Para qué engañarnos. Quienes nos encargamos de decidir (y cocinar) estos días festivos llegamos a fin de año con la energía por los suelos. La creatividad empieza a flojear y, aunque en Nochebuena y Navidad nos habíamos preparado con antelación –utilizamos toda la artillería previsora y organizativa del Comidista–, la noche del 31 siempre nos pilla por sorpresa.
Que no cunda el pánico. Primero, todo el mundo sabe que el último día del año está todo permitido. Yo he visto de todo, inluídas cenas de vaso, cubos de pollo frito sobre la mesa y barra libre de turrón. Segundo, no creeríais que os íbamos a dejar solos. Ya tenéis muchas ideas de platos principales para hacer a última hora, así que hoy os vamos a contar todo lo que podéis preparar con una lata de mejillones en escabeche. Cinco aperitivos que cumplen con las siguientes condiciones: se preparan en muy poco tiempo, apenas requieren de cocinado, son extremadamente fáciles y quedan muy bonitos sobre una bandeja plateada.
De lo único de lo que tienes que encargarte es de comprar unos buenos mejillones en lata. Es año nuevo, la casa por la ventana. Todas las recetas pueden replicarse utilizando otras conservas, cárnicas, vegetales o marinas. Desde un escabeche de perdiz a uno de melva, pasando, por qué no, por unas navajas a la brasa.
Pan brioche relleno de mejillones en escabeche
Empieza haciéndote con unos buenos bollitos de pan brioche o pan de leche. En casi cualquier panadería artesana puedes encargarlos con antelación y estarán buenísimos. Haz un corte para poder rellenarlos sin llegar a cortarlo del todo y prepara el relleno. Mezcla mayonesa con el líquido del escabeche, añade ralladura de lima, pimienta negra y algo de picante. Pica cebolleta, pepinillo agridulce, alcaparras, cebollino y eneldo y mezcla con la mayonesa aliñada. Extiende una cucharada generosa de salsa dentro del brioche y coloca tres mejillones. Termina con cebolla morada encurtida y unas patatas fritas chip dentro del brioche.
Ensaladilla de mejillones
Un clásico viejuno del que hay que apropiarse. No hace falta emplatarla con aro ni poner huevo hilado encima. Esta versión es algo más ligera porque abusa del vinagre –algo que creo que siempre tendría que ocurrir en las ensaladillas– y lleva muchísimas piparras picadas. Además puedes hacerla por la mañana o incluso el día de antes.
Haz la patata en el microondas. Las colocas enteras en un recipiente de vidrio y lo tapas con film. Ocho minutos a máxima potencia. Quítales la piel con cuidado y deja que se enfríe. Desmenuza las patatas y colócalas en un cuenco. Añade mayonesa (casera o de bote, tu eliges), mucho perejil picado, muchas piparras picadas, mejillones en escabeche picados, un poco del líquido de las piparras, sal, pimienta y un poco de cayena. Mezcla y corrige el punto de acidez, sal y picante. Guarda mayonesa sin nada para emplatar. En el momento de servir la ensaladilla repártela sobre una bandeja o plato. Pon dos cucharadas de mayonesa por encima, dos cucharadas del líquido de los mejillones y un par de mejillones y piparras para decorar.
Patatas crujientes al horno con mejillones
Estas patatas pueden prepararse como guarnición o para acompañar casi cualquier cosa. Para hacerlas cuece patatas pequeñas, más o menos de tamaño bocado. Cuando puedas pincharlas con un cuchillo sin problema, sácalas, escúrrelas y colócalas en una bandeja para horno forrada con papel sulfurizado. Aplástalas con una espátula o con un cazo y échales aceite de oliva y sal. Hornéalas a 200ºC hasta que queden super crujientes.
Una vez fuera del horno sirve las patatas con alguna salsa por encima, uno o dos mejillones y un poco del escabeche. Puedes añadir crema agria, algo de picante o una salsa sencilla de aguacate. Tritura aguacate con limón, sal, cayena molida, medio diente de ajo y aceite de oliva virgen extra. Para finalizar, cebollino picado.
Gilda de mejillón
La moda de las gildas nos ha venido genial a los que siempre hacemos de anfitriones. Puedes comprarlas hechas y quedan divinamente; pero si quieres hacerlas en casa tampoco requieren de mucho esfuerzo. Ponte en modo festivo y compra unos pinchos bonitos. A mí me gustan mucho los metálicos, quedan elegantes y además pueden reutilizarse sin problema.
Para la gilda de mejillón utiliza aceituna gordal sin hueso –o cómpralas con hueso y las partes por la mitad, que al ser tan grandes se hace sin problema–, un mejillón grande, un gajo de mandarina y una cebolleta encurtida. Si encuentras estas patatas fritas grandes y un poco más gorditas puedes servir la gilda encima
Paté de mejillones
Esta receta suena a mejunje improvisado de recena, pero prometo que está riquísimo y puede llegar a quedar festivo y original. Tritura una lata de mejillones con cuatro cucharadas de queso crema. No añadas todo el líquido de los mejillones de vez, ve añadiendo poco a poco hasta que la textura sea cremosa. Añade bastante pimienta y prueba el paté para corregir el punto de sal y escabeche.
Coloca el paté en una manga pastelera con boquilla de estrella y coloca una cantidad de bocado en una tosta de pan bueno y una rodaja de pepino muy fina por encima. Este último toque le va a dar un punto muy refrescante y visualmente queda bonito. Puedes usar el mismo paté para rellenar unos panes soplados o colocarlo en unas fuentes pequeñas y dejar que la gente unte a su ritmo.
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