Vecinos que necesitan asistencia de todo tipo, comida y agua, calles embarradas, coches empotrados contra las casas, cortes de luz y otros suministros. Una montaña de necesidades y problemas que no mengua en las poblaciones de Valencia en las que impactó con fiereza la dana el martes y a la que los municipios hacen frente como pueden, mientras claman por más ayuda. En medio de un paisaje de destrucción, el número de fallecidos ya ha superado las 200 personas, pero esa cifra no ha parado de crecer, y aún se busca a decenas de ciudadanos desaparecidos. Varios alcaldes explican cómo es la situación en sus pueblos este viernes. Prefieren no centrarse en una cifra de no localizados. Sin que se hayan restituido por completo las líneas telefónicas, es aventurado dar detalles en este sentido y algunos regidores dan un dato estimativo pero siempre con precaución.
“Estamos trabajando al 100%, aún tenemos a 3.000 vecinos al otro lado del río (Turia) que no pueden cruzar al casco urbano de Riba-roja” tras quedar destruidos dos puentes por la fuerza de la riada, explica por teléfono el alcalde de esta localidad, Robert Raga (PSPV). El Ayuntamiento intenta ayudar también a las cerca de 1.400 empresas de su polígono industrial, donde tiene constancia de momento de “cinco o seis personas desaparecidas”. Miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ayudarán en la búsqueda, también en lugares a donde aún no se ha podido acceder, en sótanos y garajes. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado este viernes sobre el envío de más militares que se incorporarán “todos los que hagan falta” para ayudar en el reparto de ayuda y limpieza del desastre en los municipios.
“Es terrible, el paisaje es desolador. Hay 10.000 coches en la calle, lodo, fango… Necesitamos fundamentalmente maquinaria” para despejar los destrozos, afirma el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, que contiene la emoción ante la catástrofe que afronta la localidad, donde han fallecido cinco personas y se busca a varias más. Luján lamenta los casos de “vandalismo y robos” que han acompañado al caos estos días. Cuentan con bomberos y la llegada de voluntarios para abordar la ingente tarea por delante. Pero Luján sentencia: “Solos no podemos”.
El Centro de Emergencias de la Comunitat Valenciana pide a los municipios más afectados que indiquen zonas en las que pueda aterrizar un helicóptero y áreas para aparcar maquinaria pesada, informó la agencia Efe. También se inquiere por espacios a los que llevar los vehículos arrasados por el agua, mobiliario y otros enseres, y lugares donde repartir agua y alimentos a la población.
Desde Chiva llega un llamamiento “urgente” de su alcaldesa, Amparo Fort (PP). “Se necesita agua y comida para abastecer a los vecinos porque a la localidad no ha llegado aún asistencia de ningún tipo y no hay cobertura telefónica en el término municipal”, afirmó este viernes en un comunicado en el que califica la situación de la población en el interior de Valencia es “de extrema gravedad”. Siete personas han muerto y hay “un número indeterminado” de desaparecidos, ha señalado este viernes. Este jueves dijo sobre los desaparecidos: “Posiblemente, lleguemos a la centena por los cientos y cientos de coches caídos a lo largo del término municipal. Esperamos tener bastantes víctimas. Cada vez que se mete un perro o la pala en el fango, aparecen cuerpos”, afirmó la regidora, a la agencia Efe. El término alberga urbanizaciones a las que aún no se ha podido acceder. “Allí están incomunicados, sin agua ni suministro eléctrico”, incide el comunicado, que destaca también que “en los núcleos diseminados han desaparecido casas enteras, algunas de ellas habitadas”.
Maribel Albalat (PSPV), alcaldesa de Paiporta, zona cero de la dana con más de 60 muertos, quiere resaltar que “la solidaridad vecinal es increíble”, con ciudadanos que acogen a otros que se han quedado sin casa y atendiendo necesidades de otros. Pero también habla de la otra cara de la moneda, “de los numerosos casos de pillaje”. Ese dato no lo tengo, pero la sensación es que de la incidencia total de muertos, alrededor de la mitad son de Paiporta. Me constan 62 muertos en estos momentos [jueves a las 11 horas], pero seguro que hay más. De desaparecidos no tengo cifras. ¿Pueden ser centenares? “Podría ser, pero no lo sé”, contesta a este periódico.
Alfafar se ha sentido abandonado por la tardanza en la llegada de ayuda y medios, como clamaba estos días su alcalde, Juan Ramón Adsuara (PP). “No viene nadie, necesitamos ayuda, por favor”, dijo el jueves en declaraciones a la televisión autonómica valenciana, À Punt. Este viernes, las imágenes mostraban a bomberos en las calles enlodadas del municipio.
En medio de una “situación muy caótica, de auxilio”, la alcaldesa de Catarroja, Lorena Sirvent (PSPV), intenta transmitir calma. “Estamos centrados en el tema humanitario y de abastecimiento”, explica por teléfono. “Queremos transmitir que la gente no está sola. Tenemos puntos de entrega de ayuda”, añade. En esta población murieron una decena de personas y hay otros tantos desaparecidos, de los que se tiene constancia, adelantó.
Ricardo Gabaldón (PP), alcalde de Utiel, de las primeras localidades afectadas por la dana el martes, repasa la fatídica jornada y considera que “se salvaron muchas vidas” al decretar pronto por la mañana la suspensión de las clases ―”el instituto está en la zona inundada”― y que se reaccionó “rápido”. El pueblo está “deshecho materialmente”, hay mucho trabajo por delante. Al alcalde no le constan “a día de hoy” desaparecidos “del pueblo”, donde fallecieron seis personas, la mayoría mayores.