido por la pandemia. En 2019 ya estuvo cerca del límite de su capacidad -estimada en 55 millones de pasajeros anuales- con 52,7 millones. El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas continúa con su liderazgo con 66 millones y Palma de Mallorca se consolida en el tercer lugar con 33,3.
Ante el aumento de viajeros, Aena ha advertido de la necesidad de prolongar la tercera pista para acoger un mayor volumen de vuelos intercontinentales. Con la ampliación, El Prat podría absorber hasta 90 operaciones por hora, 12 más que ahora. La alta demanda de vuelos al continente americano desde la capital catalana, que cuenta ya con 22 destinos, han propiciado que aerolíneas como Level, emancipada de Iberia desde el pasado noviembre, opten por Barcelona como un potencial hub.
Los vuelos intercontinentales mantienen la tendencia al alza: han pasado de 50 destinos en 2023 a 54. Asia cuenta con siete conexiones con la apertura de Hong Kong y Shangai. Los vuelos al continente africano son ya 17, y destacan nuevos destinos como Cabo Verde, Tetuán y Orán.
Barcelona se acerca así a su competidor directo, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que ha llegado a los 66 millones de pasajeros en 2024. El volumen de operaciones dedicadas a vuelos de carga también ha experimentado un buen rendimiento: 357.977, lo que representa un incremento del 9,1% respecto a 2023. En cuanto a mercancía, desde El Prat se han transportado casi 182.000 toneladas, un 16,1% más que el año anterior. Sin embargo, sigue lejos de las 766.000 de la capital.
Los datos que confirman el buen estado de salud del aeropuerto barcelonés los ha publicado Aena, la empresa pública que gestiona las infraestructuras aeroportuarias españolas. El tráfico aéreo se desplomó hasta los 12,7 millones de pasajeros en 2020, en pleno azote de la pandemia de la Covid 19. Aún así, en 2021 solo llegó a remontar hasta los 18,9 millones.
El debate sobre la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas planea desde hace años en la agenda política pero no hay acuerdo para hacerlo por motivos ambientales. El presidente Salvador Illa no ha ocultado que ve con buenos ojos la ampliación del aeropuerto y garantiza que se hará cumpliendo todos los requisitos ambientales. El objetivo es evitar que futuros crecimientos de tráfico colapsen las actuales instalaciones, que tienen una capacidad estimada de 55 millones de pasajeros.
Aena sostiene que se necesita una inversión de 1.700 millones de euros para alargar 500 metros pista y para construir una nueva terminal satélite. Prolongar la tercera pista, la más próxima al mar, permitiría que los aviones de gran envergadura tengan más margen en el rodaje para despegar. Los grupos ecologistas, totalmente contrarios a ello, argumentan que la obra heriría de muerte la laguna de la Ricarda, un espacio rico en biodiversidad. La construcción de una nueva terminal satélite elevaría la capacidad de absorción de pasajeros de los 55 millones actuales a los 70. Los expertos nombrados por el Govern para decidir sobre la ampliación tienen previsto hacer público su veredicto en las próximas semanas.