Muchas de las viviendas de segunda mano que se venden necesitan alguna mejora. En algunos casos basta con un simple lavado de cara y en otras hay que rehacer por completo. En el año que acaba se han realizado en España en torno a 1,8 millones de reformas (de mayor o menor calado) en viviendas, alrededor del 1% más que en 2023, y el presupuesto medio gastado por los dueños de los inmuebles ha rondado los 7.000 euros, de acuerdo con los datos de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), que pronostica un volumen de actuaciones similar de cara al siguiente ejercicio. “Para 2024 el sector de la reforma y rehabilitación esperaba una pequeña caída porcentual, finalmente revertida debido, fundamentalmente, al mejor comportamiento de la compraventa de vivienda usada y de la economía”, indica Sebastián Molinero, su secretario general.
Según un informe de la patronal y Nielsen, los propietarios que tienen intención de realizar mejoras en su vivienda en los próximos seis meses se van a decantar por meter mano al baño y la cocina, seguido de las habitaciones y la rehabilitación energética de la vivienda, un aspecto que cobra cada vez más fuerza. De media, la intención de los encuestados es mejorar 1,5 espacios. Más de la mitad (el 51,7%) tiene previsto un presupuesto de hasta 4.000 euros y solo un 21,8% calcula que gastará más de 8.000 euros.
Los propietarios que acometan estas mejoras se van a encontrar con un abanico de posibilidades. La plataforma del hogar Habitissimo destaca tres elementos básicos para conseguir impacto en una vivienda: la iluminación, el pavimento y los pequeños arreglos.
Respecto a la renovación de suelo, la madera sigue siendo uno de los materiales más solicitados, aunque en 2025 sube de tono. “Seguimos con el roble, pero empiezan a destacar los tonos más teñidos, entre roble y nogal”, dice la interiorista Pia Capdevila.
La madera también se ha convertido en una opción para revestir paredes, ya que aporta un toque de calidez y consigue ambientes agradables gracias a su efecto natural. Estos paneles decorativos de madera pueden ser instalados en cualquier espacio de la vivienda, incluso en cocinas y baños. “Podemos usar paneles o tablas, un método sencillo y económico; podemos utilizar laminados para paredes con lamas ya preparadas, con o sin sistema clic; y finalmente tenemos el método machihembrado, que consiste en utilizar tablas de madera a las que se les realiza una serie de rebajes o mecanizados para que puedan encajar”, indican en Gabarró, compañía que distribuye madera aserrada, suelos de madera, de bambú y tecnológicos, tableros y piedra acrílica.
Otra alternativa para decorar las paredes de la casa son los papeles pintados con texturas y relieves y, como novedad, vuelve el tapizado textil, de acuerdo con Capdevila. Esta interiorista de Barcelona destaca el gusto por las formas orgánicas en las piezas de mobiliario y un punto de estilo retro en butacas y sillas.
Para los propietarios más conservadores que no quieren arriesgar en las paredes y se decantan por una mano de pintura lisa, son caballo ganador los tonos claros y neutros que aportan luminosidad y amplitud. Aunque si se trata de seguir la moda, el color del año 2025 de Pantone es el moca (la tonalidad 17-1230 o Mocha Mousse).
La cerámica hace tiempo que ha conquistado todas las estancias de la casa, más allá del baño y la cocina, gracias a las piezas que simulan la madera o la piedra natural. De cara al nuevo año, son tendencia los suelos y paredes cerámicas que mezclan los estilos retro y el diseño digital y que emplean los tonos rojo, amarillo, azul, morado y fucsia, según la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámico (Ascer).
Mezcla de materiales
Para María José Gómez, propietaria del estudio de interiorismo Luzio Studio, la naturaleza seguirá siendo un elemento clave en la decoración. Ella apuesta por elementos arquitectónicos y piezas de mobiliario que merezcan ser recuperados y embellecidos, con accesorios que añadan texturas y personalidad, ya que considera que el upcycling (reciclaje) seguirá ganando terreno en 2025, dándole una segunda oportunidad a piezas antiguas. Para Gómez, la iluminación decorativa cobrará una mayor relevancia, con las lámparas tipo escultura como protagonistas.
En baños y cocinas se apuesta por los muebles que maximizan el almacenamiento y permiten una organización eficiente. También por la grifería con sistemas de ahorro de agua o sensores táctiles. “Estas características no solo reducen el consumo, sino que también añaden comodidad y un toque de lujo”, dicen en la plataforma de mejoras del hogar Habitissimo. Aunque si se trata de baños reducidos, la mejor opción son los muebles y sanitarios suspendidos y lavabos con menos profundidad. Es buena idea prescindir de una repisa usando el propio lavabo para colocar pequeños objetos.
Las obras que mejoran la eficiencia energética son cada vez más demandas. Lo que buscan los propietarios con estas intervenciones es el ahorro en las facturas (muy importante para el 65% de los consumidores), la salubridad de los materiales (valorado por el 62%) y el confort térmico (prioritario para el 60%), según Andimac. El cambio de calefacción es imprescindible para lograrlo. Las calderas muy antiguas tienden a ser ineficientes, tanto en términos energéticos como económicos. “Sustituirlos por tecnologías modernas, como bombas de calor, calderas de condensación o sistemas híbridos, no solo optimiza el consumo de energía, sino que también se alinea con las metas de sostenibilidad”, sostienen en Habitissimo.