Los Mossos d’Esquadra han detenido a un hombre acusado de participar en el asesinato de Valentín Moreno, el autor del crimen de la Vila Olímpica de Barcelona en el año 2000. Moreno fue asesinado de un tiro en la cabeza en plena calle, en noviembre de 2021, por varias personas que huyeron del lugar en bicicleta y en patinetes. La policía catalana arrestó el miércoles a quien creen que participó y orquestó el crimen del hombre. Los agentes detuvieron también a la pareja de este por darle cobertura, según fuentes policiales. Después de pasar a disposición del juez, se decretó prisión solamente para el hombre, de nombre Sergio.
La policía sospecha que detrás del asesinato de Moreno hay una disputa por el tráfico de drogas. Un enemigo de Moreno, tras un conflicto por deudas vinculadas a los estupefacientes, encargó supuestamente al ahora detenido su ejecución, ante el temor de que este si no fuese a por él. Moreno recibió dos disparos en la cabeza por la espalda y cayó al suelo, ya herido de muerte, muy cerca del bar donde desayunaba a diario, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona), el municipio que le vio crecer y donde fue temido por su historial delictivo, pero también querido entre su entorno donde entre otras cosas patrocinaba el equipo de fútbol local.
El análisis de las imágenes, huellas dactilares y diversas pistas llevaron a la policía hasta la persona ahora detenida, a quien ubican en el lugar del crimen, junto a otros sospechosos no detenidos. Meses después de su muerte, todavía seguía un ramo de flores y varias banderas del FC Barcelona, el equipo del que era hooligan, en el lugar donde cayó después de recibir los disparos. Moreno, sin embargo, no falleció al momento. Los sanitarios le trasladaron vivo hasta el hospital de Can Ruti, donde finalmente murió.
Vinculado al tráfico de drogas, Moreno fue conocido en los medios después de ser condenado por el asesinato de la Vila Olímpica. En abril de 2000, Moreno junto con otros jóvenes patearon a Javier Robledo Peña hasta matarlo. La noche en que tuvieron lugar los hechos Moreno cumplía 18 años y por eso fue juzgado por la ley del menor. Fue condenado a ocho años de internamiento en un centro de menores y a otros tres años de libertad vigilada.
En 2010, Moreno volvió a ser noticia por liderar una paliza, con tintes racistas, que su equipo de fútbol, Bada Bing, -equipo donde jugaban integrantes de los Boixos Nois- propinó a varios futbolistas de origen sudamericano del equipo rival Rosario Central. Moreno y su hermano fueron condenados a seis años de cárcel. En 2017, en las urgencias del Hospital del Mar de Barcelona, Moreno la emprendió a golpes contra los trabajadores del centro hospitalario porque no permitían acceder a la zona donde se encontraba su padre ingresado. Fueron necesarios media docena de vigilantes y trabajadores para retenerle. Varios de los sanitarios presentaron diversas lesiones.
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