La imagen que los españoles tienen de la política y los políticos es desastrosa. El 90% de los ciudadanos “desconfía” de los partidos políticos; el 78% no confía en el Congreso de los Diputados y el 73% no se fía del Gobierno, según el Eurobarómetro de invierno para España divulgado esta mañana, al día siguiente de la derrota de la moción de censura de Vox al Gobierno, con el casi nonagenario Ramón Tamames de candidato. De lo que más se fían los españoles es del personal sanitario y médico, que son el valor más seguro para el 87% de los encuestados (1.011 en España, de los 37.803 sondeados en toda la UE, en los meses de enero y febrero). Si la desafección hacia la política en España es galopante, el desapego hacia los medios de comunicación está entre los mayores de Europa: el 70% tiende a desconfiar de la prensa, mientras la inmensa mayoría ve noticias falsas por todas partes. La desconfianza española está muy por encima de la media europea hacia todas las instituciones.
El llamado Eurobarómetro Standar se realiza anualmente por encargo de Dirección General de Comunicación de la Comisión Europea, pero el trabajo de campo de este año lo ha hecho la empresa Kantar Public, entre el 12 de enero y el 6 de febrero últimos, con la inflación en máximos, la guerra en Ucrania sin freno y en pleno auge de la polémica por las rebajas de pena como consecuencia de la ley del solo sí es sí. La encuesta se basa en saber la confianza en las instituciones, y en conocer el estado de ánimo de los europeos con respecto a la guerra que se desarrolla en suelo de Europa y en el apoyo económico y militar de la Unión. El 82% está a favor de facilitar más apoyo financiero a Ucrania.
Lo que muestra en el caso español es el aumento de la desconfianza en las instituciones que representan a los poderes ejecutivo y legislativo, y una mayor confianza en los jueces, los alcaldes y en la Unión Europea. Así, las instituciones que generan mayor grado de desconfianza para los españoles son, en este orden: los partidos políticos (solo el 7% de españoles confía en ellos, frente a un 90% que desconfía), el Congreso de los Diputados (que da seguridad al 16%, frente al 78% al que desasosiega) y Gobierno de España (de los tres, el que más confianza genera: un 24% se fía frente a un 73% que no). En realidad, no aprueba en confianza ninguna de las instituciones sobre las que se interroga, pero al menos “proyectan más confianza”, como escriben los autores del estudio.
De las instituciones políticas, son las autoridades locales y regionales, es decir, alcaldes y presidentes regionales, las que se quedan más cercanos del equilibrio (con un 47% que confía y un 48 % que desconfía). La Justicia y el sistema judicial son lo más confiable para el 46% (el 51% no lo ve así), mientras la UE es la institución a la que agarrarse para el 45% (con un 47%, es la que menos desconfianza genera). En general, España no se diferencia mucho de lo que piensan sus vecinos europeos (también los partidos y sus respectivos parlamentos están entre lo menos valorado), pero los grados de desafección institucional están muy por encima de la media de la Unión.
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⚠️Desinformación y #fakenews:
🔹El 86 % de los españoles 🇪🇸 cree que las noticias falsas son un problema para la democracia en general.
🔹El 61 % de los ciudadanos europeos 🇪🇺 afirma que le es fácil detectar este tipo de noticias falsas.#Eurobarómetro pic.twitter.com/GRDeTi4Okl
— Comisión Europea (@ComisionEuropea) March 23, 2023
El otro gran polo de desafección es la prensa, de la que el 70% desconfía, aunque al menos el 68% está de acuerdo con que “la información sobre asuntos políticos obtenida de las redes sociales no es de fiar”. Los europeos también desconfían de forma mayoritaria, si bien en menor proporción que los españoles (58 % de ciudadanos europeos que desconfían frente a un 38 % que confía). Lo que les ocurre a los encuestados, o a la mayoría, es que se encuentra “a menudo” con noticias “que distorsionan la realidad e incluso que son falsas”, unos bulos que para el 55% es fácil de identificar (pero no para el 41%). Las noticias falsas son “un problema” para España para el 83% e incluso un 86% dicen que supone un riesgo para la democracia.