Carlos Corberán entró en la sala de prensa de Mestalla, colocó las manos sobre la mesa y se puso a tamborilear los dedos con nerviosismo. Luego miró al frente y se quedó escuchando la valoración del hombre que lo ha traído de vuelta a España después de muchos años trabajando en el extranjero. Miguel Ángel Corona, el director deportivo de la entidad, destacó su energía, “una energía contagiosa”. El entrenador, que llega seis días después de dirigir su último partido del West Bromwich Albion, en la segunda división inglesa, está deseando empezar a trabajar con su nueva plantilla este domingo y debutar en Mestalla, el 3 de enero, en un partido de los grandes frente al Real Madrid.
Corberán coge el volante de un equipo que ocupa la penúltima posición y juega ante una afición indignada. Pero él, que aceptó firmar por el Valencia en cuanto le llegó la oferta, recuerda los inviernos que pasaba cuando era un niño con sus abuelos maternos en Cheste y que en la estufa del salón estaba el escudo del Valencia. “Soy valencianista y es un sentimiento que he heredado. Tengo la ilusión de revertir aquello que no se está consiguiendo”, advirtió. El técnico, de 41 años y sin experiencia en LaLiga, sabe que llega con la obligación de salvar a un conjunto que solo ha conseguido dos victorias en los últimos 25 partidos. Y que lo tiene que hacer en un club que desde 2021 ha demostrado que no va a gastarse una fortuna en fichajes; más bien, al contrario.
El valenciano eludió las numerosas preguntas que le llegaron sobre si espera refuerzos en el mercado de invierno. Corona, a su lado, no fue mucho más explícito. También dribló la pregunta sobre si su contrato, hasta el 30 de junio de 2027, se podía rescindir en caso de bajar a Segunda División. “Ahora no pienso en eso”, zanjó. Su mensaje giró alrededor del eje del compromiso y el trabajo. Y, sobre todo, demostrando con sus palabras que confía en los jugadores que tiene ahora mismo, por si no fuera bendecido con valiosos fichajes. “Vengo a trabajar con los jugadores que están. Desde antes de mi llegada se está trabajando para reforzar el equipo. Mi comunicación con Corona va a ser constante y van a hacer un esfuerzo por reforzarse. Pero tengo claro que para conseguir mi objetivo va a tener que ser con los jugadores que están”.
El técnico procedente de la Championship, que tuvo un momento de recuerdo para las víctimas de la dana (“soy vecino de Cheste, uno de los pueblos dañados, y, desde la distancia, lo viví con mucha pena. Me gustaría decir que esa gente que sufrió nunca quedará en el olvido para la familia valencianista”), aseguró que este desafío no es mayor que los anteriores que se ha encontrado en su breve carrera como entrenador. “Cada nuevo reto, siempre es el más importante. Desde los inicios he vivido retos complicados y este es el siguiente y en el que voy a dar lo mejor de mí mismo. Voy a dejarme la piel. Soy un valenciano que va a vivir esto con una gran responsabilidad”
Corberán, que eligió a Rubén Baraja por el trabajo que hizo durante toda su etapa como entrenador del Valencia, incidió en que está seguro de que tiene una plantilla con la que puede salvar la categoría. “Estoy convencido de que estos jugadores pueden dar más porque lo he visto. Luego las circunstancias afectan a todos, pero hay un equipo que puede dar más de sí y estoy convencido de ello”. Su idea es la de mejorar cada día, en cada entrenamiento, para lograr los resultados deseados cuando lleguen los partidos. Para eso, unos buenos hábitos son innegociables en la filosofía de Corberán, que también se los aplica para tener una vida mejor y ser mejor en su profesión. “Si uno se habitúa a trabar duro y lo convierte en un hábito, será duro. Si se compromete al máximo, eso se replica en diferentes situaciones de tu vida. Los hábitos nos ayudan y nos alejan de los objetivos. Hay que ser consciente de ello y ser capaz de aplicarlos”.
El nuevo técnico blanquinegro también dejó unas pinceladas de lo que puede ser su fútbol. “En defensa me gusta buscar el equilibrio entre ser agresivo y ser sólido. Y en ataque, el equilibrio entre control y progresión. Y lo primero, es optimizar las virtudes de tus futbolistas”. Por delante, 21 partidos y el peso de la historia de un club con seis Ligas y ocho Copas del Rey amenazado por el descenso.